25 Dec El pacto fue concretado
El pacto ya se concretó, y esto debe encender una luz de fe y esperanza en nuestros corazones.
Acompáñame a explorar, a través de la Palabra, el poder de los pactos. Veamos cómo se cumplió el pacto que nos otorgó amor y libertad, el mismo que nos da la certeza de que somos amados por el Padre.
Hoy, la Palabra nos confirma una vez más que el pacto ya fue concretado.
Nuestra fe debe ser más firme, más clara, más segura, porque ya el pacto ha sido completado. Esto nos debe llenar de expectativa en nuestras vidas. Esto que te estoy predicando debe provocar en ti una gran expectativa.
Mira lo que dice el libro de Lucas, capítulo 1. Cuando yo miro Lucas, capítulo 1, veo el momento donde Dios le habla a Zacarías y le dice que Dios va a visitar a su esposa Elizabeth y que ella va a concebir un hijo, pero no cualquier hijo. Zacarías era el sumo sacerdote, sabía la palabra, sabía el pacto de Dios, y todos ellos con expectativa estaban esperando al Mesías. Dios se le aparece y dice: “Zacarías, prepárate, porque lo que he prometido por 4.000 años está a punto de pasar. No tan solo está a punto de pasar, va a pasar, y tú y tu esposa van a tener un papel especial dentro de esto”.
Cuando Zacarías oye aquellas palabras y comienza a declarar, por supuesto, en un momento dado, duda, no lo cree, y tiene que quedar en silencio. Dios lo manda a callar porque, si no, probablemente iba a arruinar todo lo que estaba pasando y todo lo que iba a ocurrir. Dios lo manda a guardar silencio. Ponte a pensar, nace Juan el Bautista. ¿Te imaginas todo ese tiempo Zacarías sin hablar, sabiendo lo que había allí? ¿Sabes lo que debió haber creado en él?
Entonces, en el verso 67 está la declaración de Zacarías que se conoce como la profecía de Zacarías. Cuando él tiene a Juan el Bautista, dice así en el verso 67 en adelante: “Y Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu Santo y profetizó diciendo: ‘Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo'”. Hermanos, lo que tiene en la mano es un bebé, Juan el Bautista. Y cuando él ve eso, dice: “Bendito Dios, que nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo, como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio, salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecieron, para hacer misericordia con nuestros padres”.
Mira las palabras que dice: “para hacer misericordia con nuestros padres y acordarse de su santo pacto, del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días. Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado, porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos, para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados, por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar a luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para encaminar nuestros pies por camino de paz”.
Cuando Zacarías vio el cumplimiento del pacto, esa fue su reacción: comenzar a profetizar, comenzar a declarar todo lo que Dios había dicho que se va a cumplir. ¿Sabes qué? Mi oración es que en los próximos días es para que tú estalles de llanto y sepas que no necesitas un profeta para tu vida, que no necesitas alguien que te diga y te señale: “Esto es lo que te va a pasar, esto es lo que te va a ocurrir”. Si algún día Dios te da alguien que te da una palabra, gloria al Señor, que veas la profecía de Dios cumplida en tu vida desde hoy y que puedas saber que la expectativa que debes tener por lo que Él hizo por ti en la cruz del Calvario es que tu futuro sea uno de gloria, uno de bendición, uno de paz.
Dios tiene un compromiso contigo y si Él te dio a Jesucristo, ¿cómo no te dará con Él todas las cosas? Cuando tú salgas de aquí, debes salir saltando de alegría, en llanto de gozo, de paz, y declarar: “¿Sabes qué? Hoy reconozco que Dios es un Dios de pacto. Él no se arrepiente, Él me redimió, Él me salvó, Él me trajo libertad. El futuro que tengo es un futuro glorioso, es un futuro victorioso, es un futuro de bendición, es un futuro de paz”.
Que tú salgas de aquí hoy lleno de fe, de expectativa, declarando la palabra de Dios. Así es que debemos vivir en Puerto Rico, así es que debemos vivir en Fuente de Agua Viva. Olvídate de aquellos que ven y estén pesimistas, olvídate de aquellos que estén pensando en todo lo negativo y que se hayan rendido. En nuestra iglesia creemos que Dios es un Dios de pacto y lo que Él prometió lo va a cumplir. La palabra que Él dio, la va a completar. Lo que Él ha dicho que va a hacer contigo, lo va a hacer.
“Pastor, pero yo he fallado”. A pesar de tu falla, a pesar de tus problemas, a pesar de tus dificultades, lo que Dios dijo que va a hacer, lo va a hacer. Él te dice hoy, como le dijo a Jacob: “Lo que le prometí a tus padres, lo que le prometí a tu abuelo, te lo voy a cumplir a pesar de lo que pueda pasar en tu vida”. Hoy, despues de leer esto, esta debe ser tu mayor alegría, tu mayor gozo. Nuestra relación con Dios no es cualquier relación; nuestra relación con Dios es una relación de pacto. Dios no tan solo te engendró o te procreó, Dios tiene un compromiso contigo. Dios no meramente es tu padre, es tu padre, pero no cualquier padre, es un padre de pacto, es un padre de compromiso. Y esa es mi oración por ti en el día de hoy.
Oswaldo Monier
Posted at 08:43h, 25 DecemberA Tí Sea Toda La Gloria Y Toda La Honra Para Adorarte, Amarte Conocerte Cada Día Más Y Más AMADO PADRE CELESTIAL
AMÉN 🙏🙏🙏
Ángel Rodríguez
Posted at 12:54h, 25 DecemberAmén 🙏🏼
Marttha
Posted at 13:14h, 25 DecemberAmén agradezco mucho tú pactó en mi vida
Gracias por haberme escogido Pará hacerme tú hija