Descubre tu espíritu conquistador
13908
post-template-default,single,single-post,postid-13908,single-format-standard,bridge-core-3.0.5,mec-theme-bridge,qi-blocks-1.2.6,qodef-gutenberg--no-touch,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.6.9,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-29.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-6.9.0,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-14558

Descubre tu espíritu conquistador

Hubo un hombre que completó una impresionante hazaña, un británico que decidió que caminaría desde el principio hasta el final del Amazonas.  En el 2010 llegó al Océano Atlántico, luego de dos años y medio caminando por todo aquello.  Lo que debió ser tarea de un año, le tomó dos años y medio completarlo.  

Él cuenta sus experiencias; el Amazonas es uno de los lugares más peligrosos; ríos llenos de pirañas, cocodrilos, caimanes de dieciocho pies de largo, tribus indígenas totalmente alienadas del mundo y que no les gusta la civilización.  Él cuenta que comenzaron a echarle agua caliente porque no lo querían.  Cuenta que se encontró con una mujer británica también que llevaba año y medio estudiando aquella tribu y se había hecho amiga de ellos.  

Un dato curioso es que hubo alguien que comenzó con él, pero a los tres meses se rindió.  Nadie recuerda el nombre del que se quitó porque nadie recuerda el nombre del que se rinde, sino de aquellos que culminan la carrera.  En una misma travesía, hay quien se quita, pero al mismo tiempo, Dios te pone gente que te ayuda a culminar el camino.  

Él cuenta que hubo un momento en que estuvo considerando rendirse.  Consiguió algo de señal satelital y logró comunicarse con un experto en programación neurolingüística para que le ayudara a crear alguna forma de resiliencia mental para poder completar el camino.  Esta persona le dijo que buscara alguien que le hubiera impactado cuando joven, y cuando estuviera en ese momento en que no quiera continuar, y viera a esa persona hablándole y diciéndole que continúe.  Recordó a un hombre que le impactó cuando él estaba en la academia; un militar cristiano, muy carismático, inspirador; y esa fue la imagen que puso en su mente.  Meses más tarde, logró conectarse nuevamente, y los noticieros estaban celebrando y recordando a aquel hombre, reportando su fallecimiento en medio de algún conflicto bélico.  Ahora su motivación era culminar el viaje porque aquel hombre que le había inspirado sin él saber que le había inspirado, ahora le daba el impulso para completar los últimos meses que le quedaban de trayectoria.  

Ponte en esa posición por un momento.  Quizás tú no tienes que atravesar el Amazonas, por lugares donde hay cocodrilos y pirañas; pero todos tenemos varias historias que podemos contar de momentos peligrosos que hemos vivido, momentos que nos han tratado de hacer desistir de continuar hacia adelante.  Quizás aquellos que comenzaron contigo, hoy no están, y Dios te ha unido a personas a mitad de camino para seguir hacia adelante.  Quizás has estado en lugares donde no has sido bien recibido.  Lo importante es que cada paso que has dado y en cada historia tú puedes ver la mano de Dios para ti y para tu familia; y debe haber la tenacidad en tu corazón de completar el camino que comenzaste.  

Tú no debes retroceder.  Lo que te propusiste comenzar, termínalo para la gloria de Dios.  Y cuando salgas, a pesar de todas las dificultades, puedas declarar que completaste el camino que te propusiste y conquistaste aquellas cosas que un día deseaste.  

Estamos hablando acerca del tema Nuevas Fronteras, de ese espíritu de conquista que debe haber en todos nosotros.  Esa palabra frontera, ha inspirado a la nación americana, a las más grandes conquistas y avances a través de toda la historia.  Se utilizó para la conquista del Nuevo Oeste, conocida como la Nueva Frontera, para impulsar a la gente a que fueran a esa nueva frontera.  Luego se utilizó para hablar de la Última Frontera, para conquistar Alaska.  Y luego se habló de la Frontera Final para conquistar el espacio.  Siempre se ha utilizado para provocar el espíritu emprendedor de la nación americana, y saber que no se pueden conformar con el lugar en que se encuentran.  

Es importante no quedarnos a mitad de camino.  Hay momentos y lugares en nuestra vida de donde salimos por causa del dolor; pero donde el dolor te lleva, la fe te lleva a un nivel más grande.  El dolor te lleva a mitad del camino.  

