15 Sep Tesoros escondidos 

“Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán: 2 Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; 3 y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.”  Isaías 45:1-4  

Fíjate la palabra que Dios le da a Ciro.  Veamos el contexto.  Ciro no era un rey del pueblo de Dios, y Dios lo llama judío.  Era un hombre pagano, creía en otros dioses, pero Dios lo llama y le dice: tú eres mi ungido, te he escogido con un propósito.  Y parte de lo que Dios le promete y le dice es que le va a dar los tesoros escondidos y los secretos muy guardados.  

Créeme a Dios que viene una temporada donde tú vas a descubrir tesoros escondidos, donde literalmente Dios te va a dar ideas y recursos que estaban guardados y escondidos para que tú llegaras al lugar correcto y los encontraras, para que Dios te diera pensamientos y secretos que nadie ha podido ver todavía.  La Biblia dice que cosas que ojo no vio ni oído oyó son las que Dios tiene reservadas para sus hijos.  Créele a Dios que Él te puede dar una idea milagrosa, un secreto, un tesoro, algo que parecía perdido, algo que tú ni te dabas cuenta, y ahí podrás encontrar y avanzar en tu vida, no meramente espiritual, sino económica.  

Cuando buscamos el tiempo de Ciro, los récords históricos dicen que Ciro encontró literalmente tesoros que estaban escondidos.  El pueblo de Israel, cada vez que huían, cada vez que el enemigo venía, escondían las cosas debajo de la tierra, en cuevas, porque tenían miedo; así que esos tesoros estaban escondidos.  E históricamente, cuando Ciro comenzó a abrir las puertas y a darle espacio al pueblo de Dios, comenzaron a aparecer riquezas que estaban literalmente ocultas.  Dios le dio la unción para descubrir aquello que parecía perdido y se pudiera recuperar.  

Creemos a Dios contigo que tú vas a descubrir aquellas cosas secretas que han estado guardadas para ti a través de los tiempos, y que serán producto y traerán resultados económicos para tu vida.  Tiene que venir un tiempo de gloria económica si es que queremos ver la iglesia gloriosa.  Tienes que perderle miedo  a este mensaje, a esta idea; porque, mientras nosotros tenemos miedo a lo que el mundo piense, el mundo sigue avanzando, creciendo, prosperando, y nosotros seguimos escondidos.  

Llegó tu momento de prosperar, de avanzar económicamente, y los tesoros escondidos los vas a encontrar, en el nombre de Jesús.  Dios te va a dar una idea.  Algo vas a descubrir en alguna conversación, en alguna relación; algo va a pasar, algo que estaba oculto y que desate un momento económico en tu vida sobrenatural, que te dé una oportunidad que catapulte tu vida.  

No tienes que vivir el resto de tu vida como estás viviendo ahora.  Puedes encontrar esos tesoros escondidos, pero tienes que creerlo.  

El término tesoro en la Biblia lo vamos a ver en diferentes dimensiones.  Lo vamos a ver en cosas espirituales.  La Palabra dice claramente que hagamos tesoro en el cielo, donde el orín no corrompe, donde el ladrón no entra; y nos explica cómo hacerlo.  Nos habla de tesoros como el oro y riquezas que se encuentran, de abundancia que se puede encontrar y que Dios le entrega al pueblo de Dios a través de toda la historia.  Pero cuando miramos el término tesoro de forma más profunda, tenemos que saber que el tesoro más grande que ha estado enterrado en la Tierra a través de la historia somos nosotros.  

Tú eres el tesoro más grande para este planeta.  Y, mientras el hombre ha estado buscando grandes riquezas naturales, Dios siempre ha estado dispuesto a darlo todo para encontrarte a ti; y luego de pagar el precio por ti y comprar el gran tesoro, lo que Él quiere hoy es exponerte al mundo para que vea la grandeza que Él vio en ti.  

“44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. 45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.”  Mateo 13:44-45  

Esta escritura claramente habla del propósito por el cual Cristo vino aquí a la Tierra.  Esta parábola nos habla de su intención.  Él vio un tesoro en cada uno de nosotros, y lo escondió en la Tierra y vino y pagó el precio por el campo completo.  Él entregó su vida por ti y pagó el precio por la Tierra para sacarte a ti del lugar donde tú estabas escondido.  Has estado escondido en la Tierra y cuando Cristo vio la grandeza que hay en tu vida, dejó todo lo que él era, se hizo hombre, murió por ti en la cruz del Calvario, pagó el precio para comprar la Tierra, pero no porque le interesaba la Tierra, sino el tesoro que estaba en ella.  

Nadie busca un tesoro para esconderlo toda la vida.  Se compra la tierra para encontrar el tesoro, hacerse dueño del tesoro, para luego poderlo exponer.  Tú eres ese tesoro que está escondido y no es opción para este tiempo estar escondido nunca más.  Si la gente va a conocer de Jesús y va a ver la gloria de Dios, va a ser a través de nosotros.  

“9 Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.10 Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro, 11 porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.”  Juan 12:9-11  

Mientras Lázaro era amigo de Jesús, nunca presentó una amenaza para el mundo.  Mientras estaba al lado de Jesús, lo veían como un amigo más.  Jesús fue, probablemente, múltiples veces a casa de Lázaro, y nunca tuvieron problemas con él.  Pero un día Lázaro muere, cae en una tumba, y Jesús se para frente a aquella tumba, y le dice: sal fuera; tú no fuiste para estar ahí, me rehúso a que te quedes en esa tumba.  Dice la Biblia que él llamó y dijo: Lázaro, ven fuera.  Y cuando Lázaro salió de aquel lugar arropado, lo descubrieron, lo mostraron al mundo, y de ese día en adelante, más gente se convertía por el testimonio de Lázaro, que por el mismo Cristo.  Eso es lo que Dios quiere hacer, sacarte de la tumba porque más gente va a llegar al conocimiento de la verdad, cuando puedan ver la vida de un resucitado, cuando puedan ver a alguien que estaba escondido y ahora Dios lo ha sacado y lo ha manifestado.  

La gente llegaba a ver a Lázaro porque no podían creer de dónde había salido, y tú no puedes seguir escondido ni un minuto más.  No puedes permitir que las malas noticias, los problemas, las especulaciones erróneas te hagan esconderte y detenerte del propósito de Dios para tu vida.  Es el momento de salir fuera.  Dios no te hizo para estar escondido, sino para ponerte en lugar de prominencia y que la gente pueda ver en ti la gloria de Dios.  

No te escondas más.  Tú eres el tesoro escondido que este planeta está buscando ver para la gloria de Dios.