26 May No te conformes a este mundo

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. (Romanos 12:2). Estas palabras del apóstol Pablo no son una sugerencia, sino un llamado urgente a una revolución espiritual. En un mundo que busca moldearnos a su imagen, el cristiano está llamado a algo radical: una mente renovada. Pero, ¿qué significa esto en la práctica? ¿Cómo se logra esta transformación en medio de una cultura que nos bombardea con sus “valores”?

Vivimos en una era de estímulos constantes: redes sociales, música secular, series, publicidad y entretenimiento que, de manera sutil pero poderosa, moldean nuestra forma de pensar. El conformismo no es solo seguir la corriente; es aceptar como normal lo que antes hubiéramos considerado inaceptable.

Ejemplos de cómo el mundo nos conforma:

-Series y redes sociales: muchas producciones de hoy normalizan el pecado, presentando el egoísmo, la inmoralidad sexual y la falta de perdón como algo “natural”. Las redes sociales, por su parte, promueven la comparación, la vanidad y la ansiedad, alejándonos de la humildad y el contentamiento que enseña la Biblia (Filipenses 4:11-12).

-Música y cultura pop: las letras de muchas canciones trivializan el amor, glorifican el materialismo (“Si no tienes dinero, no vales nada”) o incluso ridiculizan la fe. ¿Cuántas veces hemos tarareado una canción sin darnos cuenta de que sus mensajes están envenenando nuestra mente?

-El relativismo moral, la sociedad dice: “Tú tienes tu verdad, yo tengo la mía”, negando la existencia de principios absolutos. Pero Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6). El conformismo nos lleva a aceptar esta mentalidad, diluyendo nuestra convicción.

El problema no es solo lo que consumimos, sino cómo nos afecta.

Dios no quiere “cristianos light”—creyentes que mezclan el evangelio con los valores del mundo—, sino hombres y mujeres transformados. La renovación mental no es un evento único, sino un proceso diario de resistencia y alineación con la voluntad de Dios.

En un mundo que nos dice “relájate, todos lo hacen”, Romanos 12:2 nos desafía: “No te conformes”. La verdadera espiritualidad no es seguir modas, sino vivir en contracorriente. ¿Estás dispuesto a pagar el precio? La renovación de la mente no es opcional; es el camino hacia una vida que honra a Dios. ¿Qué necesitas soltar hoy para pensar como Cristo?

El mensaje completo está disponible acá.