08 Dec Por ti, en ti y a través de ti
El que tiene una funeraria, la única manera en que sobrevive es que alguien se muera. Entonces, tiene que haber caos. El balance es ver a Dios en tres dimensiones, ver su fidelidad en tres cosas. Dios es fiel y completará su obra en tres niveles:
- Dios siempre es fiel en lo que Él va a hacer por ti. Tú tienes que tener la certeza, la seguridad de que hay cosas que Dios va a hacer por ti y para ti. Hay promesas que Dios te ha dado por ti y para ti. Puedes creerle a Dios que un día vas a tener tu casa, tu carro, que vas a prosperar. Hay cosas que Dios va a hacer por ti y para ti; y Dios es fiel. Él prometió y va a cumplir. No sabemos cuánto tiempo tomará, pero lo que Él te ha prometido, Él lo va a hacer por ti.
- Dios es fiel en lo que hará en ti. La gente muchas veces se convierte al Señor con la percepción de lo que Dios hará por ellos o para ellos. El que se queda en ese nivel, cuando Dios no hace algo por ellos o para ellos -como ellos quieren que Él lo haga – se decepcionan. Pero, aunque tú te decepciones, la verdad es que Dios es fiel en hacer cosas por ti y para ti. Pero hay un nivel de mayor madurez, donde entiendes que lo más grande que Dios hace no es lo que hace por ti o para ti, sino lo que hace en ti, a pesar de lo que estés viviendo. Y la obra más grande que Él está haciendo no es tan solo en ti, sino la que Él quiere hacer a través de ti. Y ahí es donde no nos gusta entender o ver la fidelidad de Dios. Dios es fiel por ti y para ti, Él es fiel en ti, pero también tienes que creer que Él es fiel a través de ti.
- Dios es fiel a través de ti. Esta es una dimensión mayor porque, cuando Dios es fiel a través de ti, lo que es para ti y lo que es en ti tiene que quedar en segundo plano y entender que el día que se complete la obra que Él quiere hacer a través de ti, podrás tener lo que Él quiere hacer para ti y lo que Él quiere hacer en ti. La persona que trata de vivir un cristianismo basado en lo que Dios va a hacer por él y para él, queda siempre decepcionado. Has convertido a Dios en tu hada madrina.
Lo más grande no es lo que tú puedes hacer por tus hijos, sino lo que puedes hacer en ellos, y más grande aún lo que podrás hacer a través de ellos. Por eso es que la gente dice que se quieren más los nietos que los hijos, pero no es que se quieran más; es que en los nietos, el abuelo ve lo que ha logrado hacer con su hijo o hija porque, cuando ve cómo tratan al nieto, entonces se da cuenta de la obra que hizo. Toma otra generación. La batalla al principio es que hay que hacer cosas por los hijos, pero llega un punto donde no puedes mantenerlos así, sino que tienes que hacer cosas en ellos; y ellos no lo entienden porque, para hacer cosas en ellos, tienes que dejar de hacer cosas para ellos. Y la sociedad en que vivimos está acostumbrada a que hagan cosas por ella. A los Millennials, los padres les pagan el celular hasta los treinta años. Se van de la casa, se casan o tienen trabajo y el papá sigue pagándoles el celular en su cuenta. Pero hay un día que el papá ya no puede pagar más, y hemos creado una sociedad tan dependiente, que ahora el gobierno lo tiene que pagar. Esos son los que vemos marchando, reclamando que se hagan cosas por ellos y para ellos, no a través de ellos. No es lo que puedan hacer para contribuir, sino lo que tienen que hacer por ellos y para ellos.
Hay gente que va a la iglesia buscando un milagro para ellos, pero cuándo va a llegar el día en que, aunque Dios no te dé tu milagro, tú trabajes para que, a través de ti, Dios haga el milagro en otro. Y si no te ha dado en tuyo, tú tienes que estar persuadido de que el que comenzó la obra, la va a completar. Él será fiel para ti, en ti, pero sobre todo, a través de ti.
Ahí es donde viene la confusión de muchos porque, cuando miramos el contexto, lo que pasa a nuestro alrededor, la gente comienza a definirnos por lo que nos pasa, por lo que nos ocurre; definen nuestra fe por lo que estamos viviendo.
“15 He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; no obstante, defenderé delante de él mis caminos, 16 y él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el impío. 17 Oíd con atención mi razonamiento, y mi declaración entre en vuestros oídos.” Job 13:15-17
La Biblia titula este capítulo: Job defiende su integridad. Pudiéramos pensar que Job no hablaba con fe, pero hablaba con más fe de lo que tú piensas. Job era un hombre bueno, excelente, perfecto, bueno delante de Dios; pero le pasaron cosas malas, lo perdió todo. Es difícil vivir en integridad, vivir moralmente bien, y que las cosas te salgan mal. José hizo lo correcto en no acostarse con la esposa de Potifar, y terminó preso. Hacer las cosas bien no siempre va a ser igual a que todo te va a salir bien naturalmente hablando. Hacer las cosas correctas no es igual a que no vas a tener problemas. Servir a Dios no es que no vayas a tener dificultades. Todo aquel que piensa así, lo que está es buscando cómo Dios le sirve a ellos, por ellos y para ellos. Entonces, se hace complicado porque cuestionas que no hiciste lo que otros, sino lo correcto, y mira lo mal que estás; y miras a los que hacen lo incorrecto, y aparentemente están bien. Lo que pasa es que tú no entiendes que Dios no ve las cosas así. Dios lo ve por todo lo que Él puede hacer a través de una persona. No puedes mirarlo como nosotros lo veríamos porque nos confundimos, mezclamos cosas; pensamos que si somos moralmente buenos, si hacemos las cosas correctas, si servimos a Dios, no vamos a tener problemas, vamos a tener todo lo que queremos. Pero cuando vemos la Biblia, aún los más morales, los más íntegros, pasaron por dificultades, por problemas. Job llegó a un punto que se rascaba con los tiestos; la mujer le dijo: maldice a tu Dios y muérete. Los amigos le cuestionaban por qué seguía creyéndole a Dios, y él decía: sé que mi Redentor vive, y Él me va a levantar. Y en Job 13 dice: he aquí, aunque Él me matare, en Él esperaré; no obstante, defenderé delante de él mis caminos. Nunca cuestiones el que alguien le diga a Dios: Señor, pero trátame mejor que esto; he diezmado, he ofrendado. Tú siempre puedes poner tu causa delante de Dios, pero si no te sale como tú piensas, aunque Él te mate, en Él tú debes esperar.
