El compromiso de Dios
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El compromiso de Dios

Si buscamos un ejemplo de compromiso, no hay uno más grande que el de Dios. Los compromisos que Él hace son inquebrantables y siempre están fundamentados en la justicia.


Debes tener plena confianza en que si Dios te promete algo, Él lo cumplirá. Dios sostiene Su Palabra a lo largo del tiempo.


En esta oportunidad, exploraremos la relación de Abraham con Dios y cómo, incluso en los momentos difíciles, el compromiso de Él permaneció firme.

Si usted mira Génesis capítulo 12, se va a dar cuenta de que lo que Dios le promete a Abraham es exactamente lo que Adán perdió. Dios le dice: “Te voy a dar una tierra”. ¿Qué perdió Adán? El huerto del Edén. Dios le dice: “Te voy a llevar a una tierra”. ¿Qué más le dice Dios a Abraham? “Voy a hacer de ti una nación grande, voy a darte gente como tú y como yo”. Es lo mismo que Dios le dijo a Adán: “Fructifícate y multiplícate”. Y lo más grande que Dios le prometió, que lo vamos a ver hoy, es: “Mi presencia va contigo; vas a caminar delante de mí”.

Así que Dios toma a Abraham, y es el primer hombre que recibe, por fe, lo que Adán había perdido. Ahora Abraham tiene que comenzar a caminar para recuperar aquello que Adán perdió.

Por ejemplo, para nosotros hoy esto es importante porque es por la fe que podemos esperar esos mismos resultados en nuestra vida. Ahora vaya conmigo al libro de Génesis capítulo 17. Esto es parte repaso y parte nuevo. Como dije, estoy tratando de simplificar estos conceptos. Sé que hay gente que nos ve, ¿verdad?, por la televisión, por las redes sociales, y aún aquí, que quizás son nuevos en la iglesia, pero estos conceptos son bien importantes que los estudiemos. Lo voy a simplificar porque creo que lo va a entender muy bien.

Lo que quiero mostrarte, Génesis 17 viene después de Génesis 15, ¿verdad? esa es la primera revelación de hoy: Génesis 17 viene después de Génesis 15. En Génesis 15 observamos, hace un par de semanas atrás, algo bien importante, y te lo recuerdo para que podamos entender Génesis 17.

En Génesis 15 Dios hace un pacto unilateral con Abraham. Dios llama a Abraham y le dice: “Abraham, te voy a dar una nación grande; te voy a bendecir; te voy a prosperar”. Abraham dice: “¿Pero cómo va a ser esto?”. Y Dios le dice: “Tráeme una ofrenda; tráeme unas ofrendas específicas; tráeme unos animales específicos y pártelos por la mitad”. Abraham fue, los cortó, los partió por la mitad.

Abraham sabía lo que iba a pasar en ese momento. Sabía lo que iba a ocurrir porque lo que Dios le estaba pidiendo era exactamente lo que hacían los grandes hombres, los reyes, para hacer un pacto con otros. ¿Qué hacían? Partían unos animales por la mitad y, cuando los partían, caminaban entre ellos y le decían a la otra persona: “Si yo no cumplo mi palabra, me puedes partir como estos animales”. Ese era el significado.

Así que Abraham tenía que partirlos por la mitad, ponerlos en un lugar donde iban a caminar. Se suponía que caminaran los dos. Y ahora, cuando caminaban los dos, el significado detrás de todo eso era: “Si yo no cumplo, párteme así, como estos animales”. Se suponía que Abraham caminara por ese lugar. Pero Abraham no caminó. Dios esperó que Abraham se durmiera, y el único que caminó fue Dios.

Dios caminó por encima de aquello, diciéndole: “Si no cumplo, así me van a partir”. Y, con todo y eso, lo partieron. Así fue lo que pasó con Cristo en la cruz del Calvario. Pero Dios esperó que Abraham se durmiera porque sabía que Abraham nunca iba a poder cumplir con todo lo del pacto. Y si caminaba, Dios tendría que picarlo a él por la mitad.

Entonces, es un pacto incondicional: no se trata de lo que Abraham haga, sino de lo que Dios iba a hacer. Y la Biblia dice que Abraham creyó eso y le fue contado por justicia.

¿Por qué? Porque Dios estaba asegurando que Cristo pudiera venir a redimirnos a nosotros. Porque si depende de nosotros, nada iba a pasar. Usted tiene relaciones con gente que, si usted no hace las cosas, nada pasa. A veces usted le pide algo a sus hijos y es infructuoso pedírselo. A veces nos pasa con empleados: hay cosas que usted pide, los puede motivar, los puede presionar, incluso asustar, y al final usted dice: “Si no lo hago yo, no va a salir”. ¿Cierto?

Pues así hizo Dios. Tan sencillo como eso. Dios dijo: “¿Sabes qué? Esto no puede depender de Abraham. Esto tiene que depender de lo que yo voy a hacer por Abraham. Yo me voy a comprometer”. Y Abraham lo único que tenía que hacer era creer. Por lo tanto, no depende de lo que Abraham haga, sino de lo que ya yo me comprometí a hacer.

3 Comments
  • Wiliam Antonio Chacon Vargas
    Posted at 16:52h, 24 January Reply

    Así me Dios cumple su palabra bendiciones

  • Oswaldo Monier
    Posted at 08:27h, 25 January Reply

    Tus Promesas Y Pactos Son Perfectos Y Eternos GRACIAS AMADO PADRE CELESTIAL POR TODO LO QUE ME DAS DÍA A DÍA
    AMÉN 🙏🙏🙏

  • Marttha
    Posted at 15:05h, 26 January Reply

    Amén gracias mi Sr

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