03 Oct Conoce al Hijo primero

Lo que Dios dijo que va a hacer, lo va a hacer; lo que Dios dijo que va a cumplir… Ah, yo pensé que usted iba a ponerse más emocionante en el día de hoy. Lo que Dios dijo que iba a hacer, Él lo va a hacer. 

Ah, pastor, pero usted no puede esconder a sus hijas del mal. Es verdad, no las puedo esconder toda la vida, pero las voy a esconder hasta que yo crea que ellas pueden manejar lo que hay allá afuera. El problema es que cuando nosotros nos ponemos a interpretar la Biblia a lo loco… ¿qué pasó con Jesús? Jesús fue tentado, Jesús fue tentado en Mateo 4, y vino la misma serpiente, vino con interpretaciones: “Ah, aunque si tú eres un hijo de Dios, cambia esas piedras en pan.” ¿Tú crees que tú puedes? “Escrito está: no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de nuestro Dios.” Jesús no se puso a pensar, no, no. 

Esto es lo que está escrito textual. Póngase a pensar conmigo, por favor. Más adelante, cuando le pide o le interpreta: “Ah, tú sabes que la Biblia dice en el libro de Salmos”, le dice la serpiente, “que Él va a mandar ángeles para que te cuiden y te guarden.” Sí, es verdad. Pero hay otro verso que dice: “No tentarás a Jehová tu Dios.” Así que no uses una verdad como si fuera una verdad absoluta cuando hay una contraparte que te dice cómo es que tú tienes que actuar con sabiduría, hermano. Al enemigo no se le enfrenta con ajo ni con la cruz; es la Palabra, y si tú no la sabes, estás chavao. Es la Palabra. Jesús mismo dijo: “Escrito está, escrito está, escrito está.”

Vuelvo otra vez para el segundo punto en el día de hoy con respecto a Isaías 55, o el tercer punto, pero el segundo de esta parte. Isaías 55 dice: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la Tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo que la envié.” Tres cosas te enseña ese verso: número uno, la dependencia de la palabra. 

Tengo que depender como depende el agricultor de la lluvia y de la nieve; tengo que depender de la palabra. Número dos, es la palabra lo único que me promete vida. Puedo trabajar y trabajar y trabajar y trabajar y trabajar y luchar y luchar y luchar, y solo la palabra de Dios es la que me va a dar vida. Y número tres, todo lo que yo haga por la palabra, el éxito está asegurado; no va a tornar atrás.

Lo que Dios dijo que va a hacer, lo va a hacer; lo que Dios dijo que va a cumplir… Ah, yo pensé que usted iba a ponerse más emocionante en el día de hoy. Lo que Dios dijo que iba a hacer, Él lo va a hacer. Se va a cumplir su Palabra. Número tres, para orar: Oiga bien, en el mundo en el que vivimos hoy siempre tenemos estos mensajes bien espirituales, y el mundo ha tratado de espiritualizar un montón de cosas, y hay un montón de tendencias. 

Y usted va a ver allá afuera que hoy la mayoría de la gente son espirituales. “No, no creo en Dios, pero sabes, no, no así directamente, pero creo en la espiritualidad, y dice que existe y debo…” Oiga bien, según la palabra del Señor, para conocer a Dios el Padre tienes que conocer al Hijo. Primero tienes que conocer a Cristo, no hay otra manera. Es un invento. Quizás tú conoces “la fuerza”, pero a Dios para conocerlo es a través del Hijo, y la única manera para conocer al Hijo hoy es a través de la Palabra.

Lo que pasa es que esto es confrontativo, y no todo el mundo lo entiende en su casa. Lea después Juan capítulo 6. Juan capítulo 6 fue uno de los versos más controversiales de nuestro Señor Jesucristo cuando el Señor comienza a decirle que Él es el pan de vida, y Él comienza a decirle a la gente que coman su carne, que coman su cuerpo. Él dice: “Coman mi carne, coman mi cuerpo, beban mi sangre.” Dice la Biblia que la gente dejó; un montón de discípulos dijeron: “Este tipo se volvió loco.” Quiero que sepas que eso se volvió un chisme a través de la historia, porque a través de la historia a los cristianos los perseguían cuando estaban en las catacumbas, porque decían de ellos un montón de mentiras. Entre ellas, decían que ellos se metían en cuevas para comer carne humana. 

Y de ahí es que sale el chisme, porque Jesús un día, cuando está explicando y cuando está predicando luego de estar explicando cosas profundas, les dice: “Coman mi carne, beban mi sangre, porque esto es para vida eterna.” Esto no es como el maná del desierto, que sus padres comieron y murieron. Pero para entender ese verso tenemos que ver todo Juan capítulo 6, y tenemos que entender Juan capítulo 1. 

No te puedo llevar ahí por el tiempo, pero Juan capítulo 1, el verso 1, comienza diciendo: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios.