La Fuerza de tu Futuro 
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 La Fuerza de tu Futuro 

Hubo un estudio, el más largo de la historia, según Guinness.  Este hombre quería probarles a sus estudiantes que hay sustancias que parecen sólidas, pero que en realidad son líquidas.  Tomó un poco de asfalto, lo calentó, lo puso en un envase, y tres años después, le quitó la tapa, para ver cuánto tiempo tardaba en caer una gota de esa sustancia.  Hoy, el experimento continúa.  Todavía hoy se transmite en vivo a través del internet, y la gente se conecta para ver cuándo cae la próxima gota.  Al momento, han caído 8 gotas.  El profesor solo alcanzó a ver caer solo 2 gotas.  ¿Serás tú capaz de esperar aunque las cosas en tu vida se muevan como suero de brea?  ¿O te desesperas tanto que no puedes tener la capacidad de persistir, hasta que se complete lo que Dios te ha prometido?  

Fe es anticipar, tener expectativa en tu vida, sin que haya desesperación.  Fe es persistir, aunque no lo sientas.  

El problema es que mucha gente está esperando que su gota caiga, están esperando que algo que Dios les prometió, ocurra.  Comenzaste con gran anticipación, pero se convirtió en desesperación, y has cometido grandes errores.  Fe es persistir, aunque no lo sientas.  

Estudiantes que pasaron por esa universidad, nunca vieron una gota caer.  El profesor experimentó la alegría de ver 2.  Y todavía hoy hablamos de él, en relación a algo que comenzó años atrás porque un hombre estuvo dispuesto a esperar lo necesario para que algo ocurriera.  Fe es persistir, aunque no lo sientas.  

Persiste, hasta que se cumpla lo que Dios te prometió.  

Fe es caminar sin mirar, aunque por fe, miramos.  Tú no caminas por vista, sino por fe, pero por fe puedes ver.  La fe te hace obedecer aunque no entiendas.  El Espíritu Santo en ti, te da instrucciones, y algo en ti te lleva a obedecer, a pesar de que tu mente no pueda entender lo que estás haciendo.  Y la fe es también persistir, aunque no lo sientas.  

Muchos nos hubiéramos quitado antes de ese experimento, hubiéramos renunciado a esa posibilidad, pero el que tiene verdadera fe en su vida, es una persona capaz que, a pesar que no lo sienta, continúa hacia todo lo que Dios le ha prometido.  

7 Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; 8 pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada. 9 Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así.”  Hebreos 6:7-9  

El apóstol está escribiendo a personas que habían retrocedido.  Los versos anteriores el apóstol está hablando de aquellos que habían comenzado en el camino del Señor y, de repente, lo habían negado, se quitaron.  Y comienza a hacer el contraste entre aquellos que siguen y los que no; comienza a hacer contraste de los frutos de aquellos que sí decidieron persistir en su fe.  

10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.”  Hebreos 6:10  

La gente se desespera porque piensa que Dios se olvida de ellos, pero el apóstol dice: Dios no se olvida de ti ni de la obra de tus manos.  

11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.”  Hebreos 6:11-12  

No comiences algo con un ánimo, y no lo termines con el mismo ánimo.  Las cosas se empiezan con un ánimo, y se terminan con el mismo ánimo, con la misma fuerza con la que comenzaste.  El apóstol dice: tienes que mostrar esto hasta el fin, para plena certeza de la esperanza.  Lo que demuestra que tienes esperanza es que tienes la misma solicitud de principio a fin.  No me digas que tienes fe, que tienes esperanza de que algo va a pasar, y estás desanimado.  Si comienzas algo hoy, hasta que lo termines, muestra la misma solicitud porque eso es lo que demuestra que hay en ti esperanza de que algo va a pasar.  Ten el mismo ánimo, la misma fortaleza para seguir hacia adelante.  

Aquel que no muestra la misma solicitud hasta el fin, deja de trabajar, se vuelve perezoso, deja de hacer cosas, deja de luchar, deja de trabajar, deja de batallar en su vida, deja de continuar haciendo lo que tiene que hacer, el trabajo que tiene que hacer.  No te puedes volver perezoso, tienes que mantener la misma esperanza y la misma solicitud.  Imita a aquellos que por la fe y la promesa heredan la promesa.  

13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.”  Hebreos 6:13-14  

Cuando miramos la vida de Abraham, nos damos cuenta que tuvo un problema donde la anticipación se convirtió en desesperación.  Dios le promete ser padre de mucha gente, y él lo que vio fue una gotita.  Veinticinco años le tomó tener al hijo de la promesa; y en medio de ese tiempo de espera, se desespera y comete el error de acostarse con la sirvienta y tener un hijo que todavía hoy hay conflicto por su causa.  El conflicto que vemos hoy allá en Israel y Palestina es producto de Abraham, producto de la guerra entre Isaac e Ismael a través de la historia.  Por eso, cuando alguien dice que a nadie le importa lo que haga en su cama, hay que recordar esta historia porque hoy tenemos que lidiar con un problema de miles de años porque alguien se acostó con la persona incorrecta en ese momento, y todavía al día de hoy está la batalla.  La iglesia ora por Israel, pero hay que orar por Palestina también.  Para Cristo, somos uno; no hay judío ni griego; somos gente de todas las naciones, y hay hijos de Dios israelitas, judíos; y hay hijos de Dios palestinos y, en esas regiones del mundo, el Evangelio está creciendo más rápido de lo que pensamos porque, a diferencia de nosotros, ellos tienen que hacerlo en lo oculto, en lo secreto y en persecusión; y así la iglesia siempre crece más.  Y tenemos que orar por los dos porque, si creemos que Cristo vino y murió por nosotros en la cruz del Calvario, tenemos que entender que él no murió solo por Israel, sino por todos nosotros.  Y esa gente, cuando le entregan su vida al Señor, tienen que renunciar a su familia completa; básicamente, los desheredan.  Y en esos lugares, el Evangelio está creciendo cada vez más.  El hecho de que no lo podamos ver, no quiere decir que Dios no esté haciendo la obra.  

Como creyente, como cristiano, tienes que estar claro que la fuerza del futuro te llama más que la resistencia de tu pasado.  

Cuando ves un árbol de mangó y ves su fruto, tienes que saber que esa semilla hoy parece nada, que no importa de dónde viene, de dónde salió, si el mangó era dulce, jugoso; la verdad es que cuando se siembra la semilla, jamás se parece a lo que fue, pero tampoco sabemos todo lo que va a llegar a ser.  Cuando tú siembras una semilla de lo que sea, el futuro que está en esa semilla, le llama más que el pasado que hay en ella; de dónde salió, de qué palo se cayó, de que lugar entró, de cuánto rodó en la tierra.  Nada de eso importa.  Nada de eso la detiene.  Cuando tú siembras esa semilla, el futuro comienza a halar de adentro de la semilla, lo grande que está dentro de ella.  Y de la misma manera que la gravedad hala la gota del experimento, parece ser que la resistencia es más fuerte, más poderosa y parece ser que algo es sólido cuando es líquido, pero entiende que aunque sea una gota cada ocho años, la fuerza de la gravedad nunca será vencida por la resistencia que le hace la viscosidad de esa sustancia.  La fuerza de gravedad la va a halar hasta que caiga.  Y tu futuro, el destino que Dios tiene para ti, hace más fuerza que el pasado que te está tratando de halar, y eventualmente, la promesa de Dios se va a cumplir en tu vida.  

Tu pasado parece más grande, parece más difícil, parece más duro, parece tiempo perdido; cuando estás en un momento de espera por lo que Dios te prometió, te desesperas porque tu vida pareciera ir una gota a la vez, y te desesperas, te pones ansioso y comienzas a cometer errores, a tomar malas decisiones porque piensas que tu pasado te está deteniendo, que te está halando.  Pero oye bien: parece lento, pero tienes que mostrar la misma solicitud hasta el fin porque tu futuro tiene más fuerza que la resistencia que hace tu ayer y, poco a poco, te vas a dar cuenta de que Dios te va a llevar al lugar que Él te prometió.  Quizás, en tu generación, solo verás una gota caer, pero las próximas generaciones tendrán que ver la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta; y nada te va a detener de alcanzar lo que Dios te prometió. 

5 Comments
  • Jhon
    Posted at 14:13h, 28 March Reply

    Amén, aleluya

  • wiliam Antonio Chacon Vargas
    Posted at 15:44h, 28 March Reply

    amen así es Dios es Fiel.

  • Milervis velasquez
    Posted at 12:57h, 30 March Reply

    Hermosa enseñanza que alimenta mi espíritu mi alma y mi cuerpo, renueva mis fuerzas como las águilas. Gracias Dios por utilizar al Pastor Otoniel para enseñar tu palabra en todas las naciones, síguele dando sabiduría para seguir dando el todo por tu palabra. Bendicelo desde lo alto.

  • Nelson García
    Posted at 02:47h, 01 April Reply

    Amén así será

  • SILVIA H. GÓMEZ A.
    Posted at 00:21h, 05 May Reply

    Amén. Bendiciones

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