Observamos la vida de Taré, quien salió, siendo el papá de Abraham, hacia Canaán, pero se queda en Harán, a mitad de camino.  Y de ese lugar, Abraham tiene que decir: yo voy a seguir, voy a continuar y voy a entrar a la tierra prometida.  Lo importante es que Taré sale de Ur de los caldeos por dolor, pero Abraham entra a la tierra prometida por fe.  

El dolor te lleva hasta un lugar, pero la fe es la que te entra a la promesa de Dios.  

Qué bueno cuando tú eres capaz de tomar el dolor y convertirlo en gasolina; pero el dolor te lleva hasta la mitad del camino porque hay un momento donde ya tu vida no se puede mover por el dolor de lo que has estado viviendo, sino por la fe en las cosas que Dios te ha prometido.  

Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 2 Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4 Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. 5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. 6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. 10 Y Josué mandó a los oficiales del pueblo, diciendo: 11 Pasad por en medio del campamento y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos comida, porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da en posesión. 12 También habló Josué a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de Manasés, diciendo: 13 Acordaos de la palabra que Moisés, siervo de Jehová, os mandó diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra. 14 Vuestras mujeres, vuestros niños y vuestros ganados quedarán en la tierra que Moisés os ha dado a este lado del Jordán; mas vosotros, todos los valientes y fuertes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis, 15 hasta tanto que Jehová haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también posean la tierra que Jehová vuestro Dios les da; y después volveréis vosotros a la tierra de vuestra herencia, la cual Moisés siervo de Jehová os ha dado, a este lado del Jordán hacia donde nace el sol; y entraréis en posesión de ella.”  Josue 1:1-15  

Para alcanzar completar aquella travesía por el Amazonas, aquel hombre tuvo un compañero que le ayudara en medio del camino para seguir hacia adelante, así como Josué lo tuvo con Caleb.  En medio de tus momentos difíciles, tienes que saber con quién te vas a conectar.  No puedes pasar el Amazonas solo.  Tiene que haber uno a tu lado que te dé apoyo.  Y hay gente que comienza contigo, pero no termina contigo; y en medio del camino, Dios siempre te pone personas que te van a impulsar a culminar y completar aquellas cosas que Él tiene para ti.  

Pero sobre todo, el recordar las promesas de Dios para tu vida, y recordar que hay gente que te ha precedido y que Dios los ha usado de manera sobrenatural, debe ser para ti suficiente estímulo para seguir hacia adelante.  Dios le dice a Josué: cuando vayas a conquistar la tierra prometida, recuerda que como estuve con Moisés, estaré contigo.  Recuerda las cosas que Moisés te decía que yo hacía por él, recuerda todo lo que viste, cómo lo cuidé, lo protegí.  

Y todos nosotros debemos tener puntos de referencia en nuestra vida donde podamos decir: si Dios estuvo con ellos, también estará con nosotros.  

Por supuesto, la tarea de Josué no era nada fácil.  Josué tenía que completar lo que Moisés no pudo completar.  Josué era la generación que tenía que llevar a esa nueva temporada y llevar a que la promesa de Dios se cumpliera.  Había una palabra que Dios había dado y que gravitaba en el mundo espiritual; Dios había dicho que el pueblo de Israel poseería la tierra prometida.  Pero entiende que puede haber una promesa de Dios sobre tu vida, pero si no hay alguien que actúe sobre esa promesa, no se va a cumplir.  Puede haber una palabra sobre tu familia de que Dios te va a prosperar, a bendecir, que alcanzarán grandes cosas, pero hasta que no se levante un Josué y diga: soy yo el que va a entrar a esa tierra prometida; aquella promesa se quedará gravitando en el aire hasta que alguien tome acción y camine para que se cumpla y se complete lo que Dios prometió.  

Si tú estás donde estás hoy es porque Dios tiene una palabra sobre ti y sobre tu familia; lo único que está esperando es alguien que se atreva a decir: la responsabilidad es mía para hacer que esta palabra se cumpla y se complete sobre los míos.  

No es casualidad que hayas llegado al Evangelio.  Has pensado que eres el primero en tu casa, pero seguramente, tiene que haber una bisabuela, un tatarabuelo, alguien que tú no conociste a quien Dios le dio una palabra y en algún momento dado le dijo; voy a hacer algo grande contigo y con tus generaciones.  Tienes recuerdos del negocio de algún familiar, y aquella provisión no era meramente para aquel tiempo, sino para dejarte a ti saber que, en medio de las peores crisis, había un espíritu emprendedor.  Y esa promesa está gravitando sobre tu vida en el día de hoy.  

