Obedece la Voluntad Eterna, y la de Ahora 
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Obedece la Voluntad Eterna, y la de Ahora 

Mil Veces + 80 / Obedece la Voluntad Eterna, y la de Ahora  

Una de las preguntas que más la gente se hace es cómo saber cuál es la voluntad de Dios.  Cómo cumplen con la voluntad de Dios, dónde descubren la voluntad de Dios para sus vidas.  Estas preguntas nacen de un buen deseo de estar bien con Dios, de hacer las cosas que a Él le agradan; y todo creyente debe aspirar a eso.  La voluntad de Dios no la encuentras en otro lugar que no sea su palabra.  Pero hoy quiero compartirte dos ideas respecto a la voluntad de Dios, que pueden ayudarte a capturar este concepto de manera exponencial, maravillosa en tu vida, para que puedas ver la perpetua y perfecta voluntad de Dios, y la voluntad de Dios del ahora, del momento; y lo más importante, tu obediencia a Dios cuando conoces su perfecta voluntad y cuando entiendes lo que es la voluntad del presente.  Si hay obediencia, Dios ha prometido multiplicación, aumento, bendición en tu vida.  

Uno de los aspectos que, como creyente, tú debes aprender y adoptar es el de la obediencia.  Es tu obediencia la que te asegura realmente el final victorioso que Dios te promete en su palabra.  

Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.”  Deuteronomio 28:1-2  

Luego, el escritor comienza a dar verso tras verso de todas las bendiciones que llegarían a la vida de toda persona que obedezca a Dios en todos sus caminos.  Pero, más adelante…  

45 Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;”  Deuteronomio 28:45  

En este capítulo se nos da dos listados: el de las bendiciones por la obediencia, y el de las maldiciones por desobedecer a Dios.  Así que, llega siempre el momento donde tú tienes que escoger si obedeces a Dios o no.  Lo cual nos lleva a un conflicto porque la pregunta que muchos se hacen es cómo saber que es Dios hablándoles, qué tienen que obedecer y cuándo; cómo saber cuál es la voluntad de Dios.  Y es aquí que tenemos hacer diferencia entre dos conceptos bien importantes:

  1. La perfecta o eterna voluntad de Dios.  
  2. La voluntad de Dios del ahora, del presente.  

La voluntad de Dios del presente no contradice la voluntad eterna, aunque a veces es una ley más alta, simplemente por el momento y el contexto en que estamos viviendo.  

¿Dónde descubrimos la perfecta y eterna voluntad de Dios para nuestras vidas?  En la palabra de Dios.  No hay más nada qué buscar.  Tú no tienes que tener otro libro de texto, no hay que buscar otra interpretación, no hace falta diccionarios bíblicos, comentarios bíblicos; no que sean malos, son muy útiles, pero el creyente no depende de ninguna de esas cosas, sino de la palabra de Dios.  La palabra de Dios debe hablarte, debe guiarte, debe dirigirte; debes comer Palabra, vivir Palabra, estudiarla, disfrutar de ella.  Muchos ponen demasiada excusa para no estudiar la palabra de Dios, y la consideran aburrida, pero es que no han hecho el esfuerzo.  De por sí, el texto te habla, y si tú le pides revelación al Señor, Él te va a responder.  

36 Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra. 37 Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová.”  Deuteronomio 28:36-37  

Cuando leas versos como estos, debes decirle al Señor: ¿qué tú me quieres decir con esto hoy?; ¿cómo puedo evitar caer en manos de otros?  Y comienzas a pedirle a Dios que te hable.  La perfecta voluntad de Dios está en su palabra.  

Al mismo tiempo, hay unos conceptos dentro de la perfecta voluntad de Dios que no se pueden debatir.  Su forma, su manera, pueden haber cambiado a través de los tiempos, pero no los podemos debatir.  La oración, por ejemplo, no podemos debatirla.  Ha evolucionado; en el Antiguo Testamento, se oraba a Jehová, a Yahweh, a Elohim; en el Nuevo Testamento, Jesús nos dice que ahora le podemos decir Padre.  Y la oración sigue evolucionando, y dice la palabra que el Espíritu que está en nosotros, gime e intercede.  No importa el año, la época, el tiempo, el contexto, la oración es algo que tú tienes que hacer siempre.  Esa es la voluntad perfecta y eterna de Dios.  En otras palabras, tú no puedes cuestionar si tienes que orar o no.  Puedes debatir cómo hacerlo, pero no hay nada qué debatir en cuanto a si hay que hacerlo o no.  Igual con otros conceptos que vemos en la palabra y que son parte de lo que es la voluntad perfecta, eterna de Dios.  Se tiene que adorar, por ejemplo; tenemos que dar, ser generosos, nadie puede decir que no hay que hacerlo.  

