25 Jul ¿Para qué necesitamos la gracia?
Creo que quizás no es un problema para mí, no es un problema grande para ti. Yo se lo dije graciosamente a Carlito los otros días, que está el Pastor Carlos, estaba medio angustiado porque tenía que comprar unas cuantas sillas. Son como 7, 8000. Mira, tranquilo, yo te ayudo. No me entretengas a Dios orando por 7000 pesos que yo necesito conseguir. Yo necesito 4 millones. Tú desesperado por 7000 y me lo estás entreteniendo. Usted va a pensar que una revelación como esa, usted no va a pensar, usted puede pensar que una revelación como que tú eres el 11 en la casa, serás mayor que 11 y tu papá y tu mamá se van a inclinar hacia ti. ¿Tú crees que eso todo el mundo lo va a…? Ah, sí. Seguro que sí. No hay problema. Dios te lo dijo. Oh, pues seguro. Eso no va a pasar.
El apóstol Pablo tuvo esa experiencia. El apóstol Pablo no caminó con Jesús. Dios se le aparece a él personalmente. Por eso es que él dice: “Yo soy el último de los Apóstoles, como un abortivo”, porque Dios escogió al hombre más perseguidor de la iglesia y le da una revelación y le dice: “Tú vas a ganar el mundo, tú vas a hacer…”. Y usted piensa que eso no va a traer conflictos y problemas. Ahí es que llegan los conflictos, ahí es que llegan los problemas, ahí es que llegan las dificultades.
Y yo quiero que tú entiendas en el día de hoy que yo no estoy dudando de que Dios te haya hablado a tu vida. Lo que quiero es que separes los problemas que tienes. Hay unos problemas que son los problemas de los hombres, los problemas de la vida, los problemas naturales. Y la mayoría de ellos, nosotros nos pensamos en problemas que no estamos teniendo, que simplemente nuestra manera de pensar porque estamos desganados, porque tenemos una mala actitud, porque queremos que las cosas sean diferentes y hay problemas que nosotros mismos creamos. Hay otros problemas para los cuales tú necesitas la gracia de Dios y es cuando Dios ha abierto los cielos sobre tu vida y te ha dicho: “No importa que tú eres el 11, no importa que tú eres el ocho, pero yo tengo para ti algo más grande”. Y Dios te lo muestra y tú no sabes cómo fue. Fue que un día viniste al culto, un día viniste al servicio, o un día estabas durmiendo, un día estabas leyendo la Biblia y un día tú oíste la voz de Dios que te dijo algo que Dios va a hacer contigo. Y ahora el mundo completo se opone a eso en particular. Y ahí es donde vienen las contradicciones, ahí es donde vienen las dificultades, ahí es donde vienen las acciones en nuestra vida. Y Pablo las enumera. Pablo está claro en lo que va a pasar y en lo que le está ocurriendo. Pablo dice, número uno, en el verso 10: “Por lo cual, por amor a Cristo, me gozo en las debilidades”. Óigalo bien, todo el que va al tercer cielo tiene una revelación de las primeras cosas que te vas a dar cuenta es lo débil que tú eres. Te vas a dar cuenta que no hay manera en que con tus fuerzas puedas hacer aquello para lo que Dios te llamó a hacer.
Pablo dice: “En afrentas… Yo sé lo que es estar en afrentas, en dificultades”. Cuando hablamos de afrentas, hablamos… La palabra en inglés es… La palabra tiene que ver con la palabra insultos. Es cuando la gente te insulta, te habla. He estado en necesidades, en persecuciones, en angustias. Porque soy débil, entonces soy fuerte. ¿Por qué razón? Porque me doy cuenta que en mi debilidad es que Dios se perfecciona. Pablo dice: “He estado en mis debilidades, he estado en insultos, he estado en necesidades apremiantes, he sido perseguido y he estado en calamidades, he estado puesto bajo estrés”. Hay gente que tiene estrés y no sabe lo que es estrés. Pero yo quiero que tú entiendas algo. Si tú eres un discípulo y un verdadero creyente, algún día estas cinco cosas las vas a vivir. Porque el día que tú descubres lo que Dios quiere hacer contigo, tu mundo natural no guarda congruencia. Y hasta que se cumpla la palabra, el mundo te va a probar. Hasta que se cumpla la palabra que Dios te ha dado. Por eso es que hace falta la gracia de Dios que te sostiene día tras día y que es suficiente no tan solo para salvarte para el más allá, sino para darte la victoria en el más acá, para que puedas soportar hasta el momento de la manifestación de la palabra de Dios sobre tu vida en el nombre de Jesús. Y tú y yo tenemos que poder decir así en español: “Aar de esa gracia”.
Pero antes de moverme a un segundo punto que quiero mostrarte, hermanos, quiero volver a enfatizar porque no quiero menospreciar los problemas que usted pueda tener, porque cada uno de nosotros en nuestra vida estamos en diferentes niveles, estamos en diferentes dimensiones, etapas, contextos. Lo que quizás no es un problema para mí, no es un problema grande para ti. Yo se lo dije graciosamente a Carlito los otros días, que está el Pastor Carlos, estaba medio angustiado porque tenía que comprar unas cuantas sillas. Y son como 7, 8000. Mira, tranquilo, yo te ayudo. No me entretengas a Dios orando por 7000 pesos que yo necesito conseguir. Yo necesito 4 millones. Tú desesperado por 7000 y me lo estás entreteniendo. Mejor ora conmigo por los 4 millones. Yo te lo dije bromeando, ¿verdad? Pero yo sé lo que es en esa etapa, estar en esa. Así que yo no quiero menospreciar de ninguna manera el problema que usted pueda tener. Pero yo creo que podemos sí reflexionar por unos momentos, antes de moverme a mi segundo punto en el día de hoy, que hay veces, hermano, que hay muchos problemas que nosotros decimos tener que son problemas solo porque estamos pensando que son problemas. Y hay angustias que tenemos y que sufrimos de más cosas que realmente no deberíamos sufrir, que es simplemente porque nuestra mente se ha bajado a la sociedad, al estándar del mundo y no pensamos como realmente ni gente racional ni inteligente. Los verdaderos problemas vienen cuando Dios te da una revelación. El día… Oiga bien, hermano. No, el día que tú crees que puedes prosperar, que tú tendrás problemas, es el día que sabes que Dios te quiere próspero. Desde ahí es que comienzan tus problemas. Son dos cosas diferentes. Porque una cosa es querer prosperar por querer prosperar, otra cosa es saber que Dios te ha hecho próspero. Entonces lo que ya Dios te ha hecho contradice donde tú estás. Y ahí es donde vienen las batallas, ahí donde vienen las luchas, donde vienen las contrariedades. Y para eso es que tú necesitas la gracia de Dios, para eso es que tú necesitas depender de la gracia de Dios en tu vida.
Oswaldo Monier
Posted at 17:45h, 25 JulyLléname De Tú Gracia Divina Para Ser Salvo Yo Y Mi Casa AMADO PADRE CELESTIAL
AMÉN 🙏🙏🙏
Ana Maria Victoria Cornejo Seminario
Posted at 23:09h, 25 JulyAsí lo creo hecho EN EL NOMBRE PODEROSO DE JESÚS HECHO ESTÁ necesitamos de la Gracia de Dios nada es por nuestra fuerza todo lo que logramos en la vida es por la Gracia de Dios A Dios es dada toda gloria honra y honor por los siglos de los siglos hecho está AMÉN AMÉN AMÉN ❤️ 🙌 🙏
marttha
Posted at 19:07h, 31 JulyAmén todos necesitamos gracia sobre gracia