01 Oct Lo que se dice de Jesús
Porque si la meta de Dios fuera salvarte, el día que le entregaste tu vida al Señor te debía haber matado y te debiste haber ido, para quitarte la tortura. La meta era salvarte y transformarte para aquí, en esta tierra. Hay una tercera cosa que vamos a ver en unos instantes, pero primero yo quería que tuvieras estos dos puntos. Porque cuando nosotros miramos la Palabra de Dios y miramos la vida de Jesús en particular, a través de toda su vida, vamos a ver la importancia que Jesús le da específicamente a la Palabra.
Todos podemos cometer el error de, cuando admiramos a alguien o respetamos a alguien, solo celebrar dos o tres cosas en particular que son las que quizás más nos llaman la atención y no ver el balance completo y el contexto completo de quién es esa persona. Y nos puede pasar con una iglesia, nos puede pasar con tantas cosas. Por ejemplo, tú puedes venir aquí a esta iglesia y tan solo fijarte en un aspecto de la iglesia y no ver el balance completo de todo lo que se hace.
Yo creo que cuando uno va a analizar una iglesia o cuando uno va a analizar a alguien, uno debe ver el balance completo; tengo que ver todas las fases. Por ejemplo, alguien puede venir aquí y decir: “Mira, tiene facilidades bonitas o me queda cómoda”. Okay, pero si no se predica la Palabra, si no se hace esto o no se hace aquello… Como hay gente que te va a decir: “No, yo voy a aquel otro sitio porque me gusta la música”. Okay, pero es que la música es una de las cosas nada más. ¿Y con todo lo otro qué hay? “Ah, pero es que yo voy a aquel sitio porque me gusta tal cosa”. Pero es una de las cosas. La pregunta es: ¿tiene el balance completo, tiene el contexto completo?
Nos pasa con Jesús. Te vas a dar cuenta de que cuando nosotros miramos a Jesús y a la gente que habla de Jesús, por lo general siempre tiene una preferencia a mirar algunas cosas en particular. Número uno, hay gente —y yo creo que no está mal, pero tenemos que ver el contexto completo— que lo único que mira es la obra redentora de Cristo. Y definitivamente eso es lo más importante. Tenemos que saber que todo lo que él hizo, todo lo que hizo aquí en la tierra y todo lo que está escrito es para mostrarnos su redención o nuestra redención a través de lo que él hizo por nosotros en la cruz del Calvario.
Y definitivamente, si no entendemos eso, no somos salvos, no podemos tener esa experiencia de salvación. Pero la vida de Jesús me demuestra mucho más, porque la meta de Jesús no era tan solo salvarnos y llevarnos al cielo, sino empoderarnos para aquí, en la tierra. Por lo tanto, yo tengo que mirar más allá de eso, porque si la meta de Dios fuera salvarte, el día que le entregaste tu vida al Señor te debía haber matado y te debiste haber ido, para quitarte la tortura. Pero la meta era salvarte y transformarte para aquí, en esta tierra. Así que ese es uno de los aspectos.
Un segundo aspecto que a la gente le gusta mirar son los milagros, y la gente se enfoca, por ejemplo, en los milagros, en todos los milagros que Jesús hizo. Y definitivamente, tenemos que ver los milagros, pero también tenemos que verlo en el contexto correcto. Porque cuando nosotros miramos el libro de Juan, en el libro de Juan se nos dice claramente que todos los milagros que Jesús hizo sería imposible que se pudieran escribir en todos los libros.
Por lo tanto, tenemos que mirar que cada milagro que Jesús hizo y que se escribió, se escribieron con un propósito en particular. Si él hizo 100 milagros, por decir un número, y solo se escribieron 10, la pregunta es: ¿qué criterio usó el Espíritu Santo para no escribir de los otros 90 y estos 10 nada más? ¿Por qué razón? Ah, bueno, pues bien sencillo, estos 10 tienen la meta en particular de mostrarte quién es y su carácter y mostrar una revelación en particular dentro del contexto completo. No es que otro milagro sea menos que otros, es que como no se pueden escribir todos, hay que escoger cuáles para mostrarte lo que era la revelación de quién es Cristo. ¿Quiere decir que no podemos prestarle atención a los milagros? Sí, lo que no podemos es prestarle atención solamente a eso.
