Sólo por la Gracia de Dios estás aquí
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Sólo por la Gracia de Dios estás aquí

La ciencia se contradice siempre; empezaron diciéndonos que todos somos producto de la evolución. En otras palabras, lo que tenemos aquí hoy, es producto de la evolución.

Hoy, nosotros, como seres humanos, somos mejores que los humanos de hace 10 años atrás, de 20 años, 30 años atrás, 100 años atrás.

Eso es lo que nos dice la ciencia, y la ciencia, detrás de la evolución, era quitar el aspecto creacionista. 

¿Qué es lo que quería quitar la evolución? A Dios de la ecuación. Pero ahora, ya ni la evolución sirve, porque si la evolución está basada en la selección natural, quiere decir que la evolución depende de que el más fuerte sobrevive.

Y si ahora tú vas a hacer tecnología para que todo el mundo sobreviva, no van a sobrevivir necesariamente los más fuertes, sino que vamos a tener una raza de débiles que sólo sobreviven por la tecnología.

Entonces queremos hacer más longeva la vida de gente débil.

Pero, pregunta: ¿No me dijiste que lo que tenemos hoy es resultado de la evolución en la que fuimos sobreviviendo los más fuertes poco a poco y que poco a poco seguimos hacia adelante? Y ahora me vas a decir que vamos a salvar a la raza humana completa y a los débiles que no deberían estar, les vamos a poner partes robóticas para que sobrevivan.

Por eso es que te contradices, porque si eso que tenemos hoy es producto de una selección natural, ahora tú quieres ser Dios y quieres controlar quien vive y no vive…

Yo no sé cuántos de los que me están leyendo pueden estar de acuerdo conmigo hoy, pero léanme bien… Los ADN de muchos de nosotros, según la ciencia, no nos debería tener aquí.

Aquí hay gente que nace débil, raquítica, que no fueron los más inteligentes de sus clases, que para aprenderse cualquier cosa, tenían que embotellárselo, o tenían que escribirlo en la mano para poder pasar, porque no te aprendías nada.

Algunos de los que hoy me leen tuvieron una experiencia de pequeñitos en la que por poco se mueren, o pasaron por cosas que se supone que por selección natural no estuvieran aquí… 

Si yo voy a tus genes, hallo algún defecto, y Gloria a Dios que hay gente que tiene buenos genes y que han tenido buena familia. Pero hay otros que tenemos que admitir que no deberíamos de estar aquí. Por lo tanto, yo no estoy aquí por la selección natural. Yo estoy aquí por la selección Divina.

Dios quiso que en la tierra, donde se supone que yo no esté, todavía esté aquí. Y tú estás aquí por la gracias de Dios, y de eso es que tenemos que depender como quiera.

Es esa dependencia a Dios la que nos permite a nosotros vivir en ese estado perpetuo de relación con Él, pero no nos gustan los límites que Dios pone.

Fíjate en lo que dice Génesis 6:1-3

Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne, más serán sus días ciento veinte años.

Yo digo que tú no vas a vivir 120 años. Yo no voy a pelear. Dios es quien pone los límites en todas las cosas, y los límites no son malos.

Tú estás hoy aquí porque Dios puso límites.

Hay dos cosas que tú tienes que entender de los límites, aunque a veces nos revelamos en contra de Dios.

Son en los límites divinos en donde Dios nos prospera y en donde Dios nos protege… Y es a través de esos límites que Dios nos cuida.

Y mira lo que dice el libro de Job:

Job tuvo una experiencia maravillosa. Aquel que no ha leído Job…

Dice la Biblia, en los primeros versos, que Job era un hombre próspero, bendecido, rico, recto, maravilloso, pero llegó un momento en que, como leemos en Job 1:9-12:

Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra…

Esta es la declaración de Satanás. 

Fue donde Dios y le dijo: ¡Qué fácil la tiene Job! Tú lo tienes cercado. Y como tú lo tienes cercado y guardadito, el hombre ha prosperado. Y tú lo has bendecido.

