Evita culpar al enemigo de tus errores
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Evita culpar al enemigo de tus errores

El día en que el enemigo dejó de molestar a Jesús, fue el día en el que él tomó una decisión. Una sola decisión…

Puedes tomar 40 días de ayuno, y si no tomas esta decisión, él va a seguir fastidiando.

Todo aquel que te dice todo el tiempo que está peleando con el enemigo, es porque el enemigo no tiene claro que tú estás claro en la decisión que debes tomar y el enemigo trata de atacar tu vida cuando él piensa que puede ganar terreno.

La pregunta es, ¿cómo le quito el terreno al enemigo? ¡Bien sencillo!

Mateo 4:7 dice:

Escrito está, no tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos, y le dijo “todo esto te daré si postrado me adoráis…”

La batalla del enemigo siempre ha sido una sola cosa: Que le adores. Porque tú y yo hacemos aquello que él no puede hacer y él fue creado para hacer.

El enemigo fue creado para adorar, y desde el día en que se reveló y se volvió orgulloso, nunca más ha podido demostrar su talento, nunca más ha podido demostrar su gloria, entonces todo lo que busca es gente que le adore a él…

Y viene el enemigo y comienza ese proceso con Jesús, el Señor, está en ese momento crucial porque la batalla sigue, la batalla sigue, la batalla sigue, la batalla sigue, y mira lo que dice en el verso 10:

Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás, porque escrito está… Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a Él servirás.

Ahora, presta atención, en el único momento en el que le dijo: “Vete, Satanás”, es cuando Jesús decide hacer una cosa: El único que será digno de mi adoración a pesar de todo lo que yo viva, será el Rey de Reyes, y Señor de Señores.

Déjame explicarte una cosa…

No confundas “guerra espiritual” con “problemas de la vida”.

Se te explota una goma, no fue el diablo, fue el clavo que el vecino dejó en la calle.

No confundas “guerra espiritual” con “malas decisiones nuestras”.

Te botaron por irresponsable, no porque el diablo te esté atacando…

No confundas “guerra espiritual” con los problemas con los que todos vamos a tener que lidiar. No pensemos de esa manera; pero sí tenemos que saber que hay un ataque a nuestra mente y a nuestros pensamientos.

Pero, oiga bien, ¿tú sabes a quién el enemigo nunca ataca en esa dimensión? A aquel que está decidido a que va a adorar sólo a uno: Al Señor.

¿Sabes cuándo el enemigo deja de enchabarte? Cuando ya sabe que tú no vas a cambiar tu adoración.

Mira lo que pasó en el verso 11:

Y el diablo entonces le dejó… Y he aquí, vinieron ángeles, y le servían.

La pregunta es: ¿El diablo está claro de que tú has decidió sólo adorar al Señor o todavía él cree que hay un poquito de terreno que él puede ganar?

Si estás peleando es porque todavía él cree que hay un poquito de terreno que él puede ganar…

Pero, ¿sabes cuándo el enemigo te deja tranquilo?

Cuando él sabe que no puede encontrar nada que te haga a ti rendirte ante ninguna otra cosa.

Esa es la grandeza de personas como Job. A Job lo maldijeron, hasta la mujer le dijo: “muérete”, los amigos le dijeron: “¿por qué tú sirves a Dios? Si te ha quitado todas las cosas”, y yo a veces no entendía porque yo decía que Job había dicho muchas cosas que no tenía que decir, y es verdad que dijo algunas tonteras en ciertos momentos.

Y quizás podemos pensar que no fue tan positivo cuando dijo: “Jehová dio y Jehová quitó”, pero detrás de todo eso, luego de muchos años, me he dado cuenta de que él no estuvo tan mal al decir eso, porque le está diciendo a todo el mundo “si Jehová me lo dio, y también me lo quitó, al fin y al cabo Él es Dios, y eso no va a cambiar mi deseo de adorarle, a Él sólo voy a servir, a Él sólo voy a agradar”, punto y se acabó.

Y yo no sé si aquí hay una iglesia el día de hoy que venga hoy decidido y decidida a este lugar “yo tengo un solo Señor, yo sólo le sirvo a alguien. Hace un año, hace dos años, hace tres años, hace cuatro años, hace cinco años decidí adorar al Rey de Reyes y Señor de Señores”.

