17 Jul El poder del discernimiento
En el libro de Génesis capítulo 3 en el momento donde Dios le habla tanto a la serpiente, a la mujer y al hombre y les deja saber cuáles son los resultados de su pecado observamos cosas que se distorsionaron en aquella ocasión que son las que provocan que no veamos a Dios en la vida ordinaria.
En Génesis capítulo 3 el verso 14 dice la Biblia “Y Jehová dijo a la serpiente por cuanto esto hiciste serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo sobre tu pecho andarás y polvo comerás todos los días de tu vida y pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu simiente y la simiente te dirá la cabeza y tú le herirás en el cañar a la mujer, dijo. Multiplicar en gran manera los dolores de tu preñez con dolor darás a luz los hijos y tu deseo será para tu marido y él se enseñoreará de ti y al hombre dijo por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer y comiste del árbol que te mande no comerás de él será la tierra por tu causa con dolor comerás de ella todos los días de tu vida espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado pues polvo eres y al polvo volverás”.
Cuando nosotros miramos la consecuencia del pecado la vemos en diferentes áreas que todos nosotros tenemos que corregir en nuestra vida si queremos vivir realmente en el paraíso restaurado por Dios.
Nuestra relación con Dios entre muchas cosas como nuestro agente moral y si hay algo que tenemos que enseñarle a nuestros hijos y a las nuevas generaciones y nosotros tenemos que recordar es siempre depender del discernimiento de Dios para saber lo que es bueno y lo que es malo.
Si tú quieres hacerle un bien a tus hijos enséñale lo que es bueno y lo que es malo pero sobre todo enséñale a discernir que cuando estén en un lugar lo que aparentemente es bueno ellos puedan saber en su interior lo que no es porque tú no siempre vas a estar con ellos pero si pones el compás del Espíritu Santo en sus vidas y la Palabra del Señor y les deja saber que lo que es bueno y lo que no.
Hay cosas que no son buenas solo porque lo dice el mundo, porque es la moda porque está en Instagram sino porque Dios te dirige y te guía día tras día en tu vida y pones a Dios como ese agente que te va poco a poco gobernando y mostrando tu vida será una diferente.
El problema del huerto de Edén es cuando Eva y Adán pensaron que ellos podían determinar lo que era bueno y era malo y el día que yo determino lo que es bueno y es malo hago de mí mismo mi Dios. El único que puede ser mi Dios es el Dios Todopoderoso Él sí conoce lo que me conviene, lo que está bien y lo que está mal.
Si queremos tener esa plenitud de nuestra vida tenemos que restaurar la relación entre el hombre y la mujer apartémonos por un momento de la idea del matrimonio, pensemos en la batalla que hay hoy en los tiempos que estamos viviendo, quieren destruir la imagen del hombre y la mujer, ponernos a pelear. Entonces nosotros como iglesia tenemos que aprender a enseñarle a nuestras generaciones que tenemos que respetar a la mujer, el hombre tiene que respetar la mujer y la mujer debe darse a respetar.
Tenemos que darnos a respetar en nuestra sociedad.
Gustavo Quiñones
Posted at 08:35h, 17 JulyHermanos buenos días, bendiciones, con todo respeto, les pido que copien bien la Palabra de Dios por cuanto faltan varias palabras claves que fueron omitidas, por favor, revisen bien Genesis 3:14-19 y verifiquen, gracias.
Luisa Alarcon
Posted at 08:49h, 17 JulyAmén gracias pastor por guiarnos cada día con el mensaje de vida eterna y así transformar nuestras vidas a la voluntad de Dios
Oswaldo Monier
Posted at 09:24h, 17 JulyGracias Ungido del Señor Ps Otoniel Font por fortalecer mi Fé hacia Nuestro Padre Celestial
AMÉN 🙏🙏🙏🙏🙏
Jhon Mario Rojas
Posted at 17:56h, 17 JulyAleluya 🙏
Oscar Isaza Jáuregui
Posted at 20:45h, 17 JulyBendiciones y Prosperidad para todos
Nairobis Jauregui
Posted at 12:43h, 19 JulyGracias `pastor, excelentes enseñanzas de fe, de valor y respeto
marttha
Posted at 21:19h, 20 JulyAmén seamos obedientes a la palabra de Dios