12 Dec La frustración de los cristianos

La frustración de muchos cristianos es que quieren hacer lo que Dios les pide a la vieja manera, pero no funciona así. Lo estás haciendo por tus propias fuerzas, lo estás haciendo por tus propios talentos, no lo estás haciendo desde la nueva naturaleza que es Cristo Jesús. 

Ya tú no te puedes conocer a ti mismo, no hay tal cosa como que tú eres tímido si Dios te dice que vayas y hables, ve y habla y cuando tú hables, tú mismo no te vas a conocer. Tú dirás: “Esto no soy yo”, pero es que no eres tú, es el Espíritu Santo sobre tu vida hablando y eso es lo que tiene que pasar, te saliste del camino para que él cumpla la obra en tu vida. Ya no tú.

Hay un momento en que tú tienes que renunciar a todo lo que tú eras, no se puede jugar en el evangelio. El día que tú le entregas tu vida al Señor es porque tú crucificas tu vieja vida y tomas la nueva vida en Él, así que tienes que morir a tu viejo yo, a tus viejos deseos, a tus viejos anhelos, a tu vieja voluntad, a tus viejos sueños y tomar todas las cosas nuevas que Dios tiene para ti y de esa nueva naturaleza es que tienes que sacar el poder para hacer todo lo que Dios te ha pedido que hagas en el día de hoy. Esa es la clave en esta hora, es de esa nueva naturaleza que está empoderada por el Espíritu de Dios que tú y yo tenemos que vivir.

Mira, si esto es así, hermano, mira lo que dice en Romanos capítulo 8. Romanos capítulo 8, el verso 28 dice: “Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”. Ahora, cuando tú miras la Biblia, no puedes leerla por leerla. 

En el Nuevo Testamento, creo que son 8 veces que se usa la palabra primogénito, eso es en Romanos en adelante. En Mateo y antes, en los evangelios, se le llamaba a Jesús el único hijo de Dios, el only begotten son, el único. Cuando Él muere y resucita, ya no es el único. Ahora es primogénito, la cosa cambia. Vuelvo y repito: antes de que venga el Espíritu Santo sobre nosotros, a Jesús se le llamaba el único hijo de Dios.

Cuando Él muere y resucita, ya no es el único hijo. Ahora viene a ser el primogénito. ¿Por qué viene a ser el primogénito? Bueno, bien sencillo porque ahora todos nosotros nacimos de nuevo. El Espíritu Santo está en nosotros, mora con nosotros y venimos a ser hermanos de Cristo. Él es el primogénito de muchos.

El problema es que la gente no entiende eso y la gente no busca esa nueva naturaleza para caminar en la autoridad que debería caminar, que es la autoridad del Espíritu. Porque entonces solo vemos a Jesús como la gran excepción y no como el gran ejemplo y el día que tú ves a Jesús solo como la gran excepción, aunque lo fue, y no como el gran ejemplo, tú no puedes entonces hacer las obras que Él hizo. 

Porque si Él solo vino a ser la excepción, nadie lo podría hacer pero cuando Él muere y resucita, Él deja de ser la excepción para ser el gran ejemplo, para que todos los que tengamos el poder del Espíritu Santo y la persona del Espíritu Santo en nuestra vida podamos hacer lo mismo que Él hizo aquí en la tierra y desde esa nueva naturaleza es que tú debes caminar por el resto de tus días.