27 Apr Antes de tu Milagro
Una familia tiene por costumbre sentarse a almorzar y cenar a la mesa. Siempre oraban y daban gracias al Señor por los alimentos. Era algo común y de costumbre en este hogar. Un día, la niña estaba sentada a la mesa con su papá, mientras la madre ponía los platos y cubiertos. Era lo normal; solo que en esta ocasión la niña notó que mientras esto pasaba, el papá lo que hacía era quejarse, protestar por todo. La niña permanecía en silencio. Estaba todo listo y se sentaban la mamá y sus hermanos. Entonces, el papá se volvía muy espiritual y comenzaba a orar, a dar gracias por los alimentos. Terminada la oración, la niña le pregunta a su papá si creía que Dios oía sus oraciones, a lo que él responde que sí, que Dios escucha nuestras oraciones. Entonces, la niña pregunta si él cree que Dios escucha entonces todo lo que decimos, a lo que le respondió que sí, que todo lo que pedimos y decimos, Él lo oye. Entonces, ella le preguntó qué creería Dios de todo lo que el papá había dicho, si las quejas, o las gracias.
En tu vida, todo lo que tú dices, Dios lo escucha. Muchos no entienden esto y no se dan cuenta cómo sus acciones y palabras cancelan la buena intención de su corazón.
Uno de los retos en la sociedad es enseñar a la gente el agradecimiento; y la fe agradece antes de recibir.
Para el cristiano, dar gracias no es buenos modales, sino un acto de fe. Fe es caminar sin ver, sin entender; es persistir, sin sentirlo; es dar más allá de tus fuerzas, es confiar cuando no hace sentido; y fe es dar antes de recibir tu milagro.
“41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.” Juan 11:41
Jesús dijo estas palabras frente a la tumba de Lázaro. Llegó a este lugar desconcertante, y allí declaró: Padre, te doy gracias porque tú me has escuchado, tú siempre me oyes. Antes que se manifestara el milagro, ya él había dado gracias. La pregunta es cuándo el Padre lo escuchó. Jesús tenía confianza de que cuatro días atrás, el Padre le había escuchado. Cuando le llegó la noticia de la enfermedad de Lázaro, Jesús dijo: esa enfermedad no es para muerte. Pero el hombre muere. Así que, cuando Jesús llega frente a la tumba, lo que dice es: hace cuatro días yo sé que tú me escuchaste, así que, lo que voy a hacer ahora es basado en mi confianza de que hace cuatro días yo sé que tú oíste mi oración; cuando yo puse mi petición delante de ti hace cuatro días, yo sé que tú la escuchaste. Eso es fe.
Fe es ver cómo todo en la vida te contradice, y mantener tu seguridad de que Dios te escuchó.
Puedes estar frente a la misma muerte, pero tú sabes que algo va a pasar, y Dios se va a llevar toda la gloria. Dios te escucha desde el primer día porque Él verdaderamente oye todo lo que tú dices. La pregunta es cuál de las dos cosas Él va a creer: la queja, o las gracias.
A diferencia del mundo natural, secular, el acto de dar gracias de un creyente es un acto de fe porque no damos gracias después de haber recibido algo, aunque también el dar gracias después de recibir es fe y, por supuesto, buenos modales. Es necesario enseñar a dar gracias, el creyente tiene que subir un poco más de ese nivel. Tú no das gracias meramente por buenos modales, buenos hábitos; la gratitud es un acto de fe que tú tienes que expresar.
Toda la Biblia nos habla del agradecimiento. Se nos dice que entremos por las puertas del santuario con acción de gracias, que oremos con acción de gracias. A través de toda la Biblia, se nos inspira a dar gracias. Jesús, en un momento dado, se quejó de la falta de agradecimiento de una persona en particular. En Lucas se nos habla de diez leprosos que estaban al lado del camino y comenzaron a gritar: ¡Señor, sánanos! El Señor les dijo a la distancia que fueran donde el sumo sacerdote y se presentaran, y mientras iban, quedaron sanos. Solo uno regresó y se tiró a los pies de Cristo, y comenzó a dar gracias. Y el Maestro pregunta si no fueron diez los que fueron sanados, y se tornó a aquel samaritano, y le dijo: tu fe te ha salvado. ¿Cómo expresó aquel hombre la fe? Dando gracias. Esa palabra salvado, según el texto original, es la misma palabra que se utiliza cuando se le habla a la mujer del flujo de sangre. En inglés, ese texto dice: you have been made whole. Has sido hecho completa. Te has salvado por completo. En otras palabras, los otros nueve recibieron la sanidad, pero este recibió el paquete completo, todo lo que necesitaba, todo lo que había perdido por causa de su enfermedad.
