¡Tú fuiste concebido por el Espíritu!
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¡Tú fuiste concebido por el Espíritu!

¿Tú quieres conocer quién es el Espíritu Santo? La Biblia está repleta de cosas, pero, ¿tú quieres conocer la obra del Espíritu Santo? Estudia Juan 13:16.

Ahí es donde tú vas a saber ¿quién es Él?, ¿a qué vino?, ¿qué es lo que hace con nosotros? Es la obre perfecta para entender quién es Él.

Ahora, ustedes dirán: “O Juan está hecho para que entendamos que Jesús es Cristo, o para que entendamos quién es el Espíritu Santo”.

Bueno, esa es la clave en el día de hoy. Pero la realidad es que nosotros nunca podremos creer que Jesús es el Cristo si no vemos la obra del Espíritu Santo en toda su vida. La vida de Jesús en particular.

Por ejemplo, hay nueve etapas que yo puedo marcar en la vida de Jesús, que son importantes que tú entiendas, recibas y creas. Y que entiendas, primero que, en todas estas etapas, el Espíritu Santo estaba presente. 

¿Cuáles son esas etapas?

Concepción, nacimiento, crecimiento, bautismo, tentación, inicio de su ministerio, muerte, resurrección y ascensión.

Pensando aquí ahora, pude haber añadido una más, pude haber puesto 10, y poner entremedia de todas ellas, por ejemplo, después de la número 6, “el momento de los milagros” su obra en la tierra, esos tres años de milagros.

Así que, añadamos y pongamos 10… 10 etapas en las que nosotros vemos la vida de Jesús y vemos al Espíritu Santo involucrado en cada una de ellas.

Concepción

Su concepción fue milagrosa. Y tenemos que recordar que el ángel le dijo a María: “Oye bien, María. El Espíritu del Señor vendrá sobre ti y vas a concebir”. Así vemos al Espíritu Santo dentro de la concepción.

Nacimiento

Cuando nosotros miramos su nacimiento, nos damos cuenta, en el verso 35 de Lucas, que dice “y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer, será llamado Hijo de Dios”.

No tan sólo en la concepción, sino también en el nacimiento.

Para la concepción, usted puede leer Mateo, 1:20, cuando Dios le dice a José “lo que está en ella por el Espíritu Santo es engendrado”.

Lo que ella concibe es por el Espíritu Santo.

Lucas usted lo puede utilizar para establecer que el nacimiento es por el Espíritu Santo.

Crecimiento

Lucas 2 dice: “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría, y la Gracia de Dios era sobre Él”.

¿Quién le dio la sabiduría a Jesús en su crecimiento y su desarrollo? ¡El Espíritu Santo!

Bautismo

Sabemos, con referencias como el libro de Lucas, capítulo 3, que cuando se bautizó, los cielos se abrieron, descendió una paloma, se oyó la voz del cielo del Padre, y descendió el Espíritu Santo sobre Él.

Tentación

Nos dice la Biblia que Él fue llevado al desierto por el Espíritu. Así que en todas las etapas de Jesús, vemos al Espíritu Santo.

Y es por el Espíritu Santo que recibe la fortaleza para vencer toda tentación.

Ministerio

En el inicio de su ministerio, la sexta etapa, cuando se para a predicar ahí en la sinagoga, el libro de Lucas nos dice que Él toma el rollo del profeta Isaías, y ¿qué declara? “El Espíritu del Señor está sobre mí por cuanto me ha ungido”.

En otras palabras, yo no me atrevo a salir de aquí a predicar si no estoy ungido por el Espíritu Santo.

Milagros

A través de toda su vida vemos milagros de todo tipo, como el que les comenté ahora mismo, el milagro aún de lo que es convertir el agua en vino, ahí está el Espíritu de Dios.

Muerte

Lo vemos en el momento de su muerte. Ahí estaba el Señor con Él. En el tiempo de su muerte.

Hebreos, capítulo 9, nos da una referencia de ese momento en particular.

Resurrección

También vemos al Espíritu Santo en su resurrección, en el momento en que resucita. Y Romanos 8:11 es una buena cita para eso.

Ascensión 

Y en el libro de Hechos 2:33 vemos al Espíritu Santo en el momento en que Él asciende al cielo.

Así que en todas las etapas de la vida de Jesús, vemos al Espíritu Santo. Desde la concepción, hasta su muerte y cuando sube.

La obra del Espíritu Santo la vas a ver allí. Ahora, lo primero que yo quiero que veamos por un momento con respecto a esto, es que, imagínate cómo cambaría tu vida si tu hoy entendieras que tu fuiste concebido por el Espíritu Santo.

Cómo cambiaría tu vida, cómo cambiaría du diario vivir, cómo cambiaría tu semana, cómo cambiaría todo tu año, si hoy tú entendieras que estas 10 etapas, si te fijas, son 10 etapas tuyas.

Son 10 etapas de todos nosotros. Todos aquí fuimos concebidos, todos aquí nacimos, todos aquí fuimos creciendo, todos aquí tenemos que experimentar un momento dado en el que somos bautizados, no tan sólo de las aguas, sino por el Espíritu, todos aquí pasamos por el momento de tentación, pasamos por el momento del desierto, todos aquí debemos tener un día en donde se inicie nuestro ministerio.

Nuestro ministerio no es ser pastor, el ministerio es, como te explicaba el domingo pasado, es un diario vivir, día a día, cada persona, un ministro, y Dios tiene que darte la capacidad para tú cumplir tu misión aquí en la tierra.

Todos aquí, algún día, nos vamos a enfrentar a la muerte, todos aquí, algún día, vamos a enfrentarnos a ese momento.

Aunque ande en valle de sombra y de muerte no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo…

¿Qué mejor ayuda para tú poder caminar en medio de la muerte? Y en medio de la muerte tú saber que el Espíritu Santo va contigo.

Tú también vas a ascender, vas a resucitar, resucitaremos con el Señor y ascenderemos con el Señor también al cielo.

El Espíritu Santo va contigo desde el principio hasta el fin. Y si tú entendieras eso, tú caminarías con una seguridad en tu vida como nunca antes. Te darías cuenta de los milagros que puedes hacer. Te podrías cuenta de que Dios cambia el agua en vino.

Si tú te das cuenta, y sabes, y reconoces, oye bien en el día de hoy, que desde tu nacimiento el Espíritu Santo ha estado involucrado, desde el día en que tú fuiste concebido…

David entendía eso. David decía: “Yo fui concebido por ti, mi embrión vio tus ojos…

El profeta Jeremías sabía que, “antes de que nacieras”, le dijo el Señor, “yo te había santificado, te había separado para algo especial”.

Cuando una persona entiende que el Espíritu Santo está desde que es concebido, hasta su muerte, hasta su ascensión, su vida cambia para siempre.

Comenzarás a caminar con una seguridad, con una certeza de que tienes a alguien que te acompaña desde antes de que tú lo conocieras.

Y ojalá lo entendieras esta noche. Antes de que tú hubieras nacido y que tuvieras conocimiento, Él ha estado contigo en todas las etapas de tu vida. Ahora, imagina si estás consciente de Él en el día de hoy…

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