Vas a ser un pacificador
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Vas a ser un pacificador

9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”  Mateo 5:9  

Esta es una de las bienaventuranzas más poderosas porque expresa una transición de pensamientos.  Para poder vivir en paz y ser pacificador, para poder tener esa capacidad, hay que tener paz interna, y para tenerla, debes vivir las bienaventuranzas; nunca podrás tener paz, si no eres limpio de corazón.  Lo que vamos viendo es cómo Dios va construyendo poco a poco el carácter de un cristiano, a través de entender su posición en Cristo Jesús, y llega al punto de dejarte saber lo importante de esa paz en tu vida.  

Lo curioso es la próxima bienaventuranza porque no puedes llegar a la próxima sin pasar por esta.  

10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”  Mateo 5:10-12  

Jesús viene construyendo el carácter de un cristiano, y te dice: vas a llegar al momento de tener paz, y vas a ser un pacificador.  Y cualquiera hubiera querido que el mensaje acabara ahí porque la próxima no es tan bonita: Bienaventurado cuando te persigan, cuando hablen mal de ti.  Y la pregunta es cómo tú puedes resistir lo que va a llegar a tu vida por las decisiones que tú has tomado de cómo vas a vivir, si no aprendes a estar en paz en un mundo donde, de primera intención, van a rechazar aquella decisión que tú has tomado y la transformación que Dios quiere hacer en tu vida.   Es importante este proceso porque el Señor espera esa madurez al punto de tener esa paz interna necesaria para poder caminar en el mundo en que hemos sido enviados a vivir.  

En un momento dado, el Señor Jesucristo les dice a los discípulos que vayan a otras aldeas y ministren.  Les dice: no se detengan en el camino; toquen la puerta y, si no los reciben, sacudan el polvo de sus zapatos; no fuercen nada; cuando los reciban en una casa, lo primero que van a decir es “paz sea con vosotros”.  Les advierte que son ovejas enviadas en medio de lobos.  Los prepara para que no todos los reciban ni les acepten, para que no estén pendientes a quién les recibe y quién no, que olviden el rechazo, limpien el polvo de sus zapatos, no digan nada más, y caminen hasta un lugar donde les reciban, y entonces digan: la paz ha llegado a este lugar.  

Esto es importante porque es parte de la experiencia personal que todos, como cristianos, vamos a tener en la vida.  

Esta bienaventuranza la podemos dividir en dos.  Hay una acción que se hace: bienaventurados los pacificadores.  No es bienaventurado el que tiene paz.  Por supuesto, el prerrequisito para ser pacificador es tener paz, pero no es por tener paz que vas a ser llamado hijo de Dios, sino que esa paz que tienes te lleva a ser pacificador, y cuando lo eres, entonces, la gente te va a llamar hijo de Dios, te van a reconocer como tal.  Ese título es bien grande porque no todo el mundo es hijo de Dios; todo el mundo es creación de Dios, pero los hijos de Dios son los que demuestran el carácter de Dios en sus vidas.  Y lo grande es que, aunque sí tú tienes que estar consciente de que tú eres un hijo de Dios, lo grande en esta vida no es que tú digas que lo eres, sino llegar a ver cómo otros dicen: tú eres un hijo de Dios; en ti veo algo diferente, que no veo en los demás.  Es que la gente pueda decir: he sabido de muchos que dicen ser cristianos, pero lo que veo en ti es diferente a lo que he visto; veo en ti que realmente eres un hijo de Dios.  Pero para que esto ocurra, tiene que mediar la acción de ser un pacificador, lo cual no es nada fácil.  

La meta de nosotros como creyentes, entonces, no puede ser la meta común del resto de la gente de tener paz.  Probablemente, en alguna ocasión te hayas preguntado cuándo tendrás paz en tu vida.  Y la meta de muchos es tener paz.  Pero la meta de nosotros como hijos de Dios no es tener paz.  La paz es el prerrequisito para hacer lo que fuimos llamados a hacer, para caminar en este mundo viviendo como debemos vivir.  Todo aquel que pone por meta ser alegre o tener paz, se involucra en cosas vanas.  La gente confunde paz con entretenimiento, con vacaciones, con libertad de problemas, con tiempo de silencio, con un tiempo donde no hay guerra; pero bíblicamente, no es de esa manera.  Esto es mucho más allá que una expresión externa de una condición utópica o de perfección que tú puedas crear en tu mente o en tus pensamientos; es algo que se alcanza en el interior de cada uno de nosotros por nuestra verdadera relación con el Dios Todopoderoso, con nuestro Padre celestial, que nos lleva a nosotros a realmente entender quiénes somos nosotros en Él, quién es Él para nosotros, y lo que nosotros somos en este mundo, por causa de lo que somos para Él.  Y es ahí que puedes caminar en esa seguridad, en esa certeza, y poder vivir en ese estado espiritual que Dios quiere que tú vivas.  

