Palabra, Espíritu y Poder
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Palabra, Espíritu y Poder

6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”  Filipenses 1:6  

¿Cuán persuadido estás tú realmente de que, lo que Dios comenzó, lo va a completar?  ¿Cuán convencido estás de que, lo que Él dijo que iba a hacer, se va a cumplir?  Como cristiano, tú debes estar completamente persuadido de ciertas cosas, que nadie te pueda mover de eso que tú crees.  Lamentablemente, esa no es la experiencia de todo el mundo.  

24 Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco. 25 Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura. 26 Pues el rey sabe estas cosas, delante de quien también hablo con toda confianza. Porque no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en algún rincón. 27 ¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees. 28 Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano. 29 Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas! 30 Cuando había dicho estas cosas, se levantó el rey, y el gobernador, y Berenice, y los que se habían sentado con ellos; 31 y cuando se retiraron aparte, hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna ni de muerte ni de prisión ha hecho este hombre. 32 Y Agripa dijo a Festo: Podía este hombre ser puesto en libertad, si no hubiera apelado a César.”  Hechos 26:24-32  

No seas casi persuadido, casi cristiano.  Muchos se conforman con ser casi casi cristianos.  No hablamos meramente de salvación, sino de la manera en que vives tu vida día a día.  Hay quienes son casi cristianos.  Agripa dijo: Por poco me persuades a ser cristiano.  Y la respuesta de Pablo fue: ¡Quisiera Dios que estuvieses tan convencido como lo estoy yo!  Aquel casi cristiano, dijo: no hay razón alguna para tenerlo preso o matarlo.  Y el mismo Agripa que dijo que era casi cristiano, dijo también que pudieran ponerlo en libertad, de no ser porque Pablo había apelado a César.  Aquel era un tecnicismo que debían atender.  

Pablo no buscaba convertir al cristianismo a ninguno de ellos; buscaba su libertad.  Y una de las cosas que como cristianos vamos a tener que pelear no es el convencimiento teológico de todos a nuestro alrededor, sino la libertad que todo ser humano debe tener de pensar como quiere pensar.  Y Pablo estaba buscando esa libertad.  Se encontraba preso y se le llamó a una audiencia para expresar su punto.  El apóstol Pablo era elocuente, tenía tal facilidad de palabra, de razonamiento, que por poco convence a aquellos que estaban a su alrededor y que tenían el poder naturalmente para libertarlo.  Una de las tareas más grandes como cristiano es hacer que la gente a tu alrededor sea casi cristiano, aunque tú lo seas completamente.  No es tu trabajo convencer a todo el mundo de tu teología, pero sí es tu trabajo presentarte ante el mundo con palabras suficientemente elocuentes para que aquellos a tu alrededor tengan la necesidad de decir: casi casi me persuades.  Pablo no está buscando hacer un consenso teológico, social, espiritual, sino su salida de la cárcel.  Si Dios utiliza esas palabras en ese momento para tocar al rey Agripa, excelente; pero uno de los problemas más grandes que tenemos los cristianos es que no somos lo suficientemente elocuentes para mostrarle al mundo los razonamientos necesarios para que puedan llegar a tomar decisiones que realmente traigan libertad a todo el mundo en general.  

Así que, nuestra tarea debería ser que todo el mundo sea creyente, cristiano; que podamos evangelizar el mundo.  Pero tienes que entender que esa tarea no la haces tú solo; es una combinación del poder de Dios.  Tú lo único que puedes hacer es presentarte adecuadamente.  

El apóstol Pablo no era la persona que pudieras pensar que era la más indicada para hablar este tipo de cosas.  Probablemente, si en lo natural fuesen a escoger al predicador más excelente de aquellos tiempos, no hubieran escogido a Pablo; era tan mal predicador que en su primera presentación predicó por más de tres horas y alguien que estaba sentado en una ventana en un segundo piso, se cayó y se mató.  Pablo bajó y lo resucitó, y entonces fue que la gente creyó.  Así que no los convenció por el mensaje, pero sí por el poder de Dios.  

