01 May El poder de la confrontación

Hemos estado hablando acerca del tema vida eterna ahora y observamos que vida eterna no es un término cuantitativo, sino que es un término cualitativo porque no tiene que ver con un periodo indefinido de tiempo sino con la calidad de vida de una persona.

Dios ha compartido con todos los hombres la eternidad en el corazón de todos nosotros, así que todos los hombres tenemos eternidad en nuestra vida y es lo que permite que tengamos esa experiencia de transformación y de trascendencia para que podamos avanzar un poco más en la vida. El hecho de que hay algo en tu interior que te dice que hay algo más, que puedes aspirar a algo más poderoso.

Dios ha puesto en nuestro interior algo poderoso y cuando tú y yo logremos entender que en realidad somos eternidad, podemos decir que somos máquinas espirituales, a través de las cuales podemos tomar cada momento, cada etapa, cada instante de nuestra vida que si las procesamos por medio del Espíritu Santo y por la Palabra del Señor todo se convierte en bendición.

Si somos capaces de traer el cielo a la tierra y por un instante meter a Dios en nuestra vida, cada momento puede ser transformado en los momentos más grandes de Gloria y de poder que tú y yo jamás hemos experimentado, pero depende de cada uno de nosotros.

También hemos visto un error de la Iglesia y ahora la gente piensa que la vida eterna es en el más allá, que es luego cuando una persona muere y comienza a vivir en el cielo. Y hemos conectado el cielo con vida eterna, pero el concepto de vida eterna en la Biblia es un término de calidad de vida.

Es una persona que está consciente del impacto eterno de sus decisiones, de sus consecuencias en el futuro y por consecuencia entonces tiene una calidad de vida en el presente totalmente diferente porque la persona que tiene eternidad en sus corazones y en sus pensamientos es capaz de vivir por encima de toda limitación y de transformar cada momento de su vida.

Y puede pasar que tú estás pidiendo mal, cuando pides algo y veo tu vida y no estás haciendo nada para tener lo que le estás pidiendo a Dios así que conviertes tu oración en una píldora mágica para evitar tu responsabilidad. Dios no da negocios. Quítese eso de la cabeza, si no tienes un plan para lograrlo ¿Por qué Dios te daría algo que no estás demostrando querer?

Si pides salud, ¿Estás teniendo una vida saludable? Con oración quieres resolverlo y no funciona así. Pero la realidad es que todos nos vamos a enfermar porque nuestro cuerpo no es perfecto y por mejor alimentación que tengas, todos estamos sujetos a virus y bacterias y nuestro cuerpo se va poco a poco degradando querámoslo o no, eso es lo normal en la vida, por lo tanto, me cuido, hago lo que tengo que hacer y cuando ya yo sé que he hecho todo lo que tengo que hacer, esa parte que no puedo completar es en la que le puedo pedir a Dios.

Pero no vengo a pedirle a Dios si no he hecho la primera parte y ese es el problema de muchas personas, no le pedimos a Dios correctamente porque no sabemos qué es lo que Él nos puede dar, pero el que le pide a Dios de acuerdo será bendecido.

Cuando tú vienes a la Iglesia tienes que revelarte dos cosas, tiene que revelarte donde tú estás primero por eso es que la Palabra tiene que confrontarte cada vez que tú vas a la Iglesia.

Hoy es la Palabra de Dios que debe moverse en tu interior. Debes entender estoy aquí, estoy haciendo esto, no estoy haciendo aquello la Palabra de Dios te revela quién tú eres primero y entonces te revela quién es Dios para que ahora puedas pedirle a Él lo que tú necesitas, pero si primero tú no sabes dónde estás, lo que has hecho y no te confrontas con quién eres nunca podrás saber lo que realmente necesitas de Él.

Así que lo primero que Jesús hizo fue confrontarla, la vida eterna comienza cuando tú eres confrontado por la Palabra de Dios.

Y quiero que sepas que tú puedes adorar al Padre en este momento, en este lugar y tener una conexión que nunca antes habías tenido y traer el cielo a la Tierra en tu vida en este instante.

Una de las cosas más poderosas que una persona puede entender, que le trae la vida eterna es cuando a través de mi adoración, de mi fe traigo a Dios presente en el momento en el que me encuentro y no espero el mañana para que Dios se muestre en tu vida, tú no tienes que esperar al servicio para que Dios se muestre en tu casa, tú lo que tienes es que en un momento de necesidad, en un momento de dificultad adorarle en espíritu y en verdad olvidarte de todo por un momento y decir:

“Señor, aquí me entrego dime qué es lo que estoy haciendo mal, dime qué es lo que he hecho para llevar este negocio a este punto. Señor voy a refugiarme en ti. Y ahora te pido que tú me des la fuerza y te pido que Señor tú traigas a mi vida la solución y te adoro, me entrego a ti”

De esa manera lo meto a Él en mi vida ahora, en el presente y no hace falta cambiar todo tu pasado. Presta atención hijo de Dios, quítate por un momento la religiosidad.

Una de las razones por la cual mucha gente aquí no tienen esa experiencia es porque piensas que tienes que ser perfecto para tener una experiencia transformadora con Dios.