Miserable de mí
20016
post-template-default,single,single-post,postid-20016,single-format-standard,bridge-core-3.0.5,mec-theme-bridge,qi-blocks-1.3.4,qodef-gutenberg--no-touch,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.8.3,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-29.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-6.9.0,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-14558

Miserable de mí


¿Cuánto te quieres controlar? Mucho, poco, nada… ¿Cuántas veces has intentado ponerte límites y no lo has logrado?


Debemos ser rectos con nosotros mismos, sin victimizarnos. El dominio propio viene del Espíritu Santo; Él nos da la paz, la fortaleza, la bendición y la capacidad de vivir como Dios quiere. Debemos confiar en el Padre y trabajar para lograrlo.


Descubre cómo, a través del ejercicio del dominio propio, puedes dejar de decir: “¡Miserable de mí!”.

Muchas veces se me acercan a pedirme una guía y consejo y luego de dar mi opinión me dice: “Yo siempre soy así, pastor. Toda mi vida he sido así”. Y la verdad es que no, no, tú no siempre has sido así. “Pastor, es que mire, es mi costumbre. Pastor, así soy yo”.

Entonces, ahí es que viene la batalla entre luchar de donde tú estás, con todo lo que tienes desde afuera, que te está influenciando con la gente que miras, con las cosas que ves, con lo que oyes a lo que estamos expuestos. Y entonces, tú te controlas, te controlas y te controlas, pero vamos a ser honestos. ¿Cuántos se quieren controlar? Nadie.

Ahí es donde empieza la batalla: lo que quiero hacer no lo hago y lo que no quiero hacer eso hago, y estoy en la lucha. Y usted dice: “Miserable de mí, yo lo que me quiero comer es el mundo de por medio. Miserable de mí, yo lo que quiero es gastar, yo lo que quiero es hacer esto, yo lo que quiero es hacer lo otro, yo lo que quiero es estar en la calle, yo lo que quiero es ver eso”.

Miserable de mí, ¿dónde es que está la respuesta? La respuesta es la dependencia del Espíritu Santo. Por eso es que yo no te puedo hablar de cambios de hábitos si no te hablo primero del aspecto espiritual, porque yo no soy un motivador. Yo no vine aquí meramente a inspirarte de los hábitos, vamos a hablar ahora por un momento, pero esa es la parte más práctica.

Yo vengo a decirte que la única manera en que tu carácter se va a renovar es cuando ya tú dejes de estar fuera de control, dejes de estar bajo control y aprendas a tener dominio propio que proviene del Espíritu Santo, donde ahora es el Espíritu Santo quien gobierna tu vida. Y cuando tú caminas, caminas con la fortaleza del Espíritu Santo enfocado y enfocada en lo que Dios tiene para ti, y él te recuerda siempre de la bendición, te recuerda siempre de la victoria, él te da la fortaleza, él te da la capacidad. Y ahora, cuando tienes el control bajo el dominio propio, sí lograrás vivir como Dios quiere que tú vivas, pero con la seguridad de que tendrás la recompensa que él te ha prometido.

Yo le pido a Dios que hoy, tú digas: “Señor, desde hoy en adelante yo voy a ejercitar el dominio propio, que sea tu Espíritu Santo quien me dirija, que me gobierne, que me controle donde quiera que yo vaya. Quita estos deseos de adentro de mí, ayúdame, mi Señor”. Y cada vez que tú vayas a enfrentar cualquier cosa en tu vida, sea con la ayuda del Espíritu Santo. Todo lo que tú vayas a hacer ayude para tu cambio de pensamiento, para mejorar tus cosas en tu manera de pensar.

Lea bien, y no estoy menospreciando a nadie que motive, nadie que inspire, nadie porque yo lo hago. Pero la realidad es que la verdadera fuerza para nosotros vencer todas estas cosas proviene del Espíritu Santo, más nada, desde tu interior. Y ahí es cuando tú comienzas a tener algo que te transforma para siempre porque ahora, lea bien, tu vida va más allá de tus hábitos que han formado tu identidad a través de los tiempos.

Ahí es donde quiero ir para hablar de los hábitos por un momento. Me explico, cuando tú comienzas a formar ciertos hábitos en tu vida, y hago una aclaración interesante. Me parece a mí, la gente por lo general, cuando habla de hábitos solo habla de acciones. Y hábitos son acciones, pero son más que acciones, son patrones de pensamientos. Por ejemplo, hay gente que tiene el hábito de la vagancia, el hábito de la procrastinación. Es un hábito, de verdad es un hábito, y es un hábito mental, no es un hábito de tu cuerpo, es un hábito mental, es un hábito de la mente. Por alguna razón u otra, en tu manera de pensar, cada vez que tú reaccionas a las situaciones, piensas de esa manera.