No importa lo que traigan, no importan lo que digan, no importa lo que vega, no importa lo que pase, no importa lo que suceda, no importa lo que ocurra a mi alrededor, sólo a Dios voy a adorar, sólo al Rey de Reyes y Señor de Señores.

Óigame una vez más… ¿Sabes lo que va a pasar cuando tú tomes esa decisión? El enemigo se tiene que ir, deja de estar peleando con el diablo…

La única guerra espiritual es que hoy decidas a quién vas a adorar y que él lo tenga claro. Cuando él ya no puede ganar más terreno en tu vida, no le queda más remedio que dejarte tranquilo y lo próximo que vas a ver son ángeles que te sirven, es la presencia de Dios al lado tuyo que te cuida, que te guía, que te guarda…

Yo no sé a quién vine a hablarle el día de hoy, pero yo espero que en esta noche haya gente en este lugar que vino a hacerle espacio a lo que realmente tiene valor, y que decida en el día de hoy una sola cosa como decidió Job: A Dios sólo voy a adorar; quítame lo que sea, llévate lo que sea, pase lo que pase, habla mal de mí, me falla aquel, me falla el otro…

De vez en cuando me envían a mí vides de loqueras que están haciendo cierta gente en las iglesias, y de cosas que pasan aquí, y de cosas que pasan allá… Y la gente me dice: “Por eso es que la gente se decepciona, por eso es que la gente no quiere ser cristiana…”

Bueno, pero que sigan peleando con el diablo, porque si a ti otra persona te decepciona, y tú decides adorar a otra persona, si tú decides servirle a otra cosa, si tú dices “porque aquel falló, porque aquel hizo aquella loquera, porque aquel dijo lo otro, porque aquel no hizo lo que tenía que hacer, ahora decido que no voy a adorar a Dios”.

Adorarás al trabajo, la guerra siempre va a estar, adorarás a alguien, adorarás a algún artista, yo nos é si usted me está entendiendo en el día de hoy.

Hay un momento en el que yo tengo que decidir “no importa lo que pase al lado mío, no importa lo que el enemigo me ofrezca, no importa lo que el mundo quiera poner, en vida, en mis pies, en mis manos, hay una sola persona a la que voy a adorar, y se llama Jesús de Nazareth.

Y el día en que tú decides eso, se acaba la guerra en tu vida y comienza la restauración.

6 Comments
  • Digna Rosa González Barranco
    Posted at 10:09h, 15 November Reply

    i Jehová me lo dio, y también me lo quitó, al fin y al cabo Él es Dios, y eso no va a cambiar mi deseo de adorarle, a Él sólo voy a servir, a Él sólo voy a agradar”, punto y se acabó.
    Hasta hoy entiendo lo que Job quiso decir , Jehová dió, Jehová quito . Gracias pastor Otoniel por esa hermosa reflexión. Nada debe cambiar el deseo de adorar a Dios.

  • Jhon Mario Rojas
    Posted at 17:48h, 15 November Reply

    Aleluya, Gloria a Dios; sólo a Él voy adorar 🙏🙏

  • Ana Veronica Rodas
    Posted at 10:11h, 19 November Reply

    Amen hoy decido servir y adorar al único Dios que no me ha dejado sola a pesar de todo yo decido alabar y adorar al Rey de reyes y Señor de señores, Jehová Dios de los Ejércitos. Grandiosa palabra pastora, bendiciones

  • Haydee Gonzalez
    Posted at 07:12h, 21 November Reply

    Edificante las clases,Dios Es Luz cuando buscamos verdaderamente su voluntad el nos trae la verdad a nuestro conocimiento… Gracias por la claridad de su enseñanza..Para los que decidimos convertirnos verdaderamente a la Verdad… Bendiciones para UD y su familia

  • INDIRA LUZ GONZÁLEZ VALENCIA
    Posted at 13:38h, 28 November Reply

    Buena enseñanza pastor gracias

  • INDIRA LUZ GONZÁLEZ VALENCIA
    Posted at 13:39h, 28 November Reply

    Solo voy a adorar al Señor

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