“16 Y él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el impío. 17 Oíd con atención mi razonamiento, y mi declaración entre en vuestros oídos.” Job 13:16-17
Job decía: Si me mata, en Él voy a esperar; no quiere decir que en mi oración no le diga: Señor, sálvame de esto. Job sintió la presión de lo que la gente hace para tratar de definir nuestra fe; te ven pasando por problemas, por dificultades, y comienzan a decirte: tú, que le sirves a Dios; tú que estás yendo a la iglesia, mira lo que te está pasando; comienzan a pretender definir tu fe. Pero tú tienes que comprender que la fe no pasa en un vacío, sino porque la tienes dirigida hacia alguien, y Job comprendió que el único a quien él podía dirigir su fe, era a Aquel que le podía levantar, en quien podía esperar. Y no importa lo que pase, tú tienes que estar persuadido de una sola cosa: el que comenzó la obra, la va a perfeccionar. No importa lo que te quiten, lo que pierdas, al final de la historia, la obra será completa por Aquel que la comenzó.
“17 Envió un varón delante de ellos; a José, que fue vendido por siervo. 18 Afligieron sus pies con grillos; en cárcel fue puesta su persona. 19 Hasta la hora que se cumplió su palabra, el dicho de Jehová le probó.” Salmos 105:17-19
Cómo un joven que Dios llama para libertar al pueblo de Israel, tiene que ser esclavo; cómo un joven íntegro termina preso. José pudo decidir dejarse definir toda su vida por lo que le pasó. Toda su vida pudo haber tenido una mentalidad de esclavo, de sirviente; pudo haber echado a un lado el sueño de Dios y decir: ¡¿para qué sirve soñar si soy un esclavo y es lo que seré toda mi vida?! Pero José nunca permitió que su contexto lo definiera o lo detuviera. Hizo las cosas bien, aun siendo esclavo; prosperó, progresó, y ahora termina preso. Él podía haber permitido que su vida fuese definida como un preso por el resto de su vida, y cuestionar de qué servía aquel sueño que Dios le había dado y cómo lo había prosperado y lo que le dijo, cuestionar dónde estaba Dios y su cuidado.
Quizás hoy tú te puedes definir como una persona en bancarrota, o te estés definiendo como esclavo, como perdido, como fracasado, si tus circunstancias o las de tu país te están definiendo, o si te define tu trabajo o quien te botó; pero hoy tú tienes que saber que Dios va a hacer algo más grande no tan solo por ti ni tan solo en ti, sino a través de ti. Todo esto, algún día lo vas a entender, lo vas a comprender cuando llegues al lugar correcto. Un día, cuando José tuvo a sus hermanos delante de él, les dijo, en otras palabras: rehúso verme toda mi vida como un esclavo, como preso, pensar que ustedes me vendieron, que Potifar me apresó. Él dijo: Dios me envió delante de vosotros para preservarlos con vida. Él tenía que decidir si ver todo lo que le pasó a través de los ojos de Dios, o verlo a través de los ojos del mundo. Y él dijo: yo decido verme -para sanar mi corazón, mis heridas – no como un preso, no como esclavo; Dios no me puso como esclavo ni como preso, sino que siempre me quiso como el primer ministro; no sé por qué pasé por todas esas cosas, pero me rehúso a definirme por todo lo que me sucedió. Dios solo me estaba enviando al frente para preservarlos a todos ustedes.
Si José se quedaba encajonado en lo que Dios le prometió a él y en lo que Dios estaba haciendo en él, nunca hubiera llegado a entender lo que Dios quería hacer a través de él. Y la fidelidad de Dios en tu vida se va a mostrar de forma más grande en tu vida cuando tú entiendas que lo que Él quiere hacer a través de ti es más grande que lo que Él quiere hacer por ti y en ti.
Tú tienes que estar completamente persuadido que el que comenzó la obra, la va a perfeccionar. Perdiste el carro, pero Él va a hacer algo nuevo; aunque te mate, vas a esperar en Él. No importa lo que pase, Él sigue siendo el Dios que prospera, que aumenta. ¿Estarás tú hoy plenamente convencido? Lo que te va a sostener es la esperanza de saber que estás persuadido que el que comenzó la obra, la va a completar en tu vida.
Nely Silva
Posted at 11:07h, 08 DecemberGracias PASTOR DÍOS LO BENDIGA
Jhon
Posted at 12:44h, 08 DecemberAmén y amén
Nelson García
Posted at 14:34h, 08 DecemberAmén así será mi Rey y Salvador gracias por hablarme Dios mío toda la gloria es para ti
Wiliam Antonio Chacón Vargas
Posted at 19:11h, 09 DecemberAsí será entiendo aunque muchas veces duele pero Dios se perfeccionará en mi bendiciones