Tercera cosa que la gente en el día de hoy le presta atención de Jesús —y esto lo dicen muchos predicadores, especialmente aquellos que quieren predicar en lo que le llaman por allá afuera… no lo digo por criticar, sino es la categoría que, verdad, le han puesto: las famosas iglesias sensitivas o las iglesias “light”, las iglesias, verdad, medias “light”— que a nosotros a veces nos consideran así, iglesias medias “light” también. Y es que, por ejemplo, el énfasis de la gente en esas iglesias es la parábola de Jesús. Jesús, usted lo va a ver siempre, Jesús predicó en parábolas porque Jesús quería hacerle claro a todo el mundo el evangelio, bien sencillo y bien simple… Falso.
Jesús predicó en parábolas, pero quiero que sepas que más predicó la Escritura que parábolas. Jesús predicó en parábolas. Lo que te acabo de contar es una parábola, y los domingos por la mañana, por lo general, siempre comienzo con una parábola. ¿Qué es una parábola? Una historia para darte un punto. Pero toda la Biblia y todo lo que Jesús habló no estaba en una parábola.
Es más, la parábola le llegaba a la multitud, pero cada vez que él predicaba la palabra, la gente se iba de la iglesia. La gente lo abandonaba mientras predicaba; por la parábola le seguían, pero cuando él hablaba la palabra —como te voy a mostrar en un momento— muchos lo dejaban porque la palabra era difícil, porque la palabra tiene que transformarte, tiene que confrontarte. Pero cuando yo miro los evangelios, lo más que Jesús hizo, más que milagros, más que cualquier cosa, fue la Palabra; fue predicar la Palabra, y la Palabra textual y escrita. Jesús no estaba dando siempre interpretaciones y revelaciones de la última coca-cola del desierto; siempre predicaba la Palabra y confrontaba y enseñaba.
Cuando nosotros miramos la palabra del Señor, porque esto es tan importante —y veámoslo en la vida de Jesús por unos minutos, hermanos— de las primeras cosas que se nos dice de Jesús se nos dice en el libro de Lucas, capítulo 12, en el verso 46 al verso 47. Se nos dice que a la edad de 12 años él fue con sus papás al templo y se perdió por tres días, y cuando sus papás lo fueron a buscar, lo encontraron —dice la Biblia en el verso 47—, lo encontraron sentado en medio de los doctores de la ley y oyéndolo, y todos lo oían; todos los que le oían se maravillaban de su inteligencia y de su respuesta. A los 12 años Jesús está en la iglesia, a los 12 años Jesús está en el templo, a los 12 años. Oiga bien, hermano, usted nunca pierde en llevar a un niño al templo, nunca. Hace dos domingos atrás, o dos fines de semanas atrás, en Puerto Rico, usted tenía dos opciones para llevar a sus hijos a un lugar: usted podría llevarlo para que los transexuales le leyeran cuentos o usted podría traerlo a la escuela dominical. Siempre está la opción de escoger a dónde usted los lleva, y nadie que envíe a un niño al templo sale perdiendo.
Oswaldo Monier
Posted at 18:59h, 01 OctoberSólo Tú Eres Nuestro Redentor Y Salvador AMADO SEÑOR JESUCRISTO
AMÉN 🙏🙏🙏
Wiliam Antonio Chacon Vargas
Posted at 22:09h, 01 OctoberAmén y todo en su palabra tiene un propósito ya se edificación o mensaje
marttha
Posted at 23:04h, 02 OctoberAmén Dios creo todo atraves de la palabra