29 Dec Tu Propósito y tu Empresa

El mundo nos quiere hacer creer que no guarda congruencia tu vida como creyente, como cristiano, y el emprendedurismo.  El mundo nos quiere hacer entender que no existe tal congruencia, pero no es así.  Tú tienes que hacer a Dios tu socio.  

Lamentablemente, mucha gente nunca emprende porque se sienten limitados por las finanzas, por los recursos, porque no conocen a la gente, porque no tienen las puertas abiertas y por un sinnúmero de cosas; siempre están buscando de alguien de quien depender naturalmente.  Se olvidan de que el socio más grande que debes tener en tu vida es el Dios Todopoderoso.  

El problema es que es un reto porque a Dios tú no lo ves, sino que tienes que creer que está ahí y percibirlo.  

Hay tres cosas que el dinero soluciona, que hacen que parezca que la gente ama al dinero, pero lo que aman son esas soluciones que trae, las cosas que el dinero provee.  Pero cuando tú tienes una consciencia clara de lo que Dios te ha dicho y de quién es Él para tu vida, todo eso se arergla y el dinero te sirve para bien.  

Hay unos conceptos que son bien importantes para que tú puedas realmente ver el éxito financiero en tu vida como emprendedor.  

1. Convierte tu propósito, tu asignación, en una tarea o empresa.  Hace unos años, se levantó una empresa que hacía alpargatas.  Esta empresa quería ayudar a niños a tener zapatos.  Vieron las alpargatas que se usan en barrios y ciudades, y establecieron que su misión sería poner zapatos en los pies de aquellos que necesitan.  ¿Cómo lo lograrían?  Hicieron un negocio y por todo el que les compraba una alpargata, ellos regalaban un par a personas necesitadas.  Esto se volvió tan famoso, que inspiraron a decenas y cientos de negocios a hacer algo similar.  La tarea que tenían la convirtieron en una empresa.  La asignación que tenían la convirtieron en algo tangible, en algo físico que podían poner a producir.  

Uno de los problemas que hay en nuestro mundo cristiano es que la gente tiene grandes ideas y deseos, pero nunca la convierten en algo tangible que pueda hacer viable esa misión.  

Hay quien levanta empresas y se establece la meta de emplear a mucha gente.  Levantan negocios convirtiendo su asignación en una tarea, en un negocio que puede funcionar.  

Quizás tú hoy tienes grandes ideas.  Y tú tienes que entender que levantar una empresa no puede ser única y primordialmente para tú tener más comodidad o satisfacer tus necesidades.  No es así.  Tiene que haber una asignación detrás de todo lo que tú te propongas.  

¿Cómo transfieres tu tarea a un negocio que te ayude a que esto funcione?  

2. Busca el adiestramiento correcto.  Prepárate, desarrolla tus habilidades para que esto sea una posibilidad.  Mucha gente tiene las ideas pero no toma el tiempo para adiestrarse y poder provocar en sus vidas las habilidades necesarias para alcanzar lo que Dios tiene para ellos.  Tiene que haber un periodo de adiestramiento.  Busca qué tienes que hacer, qué tienes que desarrollar, qué tienes que alcanzar, cuáles son las habilidades que tienes que desarrollar.  
3. Requieres de buscar las herramientas correctas.  Busca las herramientas necesarias para que esto se haga una realidad.  Ninguna tarea se puede realizar sin las herramientas necesarias.  Puedes haber definido ya concretamente lo que tienes que hacer, pero si no tienes las herramientas, de qué sirve, no hay nada que puedas hacer.  

Créeme a Dios que Él te va a dar las herramientas necesarias.  Hay gente esperando las herramientas para adiestrarse, y definitivamente hay ciertas cosas que tienes que esperar a tener las herramientas para entonces adiestrarte, pero hay otras que no.  Si te preparas correctamente, Dios va a proveer las herramientas que necesitas para que puedas alcanzar esa misión que te has propuesto.  

4. Aprende el concepto del tiempo.  En inglés, la palabra es timing, y se refiere a saber que hay un momento donde las cosas van a fluir de una manera correcta.  Por lo tanto, tienes que aprender a vivir las temporadas y entender que, para lo que Dios te ha llamado a hacer, hay un tiempo correcto, perfecto, divino.  

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”  Eclesiastés 3:1  

Algo que tú tienes que aprender a tener es el tiempo de Dios, el tiempo divino, tener eso claro en tu mente y en tu corazón.  Esto es algo que a veces frustra a las personas.  

5. Persevera hasta el final.  

“13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.”  Mateo 24:13  

Por supuesto, en este verso se nos habla de la salvación, pero este y muchos otros versos como Gálatas, nos dice: no nos cansemos de hacer el bien porque, a su tiempo, segaremos, si no desmayamos.  El apóstol Pablo habla de lo importante de perseguir hasta el final: una sola cosa hago, olvido lo que queda atrás y me extiendo hacia adelante, hacia la meta del supremo llamamiento.  Una de las cosas más poderosas es la perseverancia.  

Así que, conviertes tu propósito en una tarea, en un negocio, ya sabes cómo lo va a alcanzar, has comenzado a adiestrarte, comienzan a llegar las herramientas; no te desesperes, el momento oportuno va a llegar.  Pero parte de ese momento es la perseverancia, esperar hasta el momento en que suceda, perseverar hasta que se dé, hasta que se cumpla lo que Dios te ha prometido.  

Este tiempo de perseverar es uno de trabajo, de sacrificio.  Una cosa es esperar el tiempo correcto, otra, perseverar.  Esperar el tiempo correcto, de ninguna manera implica sentarte en tu casa a ver qué pasa, a ver qué ocurre.  Es que no te vas a desesperar porque de primera intención no veas los resultados correctos.  A veces toma un poco de tiempo en lo que las cosas engranan y empiezan a ocurrir, a conectarse unas con otras.  Pero la seguridad es que si perseveras hasta el fin, verás los resultados.  

Que estas palabras y pensamientos marquen tu vida hoy y te ayuden a organizar tus pensamientos para poder entender lo que Dios tiene para ti y puedas definitivamente alcanzar ese emprendimiento que tanto deseas, que tanto quieres, y créeme a Dios que tu empresa se va a multiplicar al mil por uno, en el nombre poderoso de Jesús y que vas a ver la mano de Dios obrar a favor tuyo.  Esa es la fe que tenemos durante esta temporada.