Tú deberías aspirar a algún día experimentar en tu vida la paz que sobrepasa todo entendimiento.  Esa es la paz que, aun con todos los problemas que tengas, llega un punto en tu vida que la gente piensa que eres irresponsable porque piensan que no te importa.  Y la verdad es que a lo último no te importa pero no porque no te importe sino porque la confianza que tienes, la seguridad y el llamado que tienes te hacen vivir en un nivel diferente a lo que los demás están viviendo, y los pacificadores les enseñan a otros a vivir en ese nivel de vida porque simplemente es lo que has aprendido a vivir por causa de tu relación con tu Padre celestial.  Y ahí es donde tú debes aspirar.  

En la Palabra, vemos que Jesús oró esto por sus discípulos; oró para que Pedro tuviera fe.  Le dijo: Pedro, oro para que la fe no te falte, cuando el diablo te zarandee; para que no te rindas, que no te quites.  Pero en múltiples ocasiones, la oración de Jesús hacia sus discípulos fue que tuvieran paz.  

25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”  Juan 14:25-27  

Cuando Jesús entró donde estaban los discípulos amedrentados por causa de lo que había pasado en la muerte de él y en la resurrección que luego él experimentó, vemos lo primero que les dice.  

36 Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. 37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu.”  Lucas 24:36-37  

19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.”  Juan 20:19  

“Paz a vosotros”, era la oración de nuestro Señor Jesucristo, una y otra vez.  

Jesús quería que sus discípulos aprendieran a reposar en él, a tener calma en su interior.  El barco necesita agua, pero la necesita afuera, no adentro.  Un barco sin agua no es barco.  Lo único que no puede permitir es que el agua se meta adentro.  Como creyentes, lo que tenemos es que saber que vamos a tener problemas en la vida, y que aún estos nos ayudan a movernos hacia adelante.  Son los problemas los que nos retan, nos promueven, nos impulsan.  Y lo importante es que los problemas siempre se queden afuera; porque los vas a tener, los necesitas, lo que no puedes permitir es que se metan dentro porque, de lo contrario, así como el barco, te hundes.  Por eso es que tú necesitas en tu vida llegar a este grado de paz. 

9 Comments
  • milagros coromoto
    Posted at 07:24h, 31 August Reply

    Amén. Recibo la Palabra en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén

  • Ángel Manuel Rodríguez Cruz
    Posted at 07:43h, 31 August Reply

    Amén 🙏🏼

  • Luz Enith Glen
    Posted at 08:08h, 31 August Reply

    BENDICIONES FLIA

  • Nelson García
    Posted at 08:10h, 31 August Reply

    Amén amén gracias Señor por tus palabras que llegan a mi cuerpo alma y corazón y conforme a tu voluntad aré lo que en ellas me hablas bendiciones para todos en el nombre de Jesús de Nazaret

  • Wiliam Antonio Chacon Vargas
    Posted at 10:00h, 31 August Reply

    Gracias por este mensaje he logrado vivir esa paz que sobrepasa todo entendimiento es muy cierto que las personas lo ven como no le importa lo que vive pero Dios lo hace es algo sobrenatural tengo varios meses de vivirlo bendiciones.

  • Liseth Trujillo
    Posted at 11:29h, 31 August Reply

    Amen y amen solo esa Paz que sobre pasa todo entendimiento es la que tú y yo necesitamos en medio de la tormenta La Paz de Dios en nuestras mentes y corazón en el nombre del Señor Jesús de Nazareth amen y amen🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙌🏼🙌🏼🙌🏼❤️

  • Alicia Farías González
    Posted at 12:37h, 31 August Reply

    Amén, amén! Gracias Señor,por tu Palabra, es necesario guardarla en nuestros corazones y ponerla por obra en nuestras vidas… Gracias Pastor Otoniel por compartir enseñanzas que inspiran nuestro caminar en Dios.. Bendecido

  • Mireida
    Posted at 13:10h, 31 August Reply

    Hermosa palabra

  • Jhon Mario Rojas
    Posted at 18:06h, 31 August Reply

    Gracias Señor por la palabra
    Gloria a Dios

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