14 May El diseño divino: tu ser hecho para responder a la presencia de Dios.
No es algo que debas aprender laboriosamente, una habilidad que se adquiere con esfuerzo. Está literalmente tejido en tu ADN espiritual, en la misma fibra de tu alma. Fuiste creado con una predisposición divina a reconocer y reaccionar ante la cercanía de tu Creador.
Permíteme ilustrar este punto con un descubrimiento fascinante del mundo de la ciencia. Los investigadores han observado que los bebés prematuros, en su estado más vulnerable, responden instintivamente al tacto simulado. Sin instrucción previa, sin ningún tipo de entrenamiento, estos pequeños seres reconocen y reaccionan a la sensación de presencia. Su ritmo cardíaco se estabiliza, sus niveles de estrés disminuyen notablemente, y todo su ser parece encontrar una profunda paz en esa simple imitación de contacto humano.
De manera similar, tu alma, desde su concepción divina, está programada para vibrar en sintonía con la presencia de Dios. No necesitas un manual de instrucciones complejo para descifrar esta respuesta. No requieres años de intrincada educación teológica para desbloquearla. Tu ser interior, ese núcleo espiritual que te define, está inherentemente diseñado para reconocer y responder a Su cercanía.
Es por esta verdad fundamental que el salmista, un hombre que experimentó la intimidad con Dios en profundidades inigualables, escribió con convicción: “En tu presencia hay plenitud de gozo” (Salmo 16:11). No dijo que necesitabas comprender perfectamente cada matiz de la doctrina, ni memorizar miles de versículos de las Escrituras. Simplemente afirmó que en Su presencia, en la cercanía palpable de lo divino, reside una plenitud de gozo que trasciende cualquier otra experiencia terrenal.
Cuando te sientes inexplicablemente inquieto, cuando algo dentro de ti anhela una conexión más profunda, cuando un vacío parece clamar por ser llenado, no lo descartes como una mera coincidencia o un capricho emocional. Es tu diseño original manifestándose, esa programación divina activándose. Es tu ser respondiendo al llamado silencioso pero persistente de tu Creador, buscando la fuente de su existencia y su plenitud.
Al igual que un girasol, con una sabiduría inherente, se inclina naturalmente hacia la luz del sol, tu espíritu está intrínsecamente diseñado para volverse hacia Dios, la fuente de toda luz y vida. No es una acción que debas forzar con voluntad férrea; es una inclinación natural, una respuesta preprogramada que ya reside en lo más profundo de tu ser.
¿Alguna vez te has sentido inexplicablemente atraído hacia lo divino, hacia algo más grande que lo puramente físico? ¿Has experimentado esos momentos fugaces donde tu corazón parece reconocer una verdad trascendente, algo que va más allá de la comprensión racional? No estás imaginando cosas. Estás funcionando exactamente como fuiste diseñado para hacerlo. Estás respondiendo al llamado de tu Creador, a esa conexión primigenia que define tu existencia.
Si anhelas comprender más profundamente cómo tu ser está tan maravillosamente y perfectamente diseñado para experimentar la presencia de Dios, te extiendo una invitación cordial a ver el mensaje completo que he preparado y que está disponible en nuestro canal. Descubrirás las implicaciones de este diseño divino y cómo puedes cultivar una mayor conciencia de la presencia de Dios en cada aspecto de tu vida. La plenitud, el gozo y la paz que tu corazón busca están más cerca de lo que piensas, esperando ser reconocidos y experimentados en esa conexión innata con tu Creador.
El mensaje completo está disponible acá.
Marttha
Posted at 10:33h, 14 MayAmén gracias por la palabra