18 Aug ¿Cuál es nuestra meta en la vida?
En la Palabra del Señor, en 2 Pedro capítulo 1, versos 1 y 2, hay dos palabras muy importantes con respecto al conocimiento. Dice así: “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús”.
Ahora, el verso anterior nos dice para quién fue escrito esto, nos dice que esto fue escrito para un grupo de personas que ya le sirven a Dios. Esta expresión no es para el no creyente, ni para el que recién empieza una relación con el Señor sino para aquellos que ya creen que Dios existe.
Porque si creces en el conocimiento de Él, se multiplican en tu vida dos cosas: se multiplica la gracia y se multiplica la paz. ¿Tú quieres vivir en la gracia de Dios, que es el favor divino sobre tu vida? ¿Qué es lo que te abre puertas cada mañana? ¿Qué es lo que te da fortaleza cuando tú no la tienes? ¿Qué es lo que te impulsa a seguir hacia adelante? ¿Tú quieres vivir en paz en tu vida? Lo único que tienes que hacer es crecer en el conocimiento de Él, para que puedas obtener esa gracia y ese favor multiplicado cada día.
Por eso es que tienes que tener hambre del conocimiento de Dios cada mañana y decirle a Dios: Hoy yo quiero conocerte un poco más.
Hay dos palabras más que hablan del conocimiento y son la palabra epignosis y la palabra gnosis. La palabra que usa Pedro aquí es la palabra epignosis y es el conocimiento carnal, natural, de la mente, que se llena de conocimiento. Epignosis es el conocimiento que te lleva a un total discernimiento, de poder tener una experiencia, de poder hacer que el conocimiento mental que tienes se convierta en una experiencia en tu vida.
Cuando nosotros hablamos de epignosis, básicamente hablamos de que nuestro corazón reaccione al conocimiento de Dios; que mi vida se alinee al conocimiento que tengo de Él. Por eso es que no se trata solo de conocer de Dios o de conocer acerca de Dios.
Aquel que conoce solo de Dios o aquel que conoce acerca de Dios se vuelve vanaglorioso; cree que sabe más que todos nosotros; pero si tu corazón no reacciona a ese conocimiento; si tu vida no me muestra; si tu corazón no me muestra que tú lo conoces a Él; y sigues siendo el mismo amargado, el mismo frustrado, el mismo malcriado donde quiera que tú vas; y cuando te miro y te veo no veo ningún cambio en tu vida; lo que me dices es que tú tienes gnosis; tú tienes conocimiento de Dios; tú tienes conocimiento acerca de Dios; pero no tienes epignosis; no has crecido en el discernimiento de Dios; porque tu corazón no reacciona correctamente al conocerlo a Él.
Y nosotros tenemos que aspirar a que nuestro corazón y nuestra vida completa reaccione al conocimiento verdadero de Dios; para que seamos libres de los apetitos de la carne; y vamos a caminar por el hambre y la sed de justicia; de conocerle a él cada día. Esa debe ser nuestra meta: llenarnos del conocimiento de Él; pero es para que mi corazón reaccione a él y viva para Él.
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