24 Oct La sabiduría en lo simple
En la historia de la humanidad, solemos asociar la sabiduría con la edad, la experiencia o los títulos académicos. Sin embargo, la Biblia nos muestra que Dios frecuentemente elige lo que el mundo considera “necio” para revelar su poder y transformar su creación. Desde los tiempos del Antiguo Testamento hasta la vida de Jesús, encontramos ejemplos de cómo Dios toma lo aparentemente débil, pequeño o inexperto y lo utiliza para sorprender a los sabios y cambiar el curso de la historia. La verdadera fuerza y conocimiento no dependen de la apariencia externa, sino de la conexión profunda con la palabra y la voluntad de Dios.
Un ejemplo claro de esto lo encontramos en Lucas 12, donde un niño de apenas 12 años, llamado Jesús, dejaba atónitos a los eruditos y maestros de su tiempo. Su comprensión y respuestas sobre la palabra de Dios eran tan profundas que incluso los más instruidos tenían que acudir a él para entender lo que antes parecía inalcanzable. Este niño no necesitaba trucos ni retórica elaborada; simplemente tenía la palabra de Dios en su corazón, y eso era suficiente para superar cualquier sabiduría humana.
Este relato nos recuerda que la sabiduría divina muchas veces es contraria a la lógica humana. Lo que el mundo ve como debilidad, ingenuidad o incapacidad, Dios lo puede convertir en instrumento de revelación y transformación. No se trata de aparentar conocimiento, sino de estar dispuesto a aprender, obedecer y permitir que la palabra de Dios opere en nuestra vida. La humildad y la apertura son esenciales para recibir la verdadera sabiduría que viene de lo alto.
Además, esta enseñanza nos desafía a no subestimar nunca a los pequeños, los jóvenes o los aparentemente inexpertos. La historia bíblica está llena de personas que, por su simplicidad o su aparente incapacidad, fueron usadas para cumplir propósitos extraordinarios. Dios demuestra que su poder no depende de la fuerza o del prestigio humano, sino de la disposición de un corazón alineado con Él. Cada uno de nosotros puede ser un canal de su sabiduría y bendición, sin importar nuestra edad, posición o recursos.
Finalmente, la lección más importante es confiar en que Dios puede usar cualquier cosa para manifestar su gloria. La necedad de un niño de 12 años, que parecía insignificante para los adultos eruditos, fue suficiente para mostrar la profundidad de la palabra divina. Hoy, al mirar nuestra propia vida, debemos recordar que Dios puede sorprendernos y usar lo inesperado para transformar nuestras circunstancias y las de quienes nos rodean. Lo simple, lo humilde y lo aparentemente débil puede ser la herramienta más poderosa en las manos del Creador.
El mensaje está disponible acá.
Oswaldo Monier Bemudez
Posted at 06:31h, 25 OctoberDE LO MÁS VIL Y MENOSPRECIADO DEL MUNDO ME ESCOGISTES PARA HUMILLAR AL RICO Y AL SABIO Y ME LLAMASTES A SER TÚ HIJO A. AMADO PADRE CELESTIAL
AMÉN 🙏🙏😘😘🙏🙏
Marttha
Posted at 23:35h, 25 OctoberAmén Gloria a Dios