La autenticidad que Dios busca: más allá de las apariencias
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 La autenticidad que Dios busca: más allá de las apariencias

Imagina por un momento un Chrysler con el logo de Bentley. A primera vista puede engañar, pero cuando llega el verdadero Bentley, la diferencia es innegable. Esta imagen revela una verdad profunda sobre la autenticidad que Dios busca en nosotros: la integridad no es una máscara que nos ponemos, sino una transformación que vivimos desde adentro.

En hebreo, la palabra “tom” para integridad significa ser completo, de una sola pieza – es la alineación perfecta de todo nuestro ser con el propósito divino. En un mundo obsesionado con el manejo de imagen, donde nos presionan constantemente para proyectar una versión “mejorada” de nosotros mismos, Dios busca la autenticidad del corazón.

La Escritura nos recuerda en 1 Samuel 16:7 que “el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón.” Esta verdad fundamental desafía nuestra tendencia a construir fachadas espirituales. ¿De qué sirve tener el logo de Bentley si por dentro somos un Chrysler? La verdadera integridad emerge cuando lo que somos en privado coincide perfectamente con lo que proyectamos en público.

No estamos hablando de perfección, sino de autenticidad. La integridad es el fruto natural de una vida transformada por la gracia, donde nuestras acciones fluyen de un corazón renovado por el Espíritu Santo. Como dice Pablo en 2 Corintios 5:17, somos nuevas criaturas en Cristo no simplemente versiones mejoradas de nuestro antiguo yo.

Esta transformación afecta cada aspecto de nuestra vida. Nuestra adoración del domingo se convierte en el reflejo fiel de nuestra vida del lunes. Nuestras palabras dejan de ser ecos vacíos y se convierten en expresiones auténticas de una realidad interior. Ya no necesitamos pretender ser algo que no somos, porque hemos encontrado nuestra verdadera identidad en Cristo.

En el mensaje completo que encontrarás en nuestro canal de YouTube, profundizamos en cómo podemos desarrollar esta integridad auténtica que Dios busca. La verdadera integridad no se imita; se vive desde el corazón transformado. ¿Estás listo para experimentar esta transformación profunda? Te invito a descubrir más en el mensaje completo haciendo clic acá.

1 Comment
  • Marttha
    Posted at 16:19h, 26 March Reply

    Amén gracias por la palabra. Bendiciones

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