14 Dec  No te olvides de vivir en el Espíritu

Yo no sé cuántos han tenido experiencias que han tenido que reclamar la fuerza desde el espíritu, pero hace unas semanas me pasó. Es como que le cae a uno el peso de las cosas, en eso ya estábamos sacando cálculos de todo lo que hace falta para el nuevo edificio y no puedo negar que me fui para mi casa y me fui con todo eso en la mente, me desesperé un momento. 

Recuerdo a la 1 AM caer sentado en la cama sin poder dormir, con ansiedad en mi corazón, en mi cuerpo y ya yo había vivido eso. Yo sé lo que no es dormir por las noches bajo presiones económicas y de momento yo dije: “Yo no voy a volver a vivir la misma experiencia de hace 8 o 9 años atrás”. Y yo dentro de mí pensaba: “Se está repitiendo lo mismo” y yo mismo me comienzo a hablar. Primero: “Espérate, no se está repitiendo lo mismo, antes había deudas. Estabas a punto de perder todo, ahora es todo, es todo hacia el futuro, es todo para ganar.”

Y trato de convencerme a mí mismo como persona racional a la 1 de la mañana, no hay nada que puedas hacer, duérmete. Estoy yo calmándome, bajo, busco algo de tomar y estoy ahí calmándome, pasa una hora y no me calmo, pasan dos horas y no me calmo. Y estoy allí mirando, dando vuelta en la cama, mirando para arriba y para abajo. Hasta que vuelvo y caigo en cuenta. 

Espérate, pero es que esto no se trata de yo racionalmente tratar de calmarme, esto es algo del espíritu y comienzo a orar, comienzo a declarar desde la nueva naturaleza. No, tú me guardarás, tu Palabra dice que tú guardarás en perfecta paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado. Tu Palabra dice que tú me vas a dar la mente de Cristo y la paz que sobrepasa todo entendimiento y comienzo a declarar desde el espíritu, comienzo a ordenarle a mi mente: “Hey, tienes que dormir, porque el Espíritu te va a hacer dormir”. La única manera, es la única forma para tú vencer la tentación, es por el Espíritu. 

Para tú vencer las tentaciones del mundo, es por el Espíritu, porque tu cuerpo va a querer ceder, así que mira lo que hace Dios a través de su Espíritu Santo. Cambia tu corazón, se mete en tu mente y te da el poder para que puedas cumplir con todos sus preceptos.