27 Jul Todo lo que tú Necesitas
“6 Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte. 7 Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates. 8 Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos. 9 En aquel tiempo yo os hablé diciendo: Yo solo no puedo llevaros. 10 Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud. 11 !!Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!” Deuteronomio 1:6-11
Deuteronomio fue predicado a una generación que iba a conquistar, a Josué y Caleb, y a un grupo de judíos que habían nacido en el desierto. La Biblia dice que eran menores de veinte años, así que lo que estamos viendo en Deuteronomio es la explicación a ese grupo de personas. Moisés les explicó cuál fue el error de sus padres: se rebelaron en el desierto, no creyeron esta palabra. Entonces, vuelve y les da el decálogo, los libros de la ley, les dice cómo se tienen que comportar porque es una nueva generación. En Josué, vemos cómo, luego de empoderarlos con esa palabra, Josué comienza la conquista.
“3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.” Josué 1:3
Esta fue la promesa de Dios a Moisés, pero Moisés no lo alcanzó. Estuvo cuarenta años dando vueltas en el desierto al lado del monte Horeb, pero nunca conquistó la tierra. ¿Por qué? Porque nunca la pisó. ¿Por qué no la pisó? Mandó doce espías a que la pisaran por él.
Cada vez que tú mandas a otro a que pise o declare o reclame lo que se supone que tú reclames, vas a quedar a la merced de la opinión de los otros, a ver si tú puedes o no puedes.
Moisés nunca entró, nunca la pisó; la vio desde lejos. Pero la promesa no se te da por verla; se conquista por pisarla, por atreverte y entrar, no por verla. No es el que ve lo que se podría hacer en un local quien termina haciéndolo, sino el que va y lo hace. Te ha pasado que pasas por un sitio y dices: hay cabría una panadería. Pero no es por lo que tú ves que se pueda realizar, sino por que vayas y busques la llave, el permiso. Es el que va y pisa y camina quien lo posee.
Lo que pasa es que en la iglesia se nos llena la cabeza diciendo: mira lo que Dios tiene para ti. Pero no es lo que tú ves lo que te da derecho a conquistar, sino lo que tú pisas; es la acción que tú tomas.
“4 Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. 5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.” Josué 1:4-5
Dios le dice a Moisés: voy a estar contigo como estuve con Moisés. Pero no hizo todo lo que hizo con Moisés. ¿Qué dirigía a Moisés en el desierto? La nube. Esa nube se quedó en el monte Horeb. Josué nunca más vio aquella nube. Imagina moverte por cuarenta años porque ves la nube, pero ahora Dios te dice: tú eres el que vas a caminar, voy a estar contigo como estuve con Moisés, pero la nube se queda ahí. Cuando ellos entran a la tierra prometida, en Josué 5, tan pronto pusieron un pie y cruzaron el río Jordán, lo primero que pasó fue que cesó el maná. Dios le dice a Josué que va a estar con él como estuvo con Moisés, pero tan pronto entra a la tierra prometida, lo primero que hace es que le quita el maná. ¿Por qué la gente no sale de la ayuda social? Porque el día que vuelves a trabajar, te quitan el maná. Pero entonces, queremos prosperar en un país donde tan solo quinientas mil personas trabajamos. Pero diles que les vas a quitar el maná. A la gente le fascina el maná. Pero Dios le dice a Josué que estaría con él como con Moisés, y no solo le quita el maná tan pronto entra a la tierra prometida, sino que ninguna de las cosas que pasaban con Moisés comienzan a pasar.
¿Tienes tú la fe suficiente para seguir conquistando aunque no pase en tu vida lo que tú veías externamente suceder y con todo y eso atreverte y salir y conquistar? ¿Tienes la valentía para enfrentarte con todas esas manifestaciones externas?
Cuando Dios llama a Moisés en el desierto, Moisés llega atemorizado frente a aquella zarza ardiendo, y lo primero que dice es: Señor, no me creerán. Y Dios le preguntó: ¿qué tienes en tu mano? Moisés respondió: una vara. Y Dios le dijo: suéltala. Y se convirtió en serpiente. Dios le dice que la agarre y cuando lo hace, se convierte en vara. Ahora Moisés tiene aquella vara, que había sido de apoyo, y ahora se convierte en una vara de autoridad. Moisés tiene que haber pensado: con esta vara hago lo que sea. Llega donde Faraón, la vara se convierte en serpiente y se come las otras. Cada vez que él levantaba la vara, un milagro ocurría. Llegan al mar Rojo y Dios le dice: ¿por qué clamas a mí? Dile a mi pueblo que marche, y tú, extiende la vara. Y el mar se abrió. Y entonces, Dios le dice a Josué: como estuve con Moisés estaré contigo. Pero no le dio una vara. Josué no tenía una vara. Josué no tiene nada a su alrededor que le diga que Dios va a estar con él. Josué ve milagros después, pero al principio de su caminar, todo lo que él había vivido en el desierto desaparece. La única manera de emprender es dejar de depender del gobierno. La única manera de prosperar es dejar de extender tu mano para que te den y te sigan ayudando. Es atreverte a ceder todo lo que hay afuera y decir: mi socorro viene de Jehová y Él proveerá.
