19 Nov ¿Cuál es el carácter de Dios?
La primera enseñanza que encontramos en la parábola es la perseverancia. Una viuda perseveró, perseveró y perseveró; oró, oró y oró. Pidió allí, pidió allí y pidió allí; tocó la puerta una y otra vez, y tanto insistió que se le concedió lo que pedía. Como creyentes, no podemos tenerle miedo a la meditación.
Lo que ocurre es que meditamos de una forma distinta a como el mundo lo hace. Nosotros meditamos estudiando la Palabra, leyendo la Palabra y repitiendo la Palabra. Toma el Salmo 23 y repítelo 1,000 veces, o incluso 10,000 veces. Haz lo mismo con el Salmo.
Escribe una lista de versículos bíblicos y repítelos una y otra vez. ¿No te los sabes de memoria? Haz un listado y dilo en voz alta repetidamente. No lo hagas acostado ni dormido. Levántate, camina por tu casa y repite: “Voy a sacar una hora para repetir este versículo, voy a creerlo, voy a declararlo y lo voy a hablar hasta que la Palabra de Dios penetre en mi vida”.
Cuando hagas esto, notarás cómo comienzas a vivir por el estándar que la Palabra de Dios establece en tu interior. Así es como los pensamientos de Dios llenan tu mente y transforman tu carácter. Quien no lo haga perderá la mayor oportunidad de tener un carácter renovado.
La segunda clave para renovar nuestro carácter y pensamientos es enfocarnos en el carácter de Dios. ¿Cuál es el carácter de Dios? Tus pensamientos deben estar inundados por la pregunta: ¿Quién es Dios? No te concentres en lo que Dios puede hacer, sino en quién es Él. El apóstol Pablo nos lo dice en Colosenses: “Pongamos nuestra mirada en las cosas de arriba, en Cristo Jesús”.
Esto significa dirigir nuestra mente al carácter de Dios, no solo a sus obras. Te lo explico con un versículo. Mira lo que dice Lucas 18: “También les refirió una parábola sobre la necesidad de orar siempre y de no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Él no quiso por algún tiempo, pero después dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios ni respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia”.
La viuda perseveró orando, pidiendo y tocando la puerta hasta obtener respuesta. La Escritura nos enseña a pedir sin desmayar y a permanecer en oración. Algunas oraciones se contestan en la medida en que somos consistentes y persistentes. Esto contradice la creencia de que si oras más de una vez por lo mismo, es porque no tuviste fe la primera vez.
Hay oraciones que debemos hacer todos los días, como cuando intercedemos por la salvación de un hijo. Además, si un juez injusto responde a la petición de una viuda persistente, ¿cuánto más lo hará Dios, que es justo por naturaleza? Jesús lo deja claro: “¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia”. La enseñanza principal no es solo pedir, sino conocer el carácter de Dios. Así como un padre da buenas dádivas a sus hijos, cuánto más nuestro Padre celestial responderá a nuestras oraciones con justicia.
Repetir la Palabra, memorizarla y conocer quién es Dios transformará tu manera de pensar y te ayudará a vivir según su voluntad. Conoce al Dios justo y persevera en la oración, porque Él responde a quienes le buscan con fe.
Oswaldo Monier
Posted at 10:14h, 19 NovemberFortaleceme En Tú Presencia Y Tu Palabra Para Conocerte Cada Día Más Y Más AMADO PADRE CELESTIAL
AMÉN 🙏🙏🙏 o
Anel
Posted at 19:36h, 19 NovemberQue nos ayude Dios a solucionarnuetras necessitates de sanacion y y ecomicas que de ramen mid padresen el nmbre de Jesus amen
Ángel Rodríguez
Posted at 00:25h, 20 NovemberAmén 🙏🏼