23 Apr Los del camino

Óigame bien, lo más grande no es que usted vaya a Él; lo más grande es que Él vino a nosotros, y lo más grande es que Él mora dentro de ti. En el día de hoy, los cristianos, cuyo primer nombre no era ser cristiano, recibieron este título como un menosprecio. Los comenzaron a llamar cristianos para despreciarlos. El verdadero nombre de los primeros creyentes era ‘Los del Camino’. El mismo Pablo lo dijo en el libro de Hechos: ‘Yo perseguí a los del Camino’. El nombre cristiano vino después, para tratar de perseguirnos y cerrarnos en unos círculos ideológicos.

Pero la descripción original de aquellos que habían comenzado con Jesús era gente que iba caminando, era gente que iba en un camino específico. Y yo no sé si te estás dando cuenta de que, en este mundo, la gente busca verdad, la gente busca vida, y hay un montón de caminos que te lo ofrecen. Pero hay uno solo que te lo puede dar, hay uno solo que te lo puede entregar, y ese camino es Cristo.

Tú y yo, más que ser cristianos en el día de hoy, debemos sentir orgullo en serlo. Tú y yo debemos decir: ‘Yo soy de Los del Camino. Yo soy de los que está caminando en el camino, yo soy de los que está en esta vida caminando en este camino, transformando y mostrando el poder y la gloria de Dios en este camino. Yo soy de los que va en el camino’. Y tú y yo debemos ser de los que disfrutamos el camino y transformamos el camino mientras vamos caminando. ‘Caminante, camino se hace’, como dice al andar. El problema es que la gente quiere brincar y salir y saltar a otro lugar.

Mira, una de las promesas que hace que la gente piense de esta forma erróneamente es: ‘Pastor, pero es que Él dice que Él va a ser morada para nosotros, mansiones celestiales para nosotros’. Entonces, nunca prosperas aquí porque allá arriba tienes una mansión. Porque allí arriba vas a tener una mansión, y la esperanza que mucha gente te da es que más arriba… Pero eso fue lo que Él dijo. Analízalo dentro de todo el contexto, porque Él no dejó de predicar. Mira lo que dice el verso 23 de Juan, capítulo 14: Respondió Jesús y le dijo: ‘El que ama mi palabra, el que me ama, mi palabra guardará, y mi Padre le amará. Y vendremos a él y haremos…’. Espérate, ¿nosotros vamos o es que Él viene? Él dice: ‘Y vendremos a él y haremos…’. Espérate, espérate, espérate. ¿Las moradas son en el cielo o son aquí? Eso fue lo que Él prometió.

Piensa conmigo, pastor. ¿Usted no cree que hay cielo? No hay cielo mientras esperamos aquel que se muere antes de que se cumpla la promesa de que la iglesia que Él está construyendo se tiene que construir, porque las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia. Hay gente que me dice: ‘Pastor, pero es que este mundo se está poniendo peor, peor, peor, peor, peor, peor, peor. Yo no puedo creer que este mundo se está poniendo peor, pastor, pero usted no mira el mundo alrededor, usted no mira todos los problemas’. Pero es que no puedo creerlo, porque es que Él dijo: ‘Las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia’. Él iba a construir una iglesia gloriosa, Él ha prometido restaurar esta tierra.