¿Cómo orar?
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¿Cómo orar?

Las personas suelen pensar que orar es simplemente hablar con Dios, pero la verdad es que conlleva ciertos puntos claves que Jesucristo nos enseña detalladamente. Te invito a descubrir cómo orar.

Todos los demás le oraban a Jehová, todos los demás le oraban a Elohim, a Yahweh. Él es el único que oraba al Padre, y mira lo que ocurre, mira lo que sucede ahora en el verso 2, porque el Señor les va a enseñar a orar. Si alguien te pregunta a ti hoy: “Mira, yo no sé orar”, la respuesta de la mayoría sería esta: “No te preocupes, orar es hablar con Dios, habla con Él y te escucha”. Espérate, espérate. Pero eso no fue lo que hizo Jesús. Jesús no le dijo a los discípulos: “Miren, muchachos, tranquilos, hablen con Dios, hablen ahí con Dios, hablen que Él te va a escuchar”. No, no. Ustedes quieren que yo les enseñe a orar, les voy a enseñar a orar, y les enseñó dos modelos de oración y practicó un tercero que yo te quiero mostrar en el día de hoy.

Mire el primer modelo que le enseñó Jesús en el verso 2, dice: “Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”.

Les da esa oración y después les dice: “Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje y no tengo qué poner delante’? Y aquel, respondiendo desde adentro, le dice: ‘No me molestes, la puerta ya está cerrada y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme y dártelos’. Os digo que aunque no se levante a dárselo por ser su amigo, sin embargo, por su importunidad se levantará y le dará lo que necesite. Y yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si un hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”.

Le enseña dos modelos de oración en esta clase. Yo te lo voy a mostrar brevemente y te voy a mostrar una tercera oración que Jesús hizo, pero la vamos a ver en la vida de Pablo por algo que él oraba por sus discípulos y que Jesús también hizo este tipo de oración. Tres oraciones: número uno, Jesús le dice a los discípulos: “¿Ustedes quieren aprender a orar?”. Él les dice: “Decid así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”. Decid así, repite esto: “Padre nuestro que estás en los cielos”. Por lo general, en la iglesia evangélica, por no repetir la oración del Padre Nuestro, por no parecernos católicos según los evangélicos, tratamos de interpretar esta oración, que tampoco está mal, lo hemos hecho y lo haré en el futuro. Tratamos de mirar cada frase de esta oración para tratar de ver lo que detrás de cada frase Jesús quería enseñar.

Porque, por ejemplo, “Padre nuestro que estás en los cielos” es una frase bien controversial en aquel tiempo, porque Jesús es el único que le oraba a su Padre. Todos los demás le oraban a Jehová, todos los demás oraban a Elohim, a Yahweh. Él es el único que oraba al Padre. Entonces, en un buen mensaje sería decirte a ti: “Cuando tú vayas a orar y cuando tú vayas a meterte en tu tiempo de oración, recuerda que tú estás orándole a tu Padre. No es lo mismo orarle a Dios que orarle a tu Padre. Cuando Jesús se sintió abandonado, dijo: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’ La única vez que Jesús se refirió a Dios como Dios fue cuando se sintió abandonado, se sintió separado de Dios. Todas las otras oraciones que Jesús hizo, las hizo para su Padre”.

Y podemos profundizar en eso, chévere, excelente. Pero la verdad es que Jesús lo que pidió fue que lo repitieras: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo”. Pero muchos de ustedes la repitieron bajo una conciencia y ahora piensan que no hay que repetirla. Yo quiero que tú sepas que hay oraciones que Dios quiere que tú repitas, bien sencillo. Y me gusta esto porque los judíos explican por qué repetir ciertas palabras, por qué repetir la misma oración. Hay gente en el tiempo moderno que te dice: “Ah, pero mira, es que si tú repites la misma oración es porque no tienes fe, no has creído”. No, no, no. Hay unas oraciones que tenemos que repetir.

4 Comments
  • Edwin Muniz
    Posted at 10:10h, 21 August Reply

    Cómo aprender a orar

  • Ángel Rodríguez
    Posted at 18:49h, 21 August Reply

    Amén 🙏🏼

    Pastor Dios le bendiga grandemente a ti y a tu familia!

  • marttha
    Posted at 21:09h, 21 August Reply

    Amén Gloria a Dios Habba Padre

  • Liseth Trujillo
    Posted at 11:10h, 22 August Reply

    Amén y amén y así sea Padre nuestro amén

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