24 Apr El camino

No todo el camino va a ser bello, pero parte del camino siempre estará lleno de flores si tú sigues caminando en tu vida, sigues caminando en tu vida, y esa es la verdad, hermanos. Mi oración en el día de hoy es que tú cobres confianza, que entiendas que todos pasamos por momentos difíciles, todos pasamos por momentos de ansiedad. Jesús les está diciendo a ellos, muchachos, yo sé lo que es tener esos momentos, yo sé lo que es tener esos momentos, pero tú y yo tenemos que aprender a hacer una cosa: seguir caminando.

En estos días pensaba y recordaba tantos mensajes en el pasado, tantas ilustraciones. Te comento tres detallitos para orar. Recordaba hace un tiempo atrás, cuando hace un par de años atrás prediqué un mensaje que todavía el día de hoy la gente me escribe por él, el famoso mensaje. No sé si se acuerdan de la piedra en el zapato, todavía el día de hoy la gente me escribe por ese mensaje. Y recuerdo que esa declaración de ese mensaje comenzó con un detalle importante: si usted va a un médico, un cardiólogo, y usted tiene problemas en el corazón, el cardiólogo le va a pedir que usted haga dos o tres cosas, de las primeras que camine, porque siempre hay una relación entre tus pies y tu corazón. El día que dejas de caminar, tu corazón no va a funcionar correctamente. Por eso, tú y yo nunca nos podemos quedar sin movernos, tú y yo fuimos hechos para el movimiento, para caminar, para seguir hacia adelante, no importa lo que venga, no importa lo que ocurra, no importa lo que suceda.

Y mi oración para ti en el día de hoy es que te atrevas a levantarte y caminar y seguir hacia adelante, no porque vas para un sitio, sino porque Él vino a morar contigo en el camino y a mostrarte su gloria en el camino.

En una ocasión, un hombre salió con dos cántaros, como en aquellos tiempos se iba al pozo, un cántaro a la mano derecha, un cántaro a la mano izquierda, y luego de caminar un largo camino, regresó a su hogar con los dos cántaros llenos. Y cuando regresó a su hogar con los cántaros llenos, no se dio cuenta de que uno de ellos estaba quebrado, y cuando llegó a su casa, pensando que tenía dos cántaros llenos de agua, se dio cuenta de que uno se había ido vaciando en el camino y se quedó frustrado. No era tan fácil llegar al pozo, así que tenía que esperar un par de días otra vez, y no tenía suficiente agua. Se quedó triste, frustrado porque su cántaro estaba roto. Llegó un amigo y le dijo: ‘¿Qué te pasa?’ y le contó. Después de caminar por dos o tres días, cuando regreso aquí, el cántaro está roto y simplemente se me había perdido toda el agua de este, y comenzó a contarle toda la frustración. Y el amigo sabiamente le dijo: ‘Vamos a caminar otra vez por el mismo camino.’ Y cuando comenzaron a regresar, le comenzó a mostrar que en el lado del cántaro que estaba roto había un montón de flores y en el otro no, y le dijo: ‘El agua que se perdió para algo sirvió. No todo el camino va a ser bello, pero parte del camino siempre estará lleno de flores si tú sigues caminando en tu vida, sigues caminando en tu vida. Esa es la verdad, hermanos.