Solo hace falta un Josué que diga: es mi momento, mi tiempo para que en esta generación se cumpla lo que Dios prometió en el pasado.  

No dejes negocios sin terminar.  Todo unfinished business, todo negocio sin terminar en tu vida, se va a llevar a completar y lo que Dios te prometió, tú y los tuyos lo van a cumplir, en el nombre poderoso de Jesús.  

Josué decide hacer que aquella promesa se manifieste; decidió completar lo que Moisés no pudo completar.  Es tu responsabilidad hacerlo.  La promesa no se puede quedar en el aire, sin cumplirse.  

Lo que Dios dijo, se va a cumplir; pero hace falta alguien a través de quien Él pueda cumplirla.  

Tú eres de la generación que va a hacer que esa promesa se cumpla.  Por supuesto, no es tarea fácil aceptar esa responsabilidad.  Josué tenía una gran tarea qué cumplir, que le requería convencer a dos grupos de personas.  En aquel tiempo, había once tribus y media de Israel.  Dos y media habían logrado poseer la tierra que Dios les había prometido.  La tierra estaba dividida por el Jordán; nueve tribus tenían que cruzar el río, y otras dos tribus y media ya tenían de este lado la tierra que Dios les había prometido.  Ahora Josué tiene que inspirar a dos grupos: al que ha sido mantenido por el maná por cuarenta años, y a otro que ya tiene lo que siempre soñó para que ayuden a que otros conquisten lo que ellos ya tienen.  

¿Cómo tú convences a nueve tribus de Israel de que, al otro lado del Jordán, hay una mejor vida que la que tienen, lo único que tienen que trabajar por ella?  ¿Cómo los convences que, a pesar de los gigantes y a pesar que hay que pelear, es mejor que estar allí dependiendo y ser esclavo en Egipto?  Josué tenía que enfrentar a este grupo de personas que iba a resistirse de cruzar el Jordán porque, donde estaban, tenían provisión de parte de Dios.  

Y más complicado era convencer a las dos tribus y media que ya tenían lo que querían, y que ahora el llamado era: ayuda a otros a entrar en lo que Dios les ha prometido.  Josué tenía que decirles: Dios les dio lo que ustedes soñaron, pero nunca tendrán paz, hasta que sus hermanos posean lo que Dios les prometió a ellos.  Tenía que convencerlos de dejar a sus hijos y mujeres de este lado del Jordán, y arriesgar todo, para que otros poseyeran.  Pero si no ayudaban a que las nueve tribus poseyeran lo que Dios les prometió, no tendrían paz. 

8 Comments
  • Nelson García
    Posted at 07:20h, 06 July Reply

    Aleluya gracias Señor por tus palabras cada mensaje es grato y de muchas enseñanzas en mi vida gracias por tu amor y misericordias gracias por tu gracia y tú favor te alabo y bendigo tu nombre el gran yo Soy

  • Alicia Farías González
    Posted at 10:11h, 06 July Reply

    Amén, amén las promesas de Dios son si,y amén porque él cumple lo que promete solo hay que obedecer….. gracias Pastor Otoniel Dios le continúe dando grandes bendiciones…

  • Julia Nancy
    Posted at 11:12h, 06 July Reply

    Gracias por el mensaje de hoy, llega como siempre justo en el momento preciso que se requiere escuchar. Me esforzare y seré valiente para culminar y concretar aquello por lo que creo y deseo.

  • Jhon Mario Rojas
    Posted at 14:50h, 06 July Reply

    Gloria a Dios

  • Ángel M. Rodríguez Cruz
    Posted at 16:05h, 06 July Reply

    Amén, poderosas palabras Josué 1:9

  • vanessa medina
    Posted at 16:01h, 08 July Reply

    Amen pastor por esta palabra, el señor me confirmó me hablo y me inspiro seguir adelante que lo que vine para mi familia y para mi es mucho mejor . DLB

  • vanessa medina
    Posted at 16:05h, 08 July Reply

    pastor usted no se imagina la tremenda palabra que me ha dado de aliento de ánimo y de terminar de tomar la decisión que es la correcta para mi vida y la de mi familia de verdad que Dios es tan grande que no deja de sorprenderme. gracias DLB

    • Marivanet
      Posted at 08:19h, 10 July Reply

      Me gozo el leerte Vanessa. Te bendigo

Post A Comment