Por lo tanto, tu obediencia como emprendedor, como empresario, tiene que estar dirigida por la perfecta voluntad de Dios, que no es debatible.  Está en su palabra, se te puede revelar a ti, y Dios te puede instruir a ti a través de su palabra, pero hay unos principios que son eternos y perfectos, que no van a cambiar.  Hay que orar, hay que ser generosos, hay que adorar, hay que servir al prójimo, hay que amar; son principios que son eternos; esa es la perfecta y eterna voluntad de Dios.  

La perfecta y eterna voluntad de Dios no podemos cuestionarla, pero está lo que podemos llamar la voluntad presente, que es lo que el Señor te está pidiendo que hagas ahora, en este momento.  La voluntad perfecta de Dios es que ores, y tú como emprendedor, como empresario, como persona que tiene los principios espirituales de la palabra del Señor, debes planificar tu vida de oración, debes tener una vida disciplinada de oración, debes orar en ciertos momentos, en ciertas horas, en ciertos días durante la semana; pero puede que esta semana el Señor te despierte de madrugada y te diga: quiero que ores ahora.  Esa es la voluntad del presente, del momento.  No puedes decirle: es que yo oro en las tardes, cumplo con ese principio, pero en las tardes.  Eso sería desobedecer la voluntad de Dios en el momento, la voluntad del presente.  Así que, como emprendedor, tienes que saber que está la perfecta voluntad, la que tienes que conoces y que no cambia a través de toda la Biblia, por la cual tú tienes que vivir, pero también está la voluntad del presente, donde el Espíritu Santo comienza a hablarte, a darte instrucciones en el momento.  Por ejemplo, algo en tu interior te dice: detente en tal lugar.  O quizás te dice: no vayas a tal lugar.  O te pide: háblale a tal persona, minístrale.  O te dice: sé generoso con tal persona.  Son momentos donde Dios te va a dirigir; te va a pedir que hagas una llamada, que hagas tal o cual cosa; y de momento vas a tener que salirte de las reglas, de las disciplinas que tú tienes, y actuar en obediencia en ese momento, aunque parezca locura.  Por supuesto, nunca irá en contra de la voluntad perfecta y eterna.  A veces, lo que ocurre es que la sujeta a algo mayor.  Por ejemplo, en el libro de Hechos, capítulo 10, se nos habla de que el Señor comienza a trabajar con el apóstol Pedro, provocando que vaya a casa de Cornelio, y la visión que le presenta era una de que comiera cosas inmundas.  Le muestra un banquete de cosas inmundas, y Pedro se rehúsa; el Señor tiene que insistirle en tres ocasiones, y a lo último, le dice: no llames inmundo lo que yo santifiqué.  Y se refería específicamente a Cornelio.  El Señor estaba preparando a Pedro para que fuera donde Cornelio y no lo rechazara.  La pregunta es, ¿quién dio la instrucción de lo que se podía o no se podía comer?  Dios.  Fue Dios quien enseñó, a través de su palabra, a Pedro, lo que no podía comer.  Y ahora le está dando una instrucción que parece contraria a lo que había aprendido en un principio; pero no es que fuera contrario.  No se trataba de que Pedro fuera a comer cualquier cosa ahora por el resto de sus días, o que se fuera a juntar con cualquier persona en cualquier momento, sino que en ese momento en particular, necesitaba que fuera un poco más allá de la letra que conocía.  En su mente sería como una desobediencia, pero en realidad estaría obedeciendo la voluntad del presente.  Y es ahí donde tú necesitas sabiduría.  

Si no tienes obediencia a Dios, no puedes prosperar; si no obedeces a Dios, no puedes avanzar; si no obedeces a Dios tanto en la voluntad perfecta como en la del presente, no puedes pensar que tendrás gran avance y progreso, tiempo de libertad y bendición y que vas a lograr avanzar en el reino de Dios como Él quiere que tú hagas.  La obediencia es vital para que puedas ver el éxito en todo lo que hagas. 

7 Comments
  • Jhon
    Posted at 11:27h, 29 March Reply

    Amén y amén

  • Alicia Farías
    Posted at 14:08h, 29 March Reply

    Amén, amén! Obedecer a Dios,ha sido el problema del hombre, por qué no lo ve!! gracias Pastor Otoniel por su enseñanza en la Palabra de Dios… Bendecido hoy y siempre

  • Maryori
    Posted at 14:24h, 29 March Reply

    Amén

  • Liseth Trujillo
    Posted at 22:00h, 29 March Reply

    Amén y amén y yo lo creo en el nombre poderoso del Señor Jesucristo amén nuestro Señor amén y amén🙏🏽🙏🏽🙏🏽

  • Milervis velasquez
    Posted at 12:52h, 30 March Reply

    Amen y amen gracias por ese nutriente alimento para mí espíritu alma y cuerpo. Nuestro padre Celestial DIOS le siga bendiciendo pastor

  • Nelson García
    Posted at 08:34h, 01 April Reply

    Amén gracias Señor te obedeceré de tu mi guía en todo

  • SILVIA H. GÓMEZ A.
    Posted at 19:41h, 03 May Reply

    Amén. bendiciones

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