Carácter Renovado
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Carácter Renovado

Comenzamos una nueva serie: Carácter Renovado. Uno de los efectos de la Gracia es que, cuando vivimos en ella, somos renovados y nuestra vida cambia para siempre.

Al vivir en la Gracia, comenzamos a conectarnos con Jesús, una conexión verdadera en la que podemos sentir y aprender de las lecciones que Él nos dejó. Un cristiano real comienza a vivir en la Gracia cuando su carácter es transformado.

Por eso, usted y yo debemos temer a la marca de la bestia del Anticristo, porque el Anticristo sellará a aquellos que no estén sellados. Bueno, vamos a la palabra del Señor en el día de hoy. Quiero comenzar con una nueva serie de mensajes esta noche, que es una secuencia de lo que hemos estado hablando en días pasados. En los días pasados, hablamos acerca del poder de la gracia, y hoy vamos a hablar del carácter renovado.

Uno de los efectos de la gracia de Dios es que una persona sea transformada en todas las esferas de su vida. Una de las esencias del mensaje del domingo por la mañana va en la misma dirección.

No solo debemos admirar a Jesús; no debemos ser solo fanáticos de Él. Es seguro que hay que admirarlo y ser un fanático de Él; seguro que es nuestro héroe. Pero mucha gente lo tiene como héroe. Muchos lo admiran, celebran sus enseñanzas, pero la finalidad de nuestra devoción a Jesús no es admirarlo únicamente ni celebrarlo como un héroe —que lo es—. Nuestra finalidad como creyentes es ser transformados a su imagen, es poder vivir como Él, caminar como Él, imitarlo a Él.

Como te dije, hay mucha gente en la sociedad que tú vas a escuchar allá afuera que te dirá: “Yo no soy creyente, pero admiro las enseñanzas de Jesús. Me gusta la filosofía de Jesús, me gusta cómo Él piensa. La gente debería ser más como Él”. No tienen ningún problema con el personaje o la persona de Jesús, ni niegan su existencia.

Pero el hecho de que Jesús haya llegado a la Tierra y haya hecho lo que hizo no es lo único que nosotros debemos aceptar; debemos aceptar la transformación en nuestras vidas, de todo nuestro carácter, por causa de su obra redentora. Eso es parte del poder de la gracia, y una de las cosas más poderosas que creo que nosotros como creyentes podemos experimentar en nuestra vida es la renovación de nuestro carácter.

Vayamos al libro de Efesios, capítulo 1. Este no lo envié a los jóvenes, así que no va a aparecer en la pantalla. En Efesios 1, verso 13, dice: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”.

¿Fuisteis qué? ¡Sellados! Por eso, usted y yo no tenemos que tener miedo a la marca de la bestia del Anticristo, porque el Anticristo sellará a aquellos que no estén sellados. Si usted le entregó su vida al Señor, usted está sellado con la promesa del Espíritu Santo, y la marca del Espíritu Santo es más poderosa que cualquier Anticristo allá afuera.

Así que, todo el que me dice allá afuera: “Pastor, ¿y el sello de la bestia?” Yo les respondo: “Yo ya estoy sellado; en mí no cabe otro sello, está el sello del Espíritu Santo”. El verso 14 dice que el Espíritu Santo es las arras de nuestra herencia, hasta la redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria. Este verso es muy profundo, pero solo lo toco de una manera simple: el Espíritu Santo nos ha sellado, nos ha marcado.

El Espíritu Santo es las arras; arras era algo que se daba como una fianza, lo primero que se ponía en un momento dado para asegurarse de que se iba a cumplir algo más adelante. Así que el Espíritu Santo es simplemente la “arras”, el inicio de lo que debe ocurrir totalmente en nuestra vida, que es esa transformación total en nuestros corazones y en todo nuestro ser. Y para eso, tú y yo fuimos sellados.

La palabra que se utiliza aquí en el original tiene que ver con una marca permanente en el corazón de una persona, en el espíritu de una persona. Es como cuando estás tirando cemento en algún lugar y de repente pasa un perrito o un pajarito y pone su huella. Cuando ese cemento se seca, ¿qué pasa? Queda esa huella, queda esa marca en ese lugar. Es como cuando marcas una vaca; la sellas, y esa marca queda grabada para toda la vida.

Eso es lo que hace el Espíritu Santo en nosotros. Pero eso es solo el comienzo, porque de ahí debe manifestarse en nuestra vida y permitir la transformación total de todos nosotros.

4 Comments
  • Sandra Ivette Ramos Valle
    Posted at 08:18h, 05 November Reply

    Me gustaria seguir recibiendo sus mensajes. Gracias.

  • Oswaldo Monier
    Posted at 09:31h, 05 November Reply

    Que Tú Sello De Tú Precioso Espíritu Santo Me Acompañe Por Siempre AMADO PADRE CELESTIAL
    AMÉN 🙏🙏🙏

  • Edilsa
    Posted at 12:15h, 05 November Reply

    Bendiciones en este hermoso día, que hizo el Señor

  • marttha
    Posted at 21:43h, 05 November Reply

    Amen Gloria a Dios no

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