Una de las cosas más grandes que hace tu agradecimiento a Dios por lo que ya ha hecho, es prepararte para que Él complete la obra en tu vida. Si puedes ver a Dios en las cosas pequeñas, en el principio, también puedes estar seguro que va a estar en el final.
Cada vez que regresas a dar gracias a Dios, lo que estás es preparándote para que el milagro se haga completo, posicionándote para que Dios haga la obra en tu vida y te haga alguien completo.
Un predicador expresó lo que él cree que pensaron los otros nueve leprosos para no regresar a dar gracias. ¿Qué piensa alguien que no da gracias? Tiene que haber un pensamiento en tu mente que provoque que tú no des gracias. Si tus hijos no te dan gracias por todo lo que tú haces, la pregunta es qué están pensando para que no estén agradecidos porque para agradecer hay que pensar. Pues este predicador sugirió los siguientes pensamientos:
- Déjame ver si esta sanidad es real. Antes de dar gracias, déjame ver si esto es real.
- Déjame ver si esto dura.
- Cuando tenga la oportunidad, algún día, le daré gracias a Jesús; cuando me vuelva a encontrar con él.
- Tal vez fui mal diagnosticado y nunca tuve lepra realmente.
- Pensándolo bien, esto comoquiera, en algún momento dado, se iba a ir, iba a desaparecer.
- Otro tal vez dio gracias o la gloria al sumo sacerdote por declararlo limpio.
- Esto no tiene que ver nada con Jesús, fue algo de suerte.
- Cualquier rabino o cualquier maestro hubiera hecho esto por mí.
- Yo iba mejorando poco a poco y, eventualmente, esto iba a ceder.
No podemos decir que esto haya sido lo que pensaron; en ningún lugar de la Biblia nos dice qué pensaron… pero algo pensaron para no regresar. Algo piensa alguien para no dar gracias. Tal vez una persona no da gracias porque piensa que se lo merece, tal vez piensa que es el otro el que debería estar agradecido.
Algo estás pensando que te saca del momento de darle gracias a Dios.
Como creyentes, no damos gracias como el resto del mundo. El resto del mundo da gracias después de recibir algo; nosotros damos gracias por adelantado, por la confianza que tenemos en el Padre.
Hay tres momentos en la Biblia en los que Jesús da gracias de esta manera. Estos tres, son bien significativos porque Jesús viene preparando a sus discípulos para lo que va a pasar en su vida. Es a lo que podríamos llamarle agradecimiento profético porque no tan solo las gracias que dio Jesús en un momento en su vida provocaron un milagro, sino que era la enseñanza para sus discípulos que, lamentablemente, no entendieron.
- La multiplicación de los panes y los peces. Jesús se encuentra en medio de esta multitud, y no había suficiente comida para todos; y les dice a sus discípulos: vamos a darles de comer. Ellos respondieron: doscientos denarios no bastarían, mándalos para la casa. Y Jesús los mandó a recostar, y dijo: Padre, dije todo esto para que ellos te conozcan, pero yo sé que tú estás ahí. Y tomando el pan, lo levantó y dio gracias y lo bendijo. Y comenzaron a partir el pan, y mientras más lo partían, más se multiplicaba. La idea no era tan solo suplir la necesidad en ese momento; Jesús les estaba mostrando algo que los discípulos tenían que entender porque era algo que le iba a pasar a él. Él es el pan de vida que también iba a ser partido un día, que iba a satisfacer la necesidad del mundo entero, que mientras más lo partieran, él iba a satisfacer la necesidad de la gente y, por eso, había que dar gracias de primera intención. Pero los discípulos no lo comprendieron.
