12 Aug La búsqueda de la gracia

Un día tiene que encontrarse con Dios y tiene que tirar por la borda todo lo que había construido. Es interesante porque el joven rico fue a buscar la salvación. En el caso del apóstol Pablo, la salvación lo vino a buscar a él. Cuando un hombre recibe el llamado de la salvación, tiene que haber una aceptación del costo de esa salvación. No podemos pensar que somos salvos y nuestra vida seguirá de la misma manera sin que tengamos que pagar un precio, sin que tengamos que caminar nosotros en un camino totalmente diferente para poder obtener aquello para lo que Dios nos ha llamado. 

No voy a entrar en toda la historia de él, pero creo que todos los que estamos aquí conocemos un poco de Hechos capítulo 9. Busque esa historia luego en su casa en el libro de Hechos capítulo 9 cuando nos habla del apóstol Pablo. El apóstol Pablo fue un hombre que escribió de la gracia de Dios porque él experimentó lo que es recibir el llamado sin estar buscándolo. Él recibió la salvación sin necesariamente pedirla y, a la larga y a la postre, no le quedó más remedio que rendirse a aquella gracia que le fue extendida a él.

En un momento dado de su vida, el apóstol Pablo era un hombre que tenía todas las recomendaciones habidas y por haber. El apóstol Pablo tenía una conciencia clara de que él tenía que servir a Dios de una manera; tenía una vida de devoción de una forma impresionante. El apóstol Pablo, por la devoción que tenía, mataba a los cristianos en aquellos tiempos. Era un hombre que era perseguidor de la iglesia. Era un hombre que tenía convicciones demasiadas extremas y que lo llevaban a vivir una vida apasionada por hacer lo que él creía que era lo correcto. Era un hombre que tenía títulos, era un hombre que tenía autoridad, era un hombre que tenía la capacidad de hablar varios idiomas, que tenía un montón de influencia. Pero un día Dios decidió encontrarse con él en el camino, y creo que Pablo no se pudo resistir. Aunque te adelanto que hay gente que se resiste, un día se encontró en el camino. Un día Pablo iba en una dirección y Dios tuvo un encuentro con él que cambió su vida para siempre, un encuentro que realmente cuestionaba la veracidad de todo lo que él había hecho toda su vida.

Piense conmigo por un momento. Quiero llevar un verso más para aquellos que se desesperan y que piensan que si no leo un verso bíblico no estoy en lo correcto, ¿verdad? Lo que pasa es que, por cuestión del tiempo, lea la historia en Hechos 9, pero piense conmigo, por favor. Un hombre que tenía posición, autoridad, fama, un día tiene que encontrarse con Dios y tiene que tirar por la borda todo lo que había construido. 

Es interesante porque el joven rico fue a buscar la salvación. En el caso del apóstol Pablo, la salvación lo vino a buscar a él. El joven rico fue a buscar cómo tener una vida como la que tenía Jesús y no estuvo dispuesto a pagar el precio para tenerla porque aquel joven quería la gracia barata que no te cuesta absolutamente nada. Pero un hombre que tiene un encuentro con Dios, un hombre que Dios lo tumba del caballo o donde quiera que él estuviera y lo para en el camino y le habla, ese hombre, dice la Biblia en el libro de Hechos, quedó ciego. Pero, hermano, yo no sé si usted puede entender que en realidad era en el momento que él pensaba que estaba ciego cuando más estaba pudiendo ver. 

Porque en el momento que se le cegaron sus ojos por aquel resplandor fue cuando él pudo comenzar a pensar, a meditar en su vida, a reflexionar. Y aquel día su vida despertó a la realidad de que había algo más grande de lo que él había estado haciendo, algo más poderoso, y estuvo dispuesto a renunciar a todo lo que había hecho. Su reputación cambió, sus deseos cambiaron. Este hombre se atrevió a dejar todo a un lado, se atrevió a ir ahora en contra de aquello que había predicado a través de todos los tiempos y convertirse en el promotor más grande del evangelio y de lo que es el poder de la gracia de Dios.

Creo que eso es lo que pasa cuando mucha gente entiende que la gracia te encuentra a ti y tú no encuentras la gracia. ¿Por qué digo que tú no encuentras la gracia? Porque hay gente que busca qué tienen que hacer para alcanzar lo que solo se puede alcanzar por fe y por la gracia de Dios en sus vidas.