Necesitamos una nueva generación, gente que diga: no hay nube, no hay maná, pero voy a conquistar.
Cuando Dios le dice a Josué que va a estar con él, no le da una vara. La vara representa esos milagros externos que comienzan a llegar a nuestra vida, todas esas cosas gloriosas. Pero Dios no le da una vara, le da la palabra.
“6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.” Josué 1:6-7
Todo lo que Josué tenía para prosperar eran diez reglas, leyes, una palabra de parte del Señor. Lo único que Josué tenía era la palabra de Dios que le decía: atrévete a caminar hacia delante.
Moisés nunca supo que lo más grande que él tenía no era la vara, sino que Dios le dijo: ve en el nombre de Yo Soy el que Soy.
Más poderoso que una vara es Yo Soy el que Soy, pero cuando tú dependes de la vara y no de Yo Soy el que Soy que va dentro de ti, entonces, siempre dependes de que la nube se mueva, de que todo a tu alrededor pase, en vez de caminar conforme a la palabra de Dios.
Tú no necesitas una vara. Tú lo que necesitas es la palabra para atreverte a caminar hacia lo que Dios tiene para tu vida y mirar cómo las cosas se van a abrir delante de ti. Él te dijo que va a estar contigo, pero la experiencia es diferente. Josué nunca levantó una vara. ¿Cómo se abrió entonces el Jordán? Dios le dijo: dile a mi pueblo que marche. Y aquella gente se puso el arca del pacto encima y comenzaron a caminar. Los primeros sacerdotes pusieron el pie en el agua, y no se dividió; dieron otro paso, y nada; no fue sino hasta que les llegó el agua hasta el cuello, que entonces se abrió el río Jordán.
En este tiempo, lo que hace falta es gente que siga a la gente correcta que tiene la palabra en su mano y, aunque estén con el agua hasta el cuello, van a seguir caminando hasta que se abra delante de ellos lo que Dios les prometió, porque tienen una palabra de parte de Dios para su vida para conquistar esta tierra y lograr lo que Dios les ha prometido. Por eso es que siempre decimos que el que tiene una palabra lo tiene todo.
Todo lo que tú necesitas es una palabra de parte de Dios para caminar, para entrar y para poseer la tierra. Deja de depender de todo lo externo, de la vara. Camina agarrado de la palabra de Dios.
MARTHA LUCIA HERNANDEZ
Posted at 14:54h, 27 JulyAmen pido a Dios que tome el control de mis pensamientos gracias
Pastor por este mensaje Dios lo bendiga
Ana Silvia Zambrano Romo
Posted at 15:13h, 27 JulyGloria a Dios.
Alicia Farías González
Posted at 15:35h, 27 JulyAmén!! Gracias Pastor Otoniel, por está enseñanza,fundamentada en la Palabra de Dios, Bendiciones para sus vidas
Maryori
Posted at 16:02h, 27 JulyAmén aleluya
Alejandra ceron
Posted at 16:56h, 27 JulyAmén Dios es grande y fiel
PETRONA
Posted at 21:23h, 27 JulyAMEN AMEN GLORIA A DIOS
Nelson García
Posted at 00:11h, 28 JulyAmén así será caminaré agarrado de tu mano señor mío y Dios mío
DENIS
Posted at 02:46h, 28 JulySigo caminando sobre la palabra que Dios me entrego, y se que todo esta listo solo debo esforzarme y meditar en su palabra, gracias Pastor Otoniel por afirmar la palabra que Dios me regalo hace mas de 9 años y sobre la cual camino diariamente. Le bendigo.
Oswaldo Monier
Posted at 15:40h, 28 JulyDios lo bendiga a ud, su familia y su Iglesia Fuente de Agua Viva Carolina Puerto Rico ??????Ps Otoniel Font, gracias por enseñarnos el camino de la salvación, saludos cordiales de parte de la familia Monier-Candia de Lima Perú ??????
Richard Rangel
Posted at 14:06h, 30 JulyPastor que Dios lo siga bendiciendo grandemente cada día en sabiduría conocimiento discernimiento
Zaida Bautista Suray
Posted at 23:32h, 30 JulyBendiciones Pastor Otoniel y a toda su familia y a su Iglesia desde Perú!!!
oren por nosotros que no gobierne el Comunismo el Señor nos librará
Gloria a Dios!!!
Admin3
Posted at 11:19h, 03 AugustBendiciones, nos ponemos de acuerdo en oración y declaramos que Dios cumple todos los anhelos de tu corazón. Te bendigo.
Juan Carlos Ojeda Cornejo
Posted at 20:16h, 01 AugustMuchas gracias por esta palabra Pastor Otoniel,Dios lo bendiga