- La resurrección de Lázaro. Cuando Lázaro está en la tumba, Jesús se para en aquel lugar y da gracias delante de sus discípulos, queriendo provocar que ellos entendieran que, por más muerto que estuviera, Dios iba a hacer algo más grande y que, al final, la gloria se la iba a llevar el Señor. Una de las cosas que hace el agradecimiento es que te hace creer que lo que estás viviendo no es tu final, sino tan solo el comienzo de algo grande y maravilloso para tu vida y que Dios se va a llevar la gloria después de tu problema. No importa que tu problema hoy contradiga la oración que tú hiciste hace cuatro días atrás; esto Dios lo va a cambiar y al fin y al cabo Él se llevará toda la gloria en el nombre poderoso de Jesús. Esa es la certeza y la seguridad que tú tienes cuando das gracias a Dios por adelantado. En el momento más difícil, tú puedes creer que algo Dios sacará de esto, algo maravilloso Dios hará.
- La última cena. El Maestro se sienta a la mesa con los discípulos y, cuando parte el pan y toma la copa, dio gracias. Él lo que quería era que los discípulos tuvieran la misma certeza que él tuvo. Cuando Cristo muere, él quería que los discípulos tuvieran la misma seguridad que él tuvo cuando Lázaro murió. Él viene enseñándoles a sus discípulos porque él sabía que él iba a ir a la tumba, que iba a morir, y él quería que los discípulos tuvieran la misma certeza que él tuvo cuando su amigo, Lázaro, había muerto. Jesús pasó cuatro días tranquilo, en paz, descansando; siguió con su tarea, no salió corriendo para ir a resolverle a Lázaro; él estaba tranquilo porque sabía que Dios le había oído, y él quería que sus discípulos supieran que iban a pasar tres días donde la mente les iba a decir que nada iba a pasar, que nada había ocurrido, que todo el tiempo se había perdido; él quería que ellos supieran que lo único que tenían que hacer en esos tres días era dar gracias a Dios porque Él lo levantaría, porque cumpliría todo lo que había prometido. Los discípulos no lo comprendieron, y pasaron un tiempo de desesperación, depresión, ansiedad.
Una de las más grandes certezas que tú debes tener en tu vida es la seguridad en tu corazón de saber que tu Padre celestial oye tus oraciones y, aunque Lázaro muera delante de tus ojos, el final no se queda ahí, sino que será para la gloria del Dios Todopoderoso. Dios va a sacar gloria de un lugar donde hoy hiede, donde hoy parece que no hay solución. Por eso, es que tú das gracias y aprendes a darle gracias antes de recibir lo que ya oraste porque tú sabes que, cuando lo oraste, Él te oyó; y aunque, cuando lo oraste, no todo cambió de manera inmediata, tu confianza está en que Él te escucha y que, de esto, Él sacará algo para su gloria.
Jhon Mario Rojas
Posted at 09:30h, 27 AprilGracias Señor por ésta palabra, Gloria a Dios
Maria vera
Posted at 10:14h, 27 AprilAleluya mil gracias por tu palabra
Roxana lopez
Posted at 10:38h, 27 AprilAmen
Roxana lopez
Posted at 10:39h, 27 AprilMe gustaría recibir mensajes de edificación
admin2
Posted at 16:29h, 27 AprilSaludos, Roxana! Regístrate llenando la forma en el siguiente enlace: http://otonielfont.com/recibe-un-mensaje-diario/… bendiciones!
Zuly
Posted at 11:15h, 27 AprilAmen yo creo en mi padre yo creo que todo será realidad que todo lo que está pasando en mi vida en mi familia en mi hogar será pasajero por en el nombre de nuestro señor Jesús vendrán momentos mejores muchas bendiciones y gracias Dios por todo
Alicia Farías
Posted at 11:36h, 27 AprilAmén, amén!! Gracias Padre por tu Palabra,y por su vida Pastor Otoniel,por compartirla bendecido sea grandemente.
corimar villarreal
Posted at 14:00h, 27 AprilBendiciones pastor, gracias a Dios siento mucha paz y mucha alegría porque se que esperare en el señor, tengo la confianza y la fe que Dios restauro mi vida y que voy a salir adelante con mi familia y mi hijo. Y que Dios va a cumplir su propósito en mi vida .AMEN GLORIA A DIOS
Maryori
Posted at 14:06h, 27 AprilGrande es el poder y la gloria por siempre señor Jesús Amén
Nelson García
Posted at 15:35h, 27 AprilAmén así será yo lo creo por digo Señor gracias en todo y por todo
SILVIA H. GÓMEZ A.
Posted at 14:31h, 29 AprilAmén. Bendiciones