18 Mar La oscuridad
Porque aunque lo que te ha alumbrado en tu vida desaparezca, aunque lo que haya alumbrado tu vida en algún momento dado desaparezca, tú puedes tener esperanza de que siempre hay una luz que alumbra desde el primer día del universo, donde Dios dijo: «Sea la luz». Y esa luz es Cristo, que alumbra nuestro camino en las noches más oscuras.
Lamentablemente, hace un par de años atrás tuve que comenzar a tomar pastillas para la presión. Ya hace un par de años que tomo pastillas para la presión. Estoy luchando para quitármela, verdad. Estoy haciendo por eso que he rebajado y he hecho todo lo que he hecho y tratando de luchar. Y sigo por mi culpa, por mi Santísima culpa. Y cada vez que veo el pote de pastillas me prende como un sequit traki. Pero, ¿qué voy a hacer entonces? Sabes, cuando yo me tomaba la pastilla por la noche, el efecto de la pastilla duraba 18 horas y durante el día yo podía estar en la calle y estar ocupado. Pero yo sé lo que es llegar a mi casa, con una maravillosa esposa, una casa bonita, no tener problemas en el matrimonio, pero sé lo que es llegar a mi casa a las 6 de la tarde, que se te apague el cerebro por un momento y que te llegue el pánico y todo lo que yo pensaba en un momento dado era: «No me voy a despertar mañana». Es una cosa terrible, es algo que no puedo describirlo. Yo me las tomaba por la noche solo por el miedo a no despertarme. Ahora me las tomo por el día. Ya vencí el terror nocturno. Ya sé que voy a despertar, pero tomó tiempo sacarme eso de la cabeza. Y tú puedes llegar a la oscuridad en tu vida y tú puedes llegar a un momento donde se supone que descanses y duermas tranquilo, pero llega a esa pesadez, esa tiniebla, esa angustia, tus pensamientos se desequilibran. Y lamentablemente la iglesia a veces no sabe entender que la verdadera solución es ser alumbrados por la luz de Cristo. ¿Quién es él? Entonces comenzamos a buscar otras soluciones en vez de nosotros verdaderamente tener una relación con él.
Veamos por un momento algo más. Cuando miramos, Jesús está diciendo estas palabras en un momento muy peculiar del tiempo de los judíos. Si usted mira los versos anteriores y los versos después, usted se va a dar cuenta de que hay varias declaraciones que nos dejan saber el momento y el lugar donde él lo dijo. Jesús dijo esto frente al tesoro del templo, al lugar donde se echaban las ofrendas, y dice la Biblia que lo dijo también en el periodo de la fiesta de los tabernáculos. ¿Y por qué es tan importante eso? Porque en el tiempo de los tabernáculos, el pueblo de Israel sacaba un montón de lámparas, sacaban un montón de luces. El tiempo de los tabernáculos era la fiesta que ellos celebraban para recordar la salida de Egipto y recordar lo que Dios hizo con ellos cuando les puso la columna de fuego durante la noche. Así que ellos celebraban la fiesta de los tabernáculos para recordar que en las noches más oscuras de su desierto, Dios sacaba una columna de fuego que les daba calor, que los cuidaba, que les dirigía y que disipaba las noches más oscuras de su vida y ellos podían mirar a ese lugar como un punto de referencia. Ya ellos no tenían esa luz directa, sino que ahora todos los años celebraban la fiesta de los tabernáculos y encendían luces y lámparas por todas partes, pero en el lado y en el lugar del templo donde estaba el tesoro, donde se daban las ofrendas, habían unos candelabros gigantescos que ellos encendían por ocho días, me parece, y cuando los encendían, la ciudad completa se alumbraba y el mundo entero veía aquellos candelabros y decía: «Mira, Jerusalén siendo alumbrada por Dios».
Y Jesús hace esta declaración el día que tenían que apagar esos candelabros. Jesús hace la declaración: «Yo soy la luz del mundo», cuando se está acabando la fiesta de los tabernáculos y la ciudad vuelve a estar en la oscuridad.” Oscuridad que estaba antes y Jesús dice: «Aunque se apague esa luz, aunque ese candelabro no vaya a funcionar, ahora yo vengo a decirte una cosa, oye bien: Yo soy la luz del mundo». Y yo no sé quién puede darle gloria a Dios por eso, porque aunque lo que te ha alumbrado en tu vida desaparezca, aunque lo que haya alumbrado tu vida en algún momento dado desaparezca, tú puedes tener esperanza de que siempre hay una luz que alumbra desde el primer día del universo, donde Dios dijo: «Sea la luz». Y esa luz es Cristo, que alumbra nuestro camino en las noches más oscuras.
Y antes de que terminen los próximos minutos, vamos a orar para que todo aquel que ha sentido tinieblas en su vida, todo aquel que ha sentido esa carga en tus pensamientos y que te sientes confundido y perdido, hasta hoy la luz de Cristo viene a tu vida y alumbra tu camino, alumbra tu desierto, para llevarte al lugar que él te ha prometido. Si seguimos profundizando, podremos ver muchísimas cosas más. Yo quiero llevarte un detalle muy importante en un momento, pero en el Nuevo Testamento vemos esta referencia a la luz múltiples veces y tú te vas a dar cuenta de que hay varias cosas que en nuestro corazón tenemos que comprender que esto representa. Por ejemplo, es muy fácil entender que la luz representa salvación y que las tinieblas representan el pecado. A través de la palabra del Señor, te vas a dar cuenta de que estar en tinieblas no es otra cosa que estar en ignorancia, que no tener conocimiento, que vivir con el conocimiento entenebrecido, versus estar expuesto a la luz, que es tener revelación, es tener sabiduría, es adquirir sabiduría en tu vida. Pero tienes que llegar al nivel de entender lo importante de esto en cada uno de nosotros.
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