Escucha la voz de Jesús
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Escucha la voz de Jesús

El ciego escuchó la voz de Jesús y confió en Él, ¿poderoso, no? como con solo escuchar su voz ya creyó en Él y es que hoy te invito a que te concentres en la voz que te dice “Yo soy la luz del mundo” y enfoca tu fe.

Yo le pido a Dios hoy que tu fe se levante para que tú creas como creyó ese ciego y ese día su camino fue iluminado. Hoy vengo a decirte: Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo”. Tener la luz de Cristo en tu vida es cuando tú comienzas a creer por fe y tu mundo se comienza a estructurar. Y dijo Dios: “Sea la luz”. Y vio Dios que la luz era buena. Es bueno tener luz. Ojalá Luma lo entienda. Es bueno tener luz, aunque veamos el reguero. Es bueno tener luz, aunque nuestra vida esté desordenada. Pero si hay luz, entonces puedo separar el día y la noche, puedo separar la tierra y el agua. Y si puedo separar la tierra y el agua, entonces ahora puedo tener peces, puedo tener plantas. Y si ahora puedo tener plantas y peces, ahora puedo tener un hombre y una mujer que haga la obra de Dios aquí en la tierra.

Yo vengo a decirte en el día de hoy: haz como dice la Biblia en el libro de Isaías, capítulo 60: “Levántate y resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha caído sobre ti”. Levántate y sal allí afuera y cree que la luz de Cristo es la que alumbra tu vida para siempre. Si hoy hay tinieblas en tu corazón, cualquiera que sea, y hermanos, esto no es estar endemoniado. Estos son periodos, épocas en nuestra vida, donde a veces las tinieblas llegan a nuestra mente y lo único que tenemos que creer es: Señor, tú eres quien sacas toda tiniebla de mi vida, me rindo a ti. Y aquel te va a decir: tienes que exorcizar y ve a un fufu, o ve a un católico que te ponga la cruz, o ve donde F que te haga algo. Y el otro te va a decir: estudia tal curso, y el otro te va a decir: estudia tal teología, y el otro te va a decir: estudia tal cosa. Lo que yo te voy a decir es una sola cosa: cuando tú estás en tiniebla, lo único que la quita es creer. Cree, cree. Y yo le pido a Dios hoy que tu fe se levante para que tú creas como creyó ese ciego y ese día su camino fue iluminado. 

Hoy vengo a decirte: Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo”.

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