13 May El secreto de la paz en la tormenta: no es ausencia, sino presencia.
La concepción errónea más común es que la paz es la mera ausencia de problemas. Nos imaginamos un futuro utópico donde las facturas se pagan solas, los hijos son modelos de comportamiento, y el trabajo fluye en una armonía perfecta. Anhelamos ese oasis de tranquilidad donde las preocupaciones simplemente se desvanecen. Pero la verdad, la verdadera paz, no reside en esa ilusión de un mundo sin dificultades.
Permíteme contarte una historia fascinante, una pequeña pero profunda lección que aprendemos incluso en los comienzos más frágiles de la vida. En las unidades de cuidado intensivo neonatal, donde los bebés prematuros luchan por adaptarse a un mundo exterior abrumador, los profesionales utilizan un recurso sorprendente: un simple guante lleno de agua tibia. Este gesto, aparentemente insignificante, tiene un impacto profundo en estos pequeños seres. ¿Sabes por qué funciona? Porque simula la presencia de alguien, el calor reconfortante de una mano sosteniendo, la sensación de no estar solos. Y esa simple presencia, ese pequeño acto de conexión, tiene el poder de estabilizar sus signos vitales, calmar su agitación y transformar su experiencia en un momento tan vulnerable.
De la misma manera, la paz verdadera en nuestras vidas no es la eliminación mágica de nuestros problemas. No se trata de un escape de las tormentas, sino de la certeza inquebrantable de la presencia de Alguien. Es saber, en lo profundo de nuestro ser, que no estamos solos en nuestras luchas. Es comprender que hay Alguien infinitamente más grande que nuestras circunstancias caminando a nuestro lado en cada instante, sosteniéndonos cuando sentimos que vamos a zozobrar.
La Biblia, esa guía atemporal para el alma humana, nos ofrece una promesa asombrosa en Filipenses 4:7: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. ¿Captas la profundidad de estas palabras? Significa que tienes acceso a una paz que va más allá de tu capacidad de comprenderla con la mente lógica. Una paz que puede florecer incluso cuando, humanamente hablando, no tiene ningún sentido sentirla.
Paz cuando los números no cuadran y la ansiedad acecha. Paz cuando el diagnóstico médico es sombrío y el miedo intenta paralizarte. Paz cuando todo a tu alrededor parece conspirar en tu contra.
Esta paz sobrenatural no brota de tener todas las piezas de tu vida perfectamente encajadas bajo tu control. Su origen es mucho más profundo y seguro: viene de la certeza de que Aquel que tiene absolutamente todo bajo control está contigo, en cada paso del camino, en cada respiración. No es la ausencia de la tormenta rugiendo a tu alrededor, sino la poderosa presencia del que tiene el poder de calmar incluso las tempestades más feroces con una sola palabra.
Si te encuentras en una búsqueda anhelante de paz verdadera, te animo a que dejes de buscarla en la vana ilusión de un mundo sin problemas. En cambio, dirige tu corazón y tu atención a la presencia constante de Dios en tu vida. Es en ese encuentro, en esa conexión íntima con el Todopoderoso, donde hallarás la paz que realmente anhelas. Es una paz que desafía la lógica humana, que se eleva por encima de las circunstancias más adversas, que tiene el poder de transformar tu realidad interior, incluso cuando el exterior permanece turbulento.
¿Deseas profundizar en cómo experimentar esta paz sobrenatural en tu propia vida? Te extiendo una invitación especial a ver el mensaje completo que he preparado y que está disponible en nuestro canal. La paz que tu corazón anhela está mucho más cerca de lo que quizás imaginas, y está disponible para ti justo ahora, en este mismo instante. No permitas que la ilusión de una vida sin problemas te distraiga de la verdadera fuente de paz: la inquebrantable presencia de Dios a tu lado.
El mensaje completo está disponible acá.
Marttha
Posted at 11:00h, 13 MayAmén gracias por la palabra
Oswaldo Monier Bemudez
Posted at 08:40h, 14 MayTú Presencia Que Sobrepasa Todo Entendimiento. ES La Fortaleza De Mi Vida Y La De Mi Familia AMADO PADRE CELESTIAL
AMÉN🙏🙏🙏