Adiós al Paraíso
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Adiós al Paraíso

Si no logras someterte al pacto, enfrentarás consecuencias que causarán problemas en tu vida. ¿Alguna vez la serpiente se ha metido en tu cabeza, en tus acciones? ¿Le das voz a esa serpiente?


Vivir para Dios no es sencillo, pero es algo que debemos hacer desde el amor. Paso a paso, debemos enfrentar las cosas y las situaciones, viviendo en Su Palabra, en lo que realmente Él quiere para nosotros.

Vamos a tener en algún momento algunos problemas, algunas dificultades, porque esa es la vida. ¿Quiere decir que me voy a excluir de trabajar con esa gente? No, pero ya estoy listo en mi mente, sabiendo que si no tiene la misma relación que yo tengo con Dios, va a haber dificultad. Eso es una de las maneras en que lo manejo, no lo tomo personal. Uno maneja esos problemas.

Por eso es que es maravilloso tener relación con gente que comprende lo que uno está viviendo. Por eso es que es maravilloso, y debería ser maravilloso, estar con gente de la iglesia que todos estamos tratando de agradarle a Dios cada vez más, cada día, y que nos podemos entender en nuestras luchas y en nuestras batallas. Pero cuando eso se rompe, comenzamos a tener problemas con la gente.

Ayer hablábamos de la primera consecuencia, hoy abordaremos la segunda consecuencia es que Dios saca a Adán del paraíso, y cuando lo saca del paraíso, lo primero que viene como maldición es, número uno, los pocos resultados en tu trabajo. Dios le dice a Adán: “Con el sudor de tu frente vas a trabajar, y vas a cosechar cardos y espinos”.

En otras palabras, desde ahora en adelante vas a tener que tener la capacidad de ver las frutas y de ver el producto entre medio de las espinas. De ahí fue que Ricardo Arjona sacó la canción: “No aceptes rosas, ¿verdad? Si no quieres las espinas.” ¿Cómo es que dice? Tan sencillo como eso.

Es frustrante cuando tú trabajas, trabajas, trabajas, trabajas, trabajas y tienes pocos resultados. Estás en esa batalla mental. Pero lo peor no son los pocos resultados, lo peor es la desesperanza de levantarte todos los días preocupado por tu futuro, porque no sabes si lo que hagas hoy te va a servir para mañana y te va a servir para el futuro.

Eso no quiere decir que Adán no trabajaba en el huerto del Edén, pero trabajaba con otra conciencia. Como Dios estaba presente, Adán tenía un sentido de seguridad de que siempre iba a haber provisión. Entonces, cuando Adán estaba en el huerto del Edén, Adán tenía la seguridad de que Dios siempre iba a proveer para su vida. De que Dios iba a proveer.

Es maravilloso cuando uno logra, en este mundo, llegar a ese grado de conciencia: entender que si estoy en relación con Dios, aunque sé que me va a costar trabajo y voy a luchar, puedo estar seguro de algo: Dios siempre va a proveer para mi vida.

2 Comments
  • Oswaldo Monier
    Posted at 15:45h, 11 January Reply

    GLORIA A DIOS
    AMÉN 🙏🙏🙏🙏

  • Oswaldo Monier
    Posted at 15:46h, 11 January Reply

    Sólo En Tú Presencia Ma Gozaré AMADO PADRE CELESTIAL
    AMÉN 🙏🙏

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