Tienes el poder de influir a las próximas generaciones
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Tienes el poder de influir a las próximas generaciones

Es interesante cuando la gente pierde de vista que toda acción que yo tomo tiene repercusión más allá del día de hoy. Aunque tú no lo veas, totalmente, siempre lo que tú haces, tendrá un efecto a largo plazo.

Esto es como una piedrita que usted debe aventar en un lago. Es decir, usted toma esa piedrita, la tira, y trata de salte y que brinque… Y por lo general, usted puede ver los primeros círculos. Al primer contacto, usted puede ver los efectos…

Pero, mientras más la piedrita sigue, ¿qué pasa? Ya usted deja de ver, y no por la distancia; simplemente porque el golpe es menor y ya no puede ver ese círculo de la ola.

Pero eso no quiere decir que no se formó esa pequeña onda… Que aunque yo no lo vea, aunque no lo mire, aunque no lo pueda observar con mis ojos, el efecto está ahí.

Así nos pasa con toda decisión que nosotros tomamos.

Cuando tú vienes aquí a la casa del Señor y presentas los diezmos y las ofrendas, tienes que saber, que en el mundo espiritual, estás haciendo un impacto en las próximas generaciones. 

Lo haces en las tuyas, y lo haces en las de los demás…

Lo haces en las tuyas, que van a poder reclamar bendición generacional, tus hijos podrán cosechar un día de la bendición de lo que tú has hecho en el día de hoy.

Yo estoy muy consciente de que hay muchos lugares y ciertos sitios donde yo voy, que lo que hago es cosechar la semilla que mis padres sembraron.

Cuando mis padres estaban aquí en Puerto Rico, Dios los utilizó para ir a ciertos países, a ciertos pueblos, abrieron caminos y fueron pioneros en esos lugares. 

En otros países de Centro y Sudamérica, hoy, cuando voy allá, ya reconocen nuestro nombre, reconocen el nombre de la iglesia, y lo que voy es, básicamente, a recibir la cosecha de lo que allí se sembró años atrás.

Hay otros lugares a donde mis padres no pudieron llegar por causa del tiempo, o por causa de lo que fuera, y, en esos lugares nosotros estamos abriendo caminos.

Eventualmente, nuestras generaciones cosecharán esa bendición.

En estos días hablaba con el pastor Carlos Bonilla, y me decía: “Pastor, es interesante porque me está llegando gente a la iglesia que fueron parte de Agua Viva en un momento dado”.

Por la razón que sea, por la distancia, por el tiempo, porque se desconectaron…”

Ahora que la iglesia está allí, ahora están llegando. ¡Es cosecha de lo que se sembró en el pasado!

Es importante que tú y yo entendamos, hermano, que nuestros hijos, nuestras generaciones, van a cosechar de toda semilla que nosotros sembremos.

En nosotros está el poder de impactar a la otra generación.

Pero no podemos verlo única y exclusivamente en nuestra descendencia carnal o natural.

Tenemos que verlo también en nuestra descendencia espiritual, en nuestra descendencia como iglesia, mientras tú y yo aportemos para que la casa de Dios continúe, mientras tú y yo aportemos para que el evangelio siga siendo predicado…

Tú no sabes quién está recibiendo la palabra, tú no sabes quién está oyendo la palabra, tú no sabes quién un día vendrá a este lugar y recibirá la palabra, y transformará su vida y cambiará sus pensamientos.

Tú no sabes la familia que estamos cambiando simplemente porque un día, a través de todo lo que hemos logrado hacer, la semilla se sembró en el lugar correcto, en el momento preciso llegó al corazón de una persona.

Cuando tú y yo nos presentamos delante del Señor, estamos asegurándonos no tan sólo futuro para nuestras generaciones, sino para Puerto Rico completo…

La tercera, la cuarta, la quinta, la sexta generación es bendecida por lo que tú y yo hacemos en el día de hoy.

Hace unas semanas hablábamos la pastora y yo, y ella recordaba que, por ejemplo, a Evelyn Santo Domingo, una de las jóvenes que canta aquí en la iglesia, y de momento veíamos una foto de Evelyn… Yo cargando a Evelyn con la pastora en Orlando, cuando Evelyncita era Evelyncita… Era una bebecita…

Y es impresionante porque los papás de Evelyn fueron a Orlando, a nuestra inauguración, hace 28 años atrás, y Evelyn tenía unos 3 o 4 años…

Y nos acordamos de esto porque, los otros días, estábamos cargando a sus dos hijos.

El detalle en que los estábamos cargando y recordamos por un instante aquella foto en la que cargamos a Evelyn en aquel momento.

Y pensamos: Qué poderoso poder entender que tres generaciones pueden disfrutar de una iglesia. Qué maravilloso que pueden disfrutar tres generaciones (los papás de Evelyn, Evelyn, y sus hijos) de una iglesia y es una bendición generacional simplemente porque hay un grupo de personas que han diezmado, que han ofrendado, y han afectado generaciones completas por causa de la palabra del Señor.

Y todos los que estamos aquí, que venimos a la casa del Señor, ese es el efecto que tenemos no tan sólo en nuestras familias, sino en las familias de otros.

En nuestros lomos está la próxima generación, y cuando tú y yo diezmemos el día de hoy, tengamos eso consciente.

No es tan sólo la bendición que Dios nos da para nosotros, es la bendición generacional que se imparte por causa de nosotros honrar a Dios.

Yo quisiera que tú hicieras un esfuerzo realmente, hicieras una promesa de fe, y le creyeras al Señor. Hazlo con fe, declarando su palabra, creyendo en el nombre poderoso de Jesús, que Dios va a multiplicar de manera natural.

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