Tú tienes que ser bien rico cuando el Diablo acepta que fue Dios quien te bendijo. 

Mira lo que dice el Diablo: Tú lo has bendecido, tú lo has prosperado, pero hoy los cristianos tenemos miedo de decir que la bendición de Dios es la que nos prospera.

En la Biblia está claro. Dios protege a Job. Dios cuida a Job. Y como lo protege y lo cuida, Dios lo prospera y lo bendice.

Pero la serpiente siempre se cuela, la serpiente siempre entra. 

Y mira lo que pasa en el próximo verso. Satanás, provocando a Dios, dijo: 

Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

En otras palabras, “¡Quítale eso! Que este es cristianito porque está bien; este es cristianito porque tiene riqueza. Pero, si lo pierde, pruébalo”.

(Continúa): Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.

Así que Jehová puso un límite. Y dijo: Yo no voy a evitar que toques lo que él tiene, pero a él no lo toques.

Yo quiero que tu sepas que tus problemas tienen un límite, porque Dios les pone límites. Tus dificultades tienen un límite, porque Dios les pone límites.

Y tú estás aquí hoy porque la Gracia de Dios no te protegió de las pérdidas que has tenido, pero el enemigo no ha podido tocar tu vida y por eso es que hoy tienes posibilidad de recuperar todo lo perdido y de levantarte, porque, ¿sabes qué? Lo que hay en la tierra se puede perder, dinero se reemplaza, cosas se reemplazan, ¡no hay problema!

Pero a él, no lo tocas, con él, no te metes.

Y no sé si alguno de los que me está leyendo puede darle Gloria al Señor el día de hoy, porque aunque has perdido cosas, la Gracia de Dios es la que te tiene aquí, ahora, y es la que te ha guardado…

Se supone que estuvieras muerto, en un manicomio, pero Dios ha puesto un límite al problema que tú tienes, a la dificultad que tú tienes, y si no ha acabado contigo, es porque no puede.

Tú todavía eres una amenaza para el enemigo porque Dios ha puesto un cerco sobre tu vida para hacer algo más grande.

Hay que creerle a Dios, hay que emocionarse con eso. 

El problema es que no lo vemos así, no lo entendemos. Porque comenzamos a cuestionar a Dios en cosas que no deberíamos estar cuestionando. 

“¿Y por qué yo?”, “¿y por qué nosotros?”, y comenzamos a perder de vista el Poder de la selección Divina, de cómo Dios nos escoge, de cómo Dios nos llama…

Dios es quien determina tu tiempo, tu habitación, tu lugar, y lo hace para que dependas de Él, para que un día te arrepientas. 

¡Seamos honestos! ¿Cuántos de los que me están leyendo, un día se arrepintieron de sus pecados?

Porque si no hubiera sido por la Gracia de Dios, si no hubiera sido por el Poder de Dios, no estaríamos en este lugar.

Si no hubiera sido porque Dios nos ha protegido, nos ha cuidado, nos ha guardado, a pesar de nuestros problemas, errores y dificultades…

Y este término es muy difícil para que muchas veces la gente lo entienda, y es la pregunta que muchas veces nos hacemos: “¿Por qué yo, y no otro?”.

Y tenemos la idea de que Dios tiene que salvar a todo el mundo. Pero, ¿por qué no otro y por qué tú?

Y hay gente que no puede vivir con eso en su conciencia.

¿Por qué no otro y tú sí? ¡Qué difícil es pensar en eso!

Y la respuesta es bien sencilla. Porque a Dios le dio la gana. Porque lo que se nos proyecta de Dios, es diferente.

A la larga y a la postre, esto es una selección Divina y por eso es que tenemos que depender cada vez más de Él.

Así que detrás de todo esto, lo que hay es una total dependencia de Dios.

2 Comments
  • Jhon Mario Rojas
    Posted at 09:19h, 27 October Reply

    Aleluya, Gloria a Dios

  • Mileybi Marineth Castillo Aguirre
    Posted at 10:51h, 27 October Reply

    Amén, Gracias Pastor Dios le bendiga grandemente!!

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