Como cristianos, en los tiempos que estamos viviendo, tenemos que aprender a presentar el Evangelio, nuestras posturas, de manera tal que aquellos que no crean, casi casi los podamos convertir.  Pablo lo que buscaba era su libertad.  Su misión se iba a cumplir comoquiera.  Pablo escribió sus mejores cartas estando preso; así que el propósito de Dios no se deja de cumplir, a pesar de tus circunstancias, pero mejor es estar libre, que preso.  Y Pablo buscaba presentar esa consciencia de manera tal que todo el que lo oyera pudiera pensar racionalmente.  

Pedimos a Dios que se levante más gente como Pablo, que cuando hablen en las cortes y en todo lugar, puedan presentar defensa en pro del Evangelio, sin tener que convertir a todo el mundo en cristiano porque, al fin y al cabo, la tarea de convertir a alguien no nos toca a nosotros.  Pablo fue suficientemente elocuente para convencer la mente de gente que, de otra manera, no serían convencidos.  Esa gente llegó a ser casi casi cristiana.  

Tu meta no es ser casi casi cristiano.  Tu meta es ser completamente persuadido, pero tenemos que ver las dos partes.  Y para ser completamente persuadidos, tenemos que ver lo que Pablo dijo en 1 Corintios 2:4:  

4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,”  1 Corintios 2:4  

Lo que hace a un cristiano completamente convencido no es la elocuencia ni que haya entendido bien el Evangelio, sino la palabra de Dios, el Espíritu de Dios y el poder de Dios.  Lo que te ha convencido es que, cuando tú analizas esto, lo puedes entender, razonar, te hace sentido; pero cualquiera te podría persuadir, si te trae un razonamiento nuevo; así que, lo que hace a un cristiano completamente convencido es que ha experimentado el Espíritu y el poder de Dios que le ha sacado de la droga, del alcohol, del pecado, del mundo.  Ha sido el poder de Dios, la conexión con el Espíritu de Dios, lo que ha convencido tu corazón y, por encima de cualquier argumento que puedas presentarle a cualquiera, es tu experiencia con el Espíritu de Dios lo que te hace una persona totalmente creyente.  Pueden traer cualquier argumento bonito, pero la experiencia que tú has tenido con Dios, hace que tu mente y tu vida vivan completamente persuadidas de que Dios es Dios y que le vas a servir por el resto de tus días.  

No es que la meta del creyente sea ser casi casi cristiano.  Por lo menos, eso es lo que deberías hacer; que cuando hables allá afuera, la gente te preste atención, que tengan que oír tus argumentos, que tengan que elogiar la elocuencia, la manera con la que te comportas, con la que hablas.  Hechos 26 te demuestra lo que es un hombre que se supone que no sea tan influyente, pero lo llegó a ser porque sabía hablar en una corte, sabía expresarse, tenía la actitud correcta.  Como cristianos, no podemos proyectarnos de manera que nadie quiera hablar con nosotros y que tú no puedas compartir una idea, sino que puedas ser objetivo.  Ojalá haya más cristianos elocuentes porque tu tarea sí es ganar más almas para Cristo y hacer discípulos, pero la mitad de ese trabajo lo hace Dios; tú presentas el Evangelio de forma correcta, de manera que sean casi casi cristianos, y luego te vas a orar para que el Espíritu de Dios se meta en los corazones, en las vidas, para que el poder de Dios se meta en las vidas de manera tal que sean completamente convencidos por Él.  Ahí es donde a veces fracasamos.  Queremos obligar al mundo entero a tener la misma experiencia que hemos tenido, cuando la realidad es que para Dios convencerte a ti, probablemente, le tomó demasiado tiempo, le tomó más que un mensaje; requirió experiencias de tu vida, donde Él se te pudo mostrar fiel, de manera tal que ahora ya no hay nadie que te persuada de algo diferente.  

