Emprende con Diligencia
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Emprende con Diligencia

Muchos tienen el deseo de avanzar económicamente, específicamente de emprender y lograr grandes resultados.  Vivimos en un tiempo donde las redes sociales y la información que recibimos, a través de todos estos medios de comunicación, a veces nos hacen creer que la gente tiene éxito de un día para otro.  No podemos negar que es probable que para un pequeño porciento de personas, así haya sido, ya sea por ventajas o golpes de suerte, pero han sido capaces de alcanzar riquezas o algún lugar prominente en la sociedad o en el mundo de los negocios.  Pero cuando miramos la mayoría de las personas que lo han logrado, nos damos cuenta que hay varios factores particulares que han contribuido a que estas personas llegaran a tener éxito.  

Uno de los factores más interesantes en aquellos que han tenido grandes victorias es el poder de la diligencia.  Sin esa perseverancia, sin ser diligente, no puedes alcanzar grandes cosas.  Por supuesto, para ser diligente, hay que tener paciencia, y no solo eso, sino que tienes que saber aquello en lo que tienes que ser diligente.  Qué cosas requieren diligencia en tu vida, que no puedes dejar a cargo de otra persona, sino que tienes que hacerlas tú, y hacerlas consistentemente, con paciencia, sabiendo que ha de contribuir para el éxito empresarial que tanto deseas.  

11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.”  Hebreos 6:11-12  

Esa palabra solicitud podemos intercambiarla por diligencia.  Como creyentes, tenemos que mostrar la misma diligencia hasta el fin.  En otras palabras, no puedes comenzar con un ánimo, con un entusiasmo, con pasión, y pretender que si no llegas hasta el fin con la misma diligencia, con la misma disciplina, con la misma actitud, obtendremos grandes cosas.  Es más, claramente, nos dice el autor del libro de Hebreos que esa diligencia que mostramos específicamente provoca varias cosas:  

  1. Que tengamos plena certeza de la esperanza.  En otras palabras: sé que estoy esperando algo grande porque mi diligencia, mi solicitud lo demuestra.  
  2. No te haces perezoso.  Una persona que tiene la diligencia hasta el fin no se hace perezosa.  
  3. Esa persona entiende que la clave para alcanzar lo que Dios le ha prometido, tiene que ver con la combinación del factor de la fe y la paciencia, a través de las cuales se heredan las promesas de Dios.  

Qué poderosa enseñanza.  Entender que tienes que mostrar tu solicitud hasta el fin.  Por supuesto, estamos claros que, cuando el apóstol Pablo utiliza estas palabras está hablando de nuestra salvación, de nuestra relación con el Señor, de nuestra vida en Cristo, pero el principio sigue siendo el mismo para cualquier área de nuestra vida.  La realidad es que una persona que tiene una esperanza de tener un negocio, comienza a trabajar, cómo tú sabes que todavía tiene esperanza de que el negocio se va a dar?  Por la diligencia que muestra, por cómo continúa trabajando con el mismo esfuerzo, con la misma tenacidad, con la misma pasión, durante toda su vida hasta lograr alcanzar el fin de ese negocio que es lograr alcanzar el éxito.  La persona permanece trabajando, no se vuelve vaga, perezosa viendo a ver qué pasa, sino que permanece firme trabajando, luchando, siguiendo hacia adelante para lograr alcanzar lo que Dios le ha prometido.  Vemos que esa persona tiene fe y tiene paciencia porque sabe que heredará las promesas de Dios.  Así que la diligencia habla mucho de nosotros.  

Hay personas que pueden tener diligencia en las cosas incorrectas.  Puede que seas diligente, que estés trabajando, luchando, esforzándote, pero que simplemente no veas resultados porque estás utilizando el principio de la diligencia, pero en los lugares incorrectos.  Hay gente que nunca tiene claridad en su vida de en qué cosas deben o tienen que vivir esa diligencia para poder lograr alcanzar el éxito en su vida.  

Hay varios principios básicos acerca de aquello en lo que tú debes ser diligente:  

  1. En tus tareas.  Hasta que una asignación, hasta que un sueño, hasta que una meta no se convierte en una tarea, nunca vas a moverte hacia adelante para alcanzarla.  Una persona que solo sueña y piensa en el futuro, en el mañana, que solo piensa en las posibilidades, en lo que puede pasar, en lo que puede suceder, en que quizás las cosas cambiarán, que serán diferentes de aquí a un tiempo, y no transfiere esas ideas en tareas, nunca alcanzará absolutamente nada.  La persona que quiere alcanzar empresas, transfiere la visión a tareas.  Entonces, nos movemos hacia adelante.  Hay que tener diligencia no tan solo en la formulación de esas tareas, sino en que se hagan esas tareas.  Sé diligente en transferir tu asignación, tu meta, tu sueño a una tarea, y comienza a tomar decisiones y actuar sobre esas tareas para que puedas comenzar a moverte hacia el futuro.  
  2. En el manejo del tiempo, en escoger los tiempos y en reconocer los tiempos.  El factor tiempo no es tan solo llevar tu agenda y tu calendario.  Es saber qué cosas son las que deben estar ahí y qué cosas no deben estar, qué temporada es.  Eso conlleva diligencia.  Hay personas que quieren avanzar en sus vidas empresariales, profesionales, pero cuando uno observa su manera de manejar su tiempo, sus tareas, las actividades que hacen y qué invierten su tiempo en la época que están viviendo, nada ocurre, nada sucede, no se mueven hacia el futuro, hacia adelante, hacia el mañana, nada absolutamente sucede.  Su vida es todo un reguero, un caos de actividades por aquí y por allá, y cuando uno viene a ver, ahí están las frustraciones más grandes; después andan tristes, desesperados, simplemente porque no fueron capaces de ser diligentes en llevar su tiempo de la manera correcta, no supieron reconocer los tiempos y, lamentablemente, ahí es que comienzan a fracasar.  
  3. Con tu adiestramiento, tu preparación.  Muchos llegan a un punto en que dejan de adiestrarse, de prepararse, de aprender; dejan de buscar cuáles son las nuevas tendencias, las cosas que están ocurriendo, sucediendo en la vida natural.  Todos debemos adiestrarnos en nuestras empresas, en nuestros lugares de trabajo.  Busca constantemente adiestramientos para mejorar en tu área.  Escucha y recibe sabiduría e inteligencia acerca de lo que viene, para dónde vamos.  Esto es requerido, y requiere diligencia; requiere sacar tiempo, requiere humildad, pasión, entendimiento de la necesidad de estas experiencias, sabiendo que de ellas dependerá que avances en tu vida empresarial.  

Toma decisiones basado en estos puntos, y verás cómo tu vida empresarial y profesional avanza cada vez más.

3 Comments
  • Jhon
    Posted at 08:27h, 12 January Reply

    Gloria a Dios, bendiciones

  • marttha
    Posted at 08:17h, 30 January Reply

    Amén. Gloria a Dios
    Bendiciones

  • SONIA
    Posted at 00:33h, 03 February Reply

    AMEN . TODO ESTO ES DE BENEFICIO PARA MI VIDA PASTOR. DIOS LO BEMDIGA GRANDEMENTE-

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