06 May El termostato Divino. La verdadera razón por la que has perdido tu paz.

En un mundo donde la tecnología nos permite controlar la temperatura de nuestros hogares desde el celular, existe un termostato más poderoso que cualquier dispositivo moderno: el Espíritu Santo en tu interior. Pero ¿por qué tantos creyentes viven con sus emociones desreguladas a pesar de tener este don divino?

La respuesta se encuentra en una verdad revolucionaria que la iglesia moderna necesita redescubrir. Tu cuerpo está consciente del mundo, tu mente está consciente de ti mismo, perotu espíritu es el único que está verdaderamente consciente de Dios. El problema surge cuando permitimos que las señales equivocadas regulen nuestra temperatura espiritual.

Vivimos en la primera generación de la historia que enfrenta simultáneamente tres niveles de estrés: global, nacional y personal. Las noticias de guerra llegan en tiempo real, las crisis económicas se sienten instantáneamente, y nuestros problemas personales se amplifican en medio de este caos universal.

Pero existe una paz que desafía toda lógica humana, una paz que, paradójicamente, solo se manifiesta en medio de la tormenta. No es una paz que depende de circunstancias favorables; es una paz que florece precisamente cuando todo parece estar fuera de control.

En el mensaje completo, descubrirás cómo el Espíritu Santo actúa como un termostato divino, regulando no solo tus emociones, sino también tu perspectiva de la realidad. Aprenderás los cuatro niveles de paz que Dios ha diseñado para tu vida y cómo activar cada uno de ellos.

Esta no es una simple enseñanza sobre el manejo del estrés; es una revelación profunda sobre cómo el Espíritu Santo quiere regular cada aspecto de tu vida interior. Es un mensaje que transformará tu comprensión de Filipenses 4:7 y te mostrará cómo experimentar una paz que verdaderamente sobrepasa todo entendimiento.

El mensaje completo disponible acá. Haz click en el enlace en la descripción para descubrir cómo puedes experimentar esta regulación divina en tu vida. No permitas que el caos externo determine tu temperatura espiritual por un día más.