07 Oct ¿Qué estás dispuesto a hacer por Dios?
Los Caín de esta vida están vivos solo por la gracia de Dios, porque Dios ha puesto una marca y ellos siguen jugando. El mundo sigue jugando en la calle a gente que tiene más suerte, pero un día la suerte se acaba, un día el juego se acaba, y ahí se destruye todo.
Ha sido la gracia de Dios la que te ha cuidado. No te has enfermado, por la gracia de Dios. Has tomado malas decisiones, y lo que deberías entender es que hoy deberías decir: Señor, no voy a seguir construyendo como Caín, no voy a tener la actitud de Caín, me voy a acercar más a ti.
Pero la iglesia tiene que saber: o el mundo sigue construyendo, o nosotros replicamos el huerto del Edén. Y la iglesia tiene que estar obsesionada con que el huerto del Edén y lo que Dios hizo por nosotros sea más grande que las ciudades que los Caínes construyen en esta tierra.
Hay varias cosas que tenemos que comenzar ajustar en nuestra vida. Caín representa algunas actitudes erróneas en el corazón de muchos de nosotros, donde, en muchas ocasiones, sin darnos cuenta, todos podemos caer en ellos.
Caín representa:
- Esa actitud en contra de todo lo que parece religioso, o un sistema de adoración a Dios. Caín quería llevarle a Dios lo que él le daba la gana y pretendía que Dios lo recibiera. Así hay un montón de gente en la iglesia, que quieren que Dios esté feliz ellos trayéndole a Dios lo que les da la gana. Caín quería llegar con algo mediocre y que Dios se riera las gracias: ay, Caín, por lo menos intentaste, qué bonito; ay, qué bueno, Caín; estás luchando, Caín, qué chévere. ¡No! Y la actitud, muchas veces, es que venimos a la casa del Señor y queremos darle a Dios lo que nosotros queremos darle a nuestra manera porque no queremos que ningún sistema de hombre nos diga cómo adorar a Dios. Tildamos de religiosos a los que dicen que hay que adorarlo de tal o cual manera, o en tal lugar. Pues, hazlo a tu manera, y mira a ver los resultados que tienes. ¿Los religiosos quieren que tú vayas el domingo a la iglesia? Pues, no vayas, y mira a ver cómo te va. ¿Que a Dios se puede adorar en cualquier parte? Hazlo y mira a ver cómo funciona; pero cuando no tengas los resultados que tenemos los religiosos que hacemos las cosas de una manera, no te molestes. Y si te molesta, no me mates. Porque el problema de la gente es que no adoran como yo, y después me quieren matar. Ese es el problema que tenemos hoy.
El lugar más tóxico en el mundo son las redes sociales; ese es el lugar donde la gente pone todo su odio, toda su envidia, todos sus celos. La gente mira mal a uno cuando uno se sienta en primera clase o cuando uno está en un restaurante; la envidia les corroe de arriba abajo. La pregunta es: ¿por qué te molestas, por qué te da envidia? No te estás dando cuenta que lo que estoy haciendo me está dando resultado, pero tú me llamas religioso porque yo creo que el domingo es para Dios, creo que debo ir a la casa de Dios, creo que debo diezmar, creo que debo ofrendar; no me lo gasto en mujeres, no me lo bebo en mi salario allá afuera, nunca me divorciado, no juego casino, no malgasto el dinero; nos levantamos a las 4:30 de la mañana todos los días a trabajar; adoro a Dios sobre todas las cosas, he dedicado toda mi vida al Señor; algo me tiene que ir bien. Y algo te tiene que ir bien a ti también
Prospera para que tú veas lo que es envidia, para que veas que su familia va a empezar: tú deberías ayudarme. Pero y ellos, ¿para cuándo? ¿Por qué se molestan? Se te van a pegar todas las lapas de tu familia, todos los primos, buscando sacarte un poquito de dinero. Te ven que tú te montas un viaje y vas y disfrutas el viaje, y dicen: me deberías ayudar a mí, me deberías dar a mí. Pero tú les tienes que decir: y por qué tú no haces las cosas correctas.
Y así la gente construye ciudades. Allá afuera, los artistas construyen ciudades así y llenan a la gente de ese odio; eso es lo que hay allá afuera; odio en contra del que prospera. Ellos pueden prosperar, pero siembran odio contra el que prospera.
A Dios se le adora cuando Él quiere, cuando Él quiere, no cuando tú quieras, no con lo que quieras. No pretendas venir a darle a Dios porquerías, y que Él te la reciba como lo más grande. Dios no da premios de consolación. Eso pasa en las escuelas; en la escuela todo el mundo tiene una medalla de participación, para que no te sientas mal. Pero si fracasaste y perdiste, perdiste; motívate, para que ganes. Tú no celebres el participar. Tú celebra porque ganaste. Para último, ¡el diablo! Nosotros no podemos vivir así.
Es triste; la gente vive pensando así; la gente piensa que Dios piensa así. Viene Caín, y quiere darle una porquería a Dios, y que Dios esté feliz. Si tú vas a la iglesia a darle a Dios tu peor adoración, si vas a darle a tu peor ropa, tu peor tiempo, acomodado al horario que a ti te conviene, a la hora que te conviene, al momento que te conviene; los diezmos, si te conviene, y si puedes; la ofrenda, si puedes; después no vengas a pedirle a Diosito: dame un favorcito. Y tú, ¿para cuándo?
¿Qué vas a hacer? ¿Por qué razón sigues construyendo ciudades así?
El mundo está creando allá afuera ciudades, y cada quien que viva su vida como quiera, pero nosotros como creyentes, como cristianos, ¿por qué te molestas con los resultados de otro, si estás haciendo las cosas a la mitad? ¿Por qué le peleas a Dios? A Dios se le da lo que Él quiere, cuando Él quiere, como Él quiere; no como tú quieres.
En la iglesia, tenemos que dejar de complacer a la gente, y complacer a Dios. No podemos venir aquí a sacarte una sonrisa a ti; pudiéramos hacerte feliz a ti y hacer triste a Dios. Cualquiera puede venir con un mensajito muy bonito, y en su vida, vivir una vida mediocre, y alejarte de Dios. Dios se adora de corazón, como Él quiere, donde Él quiere, como Él quiere; y le damos lo mejor.
No le damos adoración a Dios bajo nuestros términos.
¿Cuál es la actitud de Caín? La actitud de Caín siempre es destruir a otro. No estás de acuerdo con alguien, y lo destruyes. Allá afuera hay unos cuantos cristianos que están pendientes a otros cristianos; ¡pero si su problema no es Fuente de Agua Viva!
El problema de tu país no es la iglesia, no es el mensaje de prosperidad; el problema de tu país es toda la corrupción, todos los problemas que hay allá afuera. Deja de dedicarle tiempo a hablar mal de nosotros, de la iglesia. Eso no es mandato de Dios. Creemos en un Dios de amor.
Yenis Beatriz Freyles
Posted at 08:58h, 07 OctoberGracias pastor esa palabra
Jhon Mario Rojas
Posted at 16:47h, 07 OctoberAmén
Anel
Posted at 16:16h, 09 OctoberPido por mi salud y la de mis padres y recuperación financiera y libertad de todo mal amén
admin2
Posted at 16:29h, 12 OctoberOramos contigo
Wiliam Chacon
Posted at 00:01h, 10 OctoberAmén claro así es muy cierto Gracias por esta palabra bendiciones.