Por supuesto, el ser casi cristiano no es lo mejor, no es a lo que debemos aspirar.  Gente casi casi cristiana son gente convencida de los valores morales conservadores que se deben mantener en una sociedad.  Pero creer en valores no es lo que te hace cristiano, sino una experiencia con el poder de Dios, que marca tu vida para siempre.  Y como eso está en tu corazón, entonces, vives por valores.  Muchos han logrado convencerse de su cristiandad porque expresan una moral externa, pero el corazón no está totalmente convencido; y ante cualquier situación o circunstancia, se van, se apartan porque no concuerda su experiencia con la expectativa que tenían.  Tú no puedes ser de ese grupo de personas, sino de los que estamos completamente convencidos de que Dios es real, y la experiencia que hemos tenido con Él nos mantiene y sostiene a través de los tiempos.  

Aspira al menos a tratar que todos en tu país sean aunque sea casi casi cristianos.  Habla con sabiduría y elocuencia; que aún aquellos que te tienen preso, tengan que saber que les habla alguien con inteligencia y sabiduría.  De ahí, lo que puedes es orar que Dios convenza sus corazones y el poder de Dios les dé el mismo convencimiento que tú tienes.  La meta para ti en lo personal, en tu corazón, en lo individual no es esa, sino que tú seas completamente persuadido porque tú sabes que en esta vida no es bueno ser un casi casi ganador.  En la sociedad, se promueve ser casi casi ganador, los premios de consolación; pero en la vida, cuando hablamos del casi casi ganador, no importa por la distancia que gane o pierda, la diferencia entre ganadores y perdedores es mucha.  Todo el que ha visto una carrera de caballos, ha oído la frase “ganó por una nariz”.  Lo interesante es que el premio del primero y el segundo están muy lejos uno del otro, independientemente de que haya ganado o perdido “por una nariz.”  Así que, en realidad, no hay valor en ser casi casi.  

No vale el esfuerzo ser casi casi exitoso, tener un casi casi buen matrimonio, tener casi casi buenos hijos, hacer el intento de tener casi casi una buena vida.  Hay una gran diferencia en la recompensa.  No puedes pretender que el casi casi cristiano tenga la misma experiencia de aquel que está completamente convencido.  Y el problema es que muchos están satisfechos con ser casi casi cristianos, en vez de vivir de manera tal que estén completamente persuadidos de lo que somos como creyentes.  

Sal a luchar, no para ser un casi casi ganador, sino para llegar a ser todo lo que Dios quiere que tú seas, para que alcances y experimentes todo lo que Dios quiere para ti.  Eso no quiere decir que no vas a tener problemas, sino que no te conformes con ser el casi casi ganador, con simplemente haber competido porque la diferencia entre el que gana y el casi casi ganador es demasiada.  Aspira a obtener no tan solo una porción de lo que Dios tiene para ti, sino todo lo que Él tiene para ti y los tuyos.  Y para eso, tienes que estar completamente persuadido.  

¿Qué necesitas para esa persuasión?  La enseñanza, el Espíritu y el poder de Dios.  Necesitas una buena enseñanza, un lugar donde puedas recibir palabra que, cuando la oigas, la puedas entender, mueva tu corazón, tus emociones, tus sentidos; que cuando salgas, tengas una meta, un derrotero, algo que pudiste comprender, que no perdiste el tiempo, que no fue mero entretenimiento, sino que hay algo que le da dirección a tu vida.  Pero de ahí en adelante, lo que resta es doblar las rodillas para que puedas tener una experiencia con el mismo Espíritu de Dios y con su poder para que marque tu vida de una vez y para siempre. 

2 Comments
  • Jhon
    Posted at 13:35h, 03 December Reply

    Gloria a Dios aleluya

  • Alexandra Ramírez
    Posted at 12:52h, 06 December Reply

    Wow, que palabra!!! Gracias a Dios por q nos escogió, nos enseña, redarguye, guía, pero también porq su amor nos cubre. Q todos los días tengamos el objetivo de ser lo que que El quiere, de ser y no del casi casi… Gracias Pastor por instruirme

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