15 Feb Creer sin explicación
Aunque yo no pueda explicarte por qué el padre perdonó al hijo pródigo, si yo fuera él, tampoco podría hacerlo. No sé qué fue lo que había en su corazón, ni qué fue lo que él quería. Pero dame una razón de por qué él te perdonó a ti. No sé cuál es la razón por la que él me perdonó. Lo que te puedo decir es que creí, y el día que creí, caminé hacia él. Y cuando caminé hacia él, me perdonó. Yo fui con la expectativa de que fuera tan solo un jornalero, y me hizo otra vez más su hijo. No tan solo eso, cuando llegué allí, tenía un corderito gordo, dice la Biblia. Eso quiere decir que lo había estado alimentando. Si lo estaba alimentando, quiere decir que tenía fe de que algún día yo iba a regresar. Así que estaba esperando que yo regresara. Eso es lo único que te puedo decir.
Toda la evidencia a mi alrededor me demuestra que lo que he creído se ha manifestado en mi vida. Esa debe ser la experiencia de todo creyente. Tú no tenías paz cuando estabas sin Dios. Creíste en Dios y ahora tienes paz. Es la paz que sobrepasa todo entendimiento. Pero cuando tú miras todo a tu alrededor, la experiencia que estás teniendo valida la fe. Y la experiencia te da entonces razón para seguir creyendo. Porque te da confianza, porque ahora el objeto de tu fe se ha demostrado fiel en tu vida. Pero el inicio es la fe que se recibe cuando nosotros miramos la palabra del Señor.
Hay varios versos o varias ideas que quiero mostrarte acerca de la fe y de esta experiencia en el día de hoy, para entonces mostrarte el aspecto del razonamiento y cómo esto opera por unos momentos. Cuando nosotros miramos y tratamos de conciliar estas dos ideas, la idea de la fe y de la razón, nosotros que queremos defender la fe en el momento de la apologética, tenemos que batallar y saber ciertos aspectos muy interesantes. Por ejemplo, lo número uno con respecto a la fe, la Biblia nos declara que la fe no es por vista. Por eso hay gente que dice: “Bueno, tú no puedes tener razón o no puedes usar la razón, porque la fe no es por vista”. Tú y yo tenemos que vivir por lo que no vemos, como dice el libro de Segunda de Corintios, capítulo 5: “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor; porque por fe andamos, no por vista”. La realidad es que nosotros no nos dejamos llevar por lo que vemos en el mundo natural, sino por la convicción que hay en nuestro interior. Y estamos entonces quizás en un periodo de nuestra vida como Santo Tomás, que si no veo, no creo. Pero bienaventurados, dice el Señor, los que no han visto y creyeron, y van a creer. Bienaventurados aquellos, esa gente vendrá, verá otras cosas, tendrá otros resultados.
Oswaldo Monier
Posted at 09:11h, 15 FebruaryToda mi Fé está puesta en Tí AMADO PADRE CELESTIAL, Gracias por Hacerme Tú Hijo
AMÉN 🙏🙏 🙏
Martha
Posted at 11:25h, 15 FebruaryAmén Gloria a Dios
Sr en ti creo en ti espero y en ti confío
sadela jose latuff pineda
Posted at 17:56h, 18 FebruaryAMEN PASTOR ESCUCHAR LA PALABRA NOS AUMENTA LA FE EN NUESTRO DIOS…..