Yo no voy a entrar en el análisis psicológico de los hábitos hoy, lo dejamos lo más sencillo posible. Lo primero que yo quiero que tú entiendas una vez más es que nunca podrás renovar tus hábitos sin el dominio propio. No se trata de estar bajo control. Si has aprendido eso, yo he cumplido mi misión del día. Se trata de estar bajo el dominio propio, que el Espíritu Santo sea el que domine mi vida para que puedas entonces mirar hacia el futuro realmente y saber que lo que estas haciendo, lo haces con la fuerza de Él, no con tu fuerza, para lograr el futuro que Él tiene para tu vida.

El Espíritu Santo, es tan importante, porque sin darnos cuenta, a través de los tiempos, todos nosotros vamos tomando nuestra identidad por los hábitos que hemos formado a través de los tiempos. Y ahí es cuando se vuelve difícil romper con ellos porque, por ejemplo, si en tu mente tú eres un procrastinador, alguien que lo dejas todo para última hora, y eso está dentro de ti, es que “yo siempre soy así pastor, toda mi vida he sido así”. No, no, tú no siempre has sido así. “Pastor, es que mire, es mi costumbre. Pastor, así soy yo”.

Vamos a verlo con un ejemplo: Es como que yo soy dulcero. Yo no soy dulcero, ¿me gustan los dulces? Sí, pero no soy dulcero. Nadie nace dulcero. Me hice dulcero, mis hábitos me hicieron disfrutar el dulce, mis hábitos de pequeño me hicieron disfrutar eso, pero yo no lo soy. Yo lo sé bien profundo, todavía no lo he encontrado, pero bien profundo dentro de mí no lo soy.

Pero ese es el punto. El punto es que no tan solo me lo creo yo, sino que se lo creen todos ustedes. Entonces, ahora, donde quiera que voy a un restaurante, todos los que van conmigo: “Pastor, ¿qué postre va a pedir?” Porque usted, ¿qué? ¿Usted es dulcero? No tan solo me compré yo la idea, sino que se la he vendido a todo el mundo. Entonces, ahora que se le ha vendido a todo el mundo, justifico mis acciones. Entonces, ahora ya no se trata de un hábito que pueda cambiar, se trata de que si dejo de ser dulcero, me fallo a mí y te fallo a ti. Así es como lo ve la mente.

Por eso, hermano, léame bien. Ahora vamos a la parte práctica, ya te di la parte espiritual. Mucha gente estaba haciendo batallas espirituales con demonios y con diablos y con esto. Hermano, la mayoría de las cosas de ustedes, es más, se dice que el 90% de todas tus decisiones son hábitos. Así que tú no estás endemoniado, tú estás mal habituado. Tan sencillo como eso. Y el problema es cuando ya lo pasamos a la parte de nuestra identidad, y ahí es cuando es importante el dominio propio en nuestra vida, porque el Espíritu Santo es quien nos recuerda lo que verdaderamente somos y es quien nos da la oportunidad y la fuerza para nosotros transformar todas estas cosas.

Cuando nosotros miramos la palabra del Señor, es importante y vital para nuestra vida la formación de los hábitos correctos.

5 Comments
  • Ángel Rodríguez
    Posted at 09:13h, 12 December Reply

    Amén Pastor, pediré a Jehova de los cielos pueda controlar mi impulsividad y mi dominio propio.

    Dios les bendiga grandemente🙏🏼

  • marttha
    Posted at 21:03h, 12 December Reply

    Amen Sr ayudame a tener dominio propio a través del Espíritu Santo

  • [email protected]
    Posted at 08:48h, 13 December Reply

    Bendiciones pastor Otoniel Font

  • Oswaldo Monier
    Posted at 10:13h, 13 December Reply

    Quita De Mi Vida Todo Mal Pensamiento Y Hábito Para Cambiar Mi Vida Y Acercarme Más Puro Y Limpio Ante Tí AMADO PADRE CELESTIAL
    AMÉN 🙏🙏🙏

  • Elizabeth Soto
    Posted at 15:15h, 18 December Reply

    Señor ayúdame a tener dominio propio, a veces se me sale de las manos

Post A Comment