26 Oct Pasión y Adoración
Estamos creyéndole a Dios por un avivamiento personal en tu vida. No sabemos si lo va a hacer en tu ciudad, en tu nación, pero en tu vida, lo va a hacer. Él te va a dar esa experiencia donde, en medio de las dificultades que vive el mundo, Dios se acuerda de ti, te visita y cambia tu vida.
En Lucas 4, vemos un momento en que quisieron matar a Jesús; y lo que les molestó fue que él dijo que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, pero el profeta fue enviada a una. Y esa una, prosperó. Dios no tuvo que quitar la sequía para que aquella viuda prosperara, como tampoco tiene que cambiar la situación en tu ciudad, en tu país para que haya provisión en tu casa. Luego les dice que había también muchos leprosos en Israel, pero uno fue sanado, a uno le fue enviado el profeta, a Naamán, el sirio; él pudo recibir el milagro. Jesús les está diciendo: no hay problema; si ustedes no me reciben, los que me reciban, reciben un milagro de forma personal. Y eso es lo que estamos creyendo. Que en tu casa, en tu vida, en tu hogar, habrá un milagro porque llegará un avivamiento personal.
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Prerrequisitos para un avivamiento
Hay ciertas cosas que, por lo general, preceden a que haya un avivamiento de forma masiva en las naciones, pero podemos aplicarlos también de manera individual. Cuando hablamos de avivamiento, generalmente, se habla en términos masivos; y no hay nada malo con eso; queremos un avivamiento en nuestras ciudades, en nuestros países, en nuestra nación. Queremos que miles le entreguen su vida al Señor, que experimenten los milagros; y es maravilloso ser parte de todo eso. Pero mientras eso sucede, tú puedes esperar por un avivamiento en tu hogar, en tu casa.
Ahora bien, ¿qué precede esos avivamientos en las ciudades?
- El arrepentimiento. El reconocer tus pecados, reconocer que estás mal. De la misma forma en tu vida personal. Mientras Dios cambia tu nación, tu ciudad, créeme a Dios por un avivamiento en tu casa. No tienes que esperar que el gobierno cambie para que tu familia sea cuidada; que la economía del país cambie, para que en tu casa haya provisión. Créeme a Dios por tu vida y la de los tuyos. Si no pones los pecados a un lado, si no te arrepientes, nada va a ocurrir.
- Pasión por la palabra de Dios. Necesitamos volver a tener pasión por la palabra de Dios. Necesitamos tener pasión por el estudio de la palabra de Dios. Por ejemplo, el libro de Salmos 119:105, dice: Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. La palabra de Dios es la lámpara para tus pies. El verso 130, dice: La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. En Juan 6, claramente dice que la palabra del Señor es vida y Espíritu. No podemos pretender tener un avivamiento en nuestras vidas, si no hay pasión por la palabra. Cuando usamos la referencia a un avivamiento, usamos como símbolo una llama. A la persona del Espíritu Santo la vemos como esa llama. No es que sea una llama, es una persona, pero esa es una de las maneras en que se muestra a nosotros. Esa llama, ese fuego, no tan solo sirve para calentar, para cocinar, sino también para alumbrar, para abrirnos y mostrarnos el camino que tenemos que seguir. Cuando pedimos a Dios un avivamiento personal y nos apasionamos por su palabra, la estudiamos, oramos, le creemos, memorizamos su palabra, el camino comienza a alumbrarse delante de nosotros. Vivimos en momentos de mucha confusión. Hemos pasado de la era de la información, a la de desinformación. Hace unos años se decía que vivíamos la era de la información por la gran cantidad de información que se publica constantemente; mucha más de la que tú podrás leer en tu vida. El problema que tenemos hoy es que mucha de esa información es más desinformación. Te están desinformando de muchas cosas. Esto crea confusión, no sabemos ni qué hacer, para dónde vamos. Piensas que estás decidido a hacer algo, pero llegan pensamientos y te preguntas qué hacer, a dónde ir. A veces, no sientes nada, no percibes nada; y lo que tienes es que ir a la palabra de Dios. La palabra de Dios es la que te ilumina.
Durante este periodo que estaremos creyéndole a Dios por esa experiencia personal permítele a Dios que, a través de su palabra, te guíe; que se encienda la llama en tu corazón.
En un momento, Jesús se les aparece a los caminantes en el camino de Emaús. Él comienza a hablarles de la palabra, las profecías, lo que el Señor había dicho. Y cuando él desaparece de la vista de aquellos caminantes, uno de ellos dice: ¿no recuerdan cómo ardían nuestros corazones cuando él nos hablaba la palabra? Cuando tú te metes en la palabra, una de las cosas que ocurre es que comienza a arder tu corazón. No puedes pedirle a Dios un avivamiento personal, sin que haya pasión por la palabra.
“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. 2 Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. 3 Reconoced que Jehová es Dios; el nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. 4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. 5 Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.” Salmos 100:1-5
- Una vida de adoración. Esta es una de las cosas que activa realmente la vida de un creyente; su vida de adoración, de alabanza. ¿Quieres un avivamiento personal en tu vida? Tienes que sacar un tiempo para adorar a Dios, para alabarle. Hay muchas maneras de hacerlo. Hay quien piensa que el momento de adoración y alabanza debe ser algo muy sofisticado. La realidad es que mientras más excelencia podamos darle a Dios, maravilloso ¿por qué no? Pero el momento de adoración y alabanza no tiene que ser algo muy complicado, no tienes que tener bocinas costosas o un radio costoso. Si no tienes aparato electrónico, puedes cantar tú mismo. Alabar a Dios es reconocerlo a Él, una actitud de reverencia a Dios; no hace falta ni música. Puedes escribir en un papel todas las cosas que Él ha hecho en tu vida, es ese reconocimiento de lo que ha hecho por ti y contigo, ese momento de alabar que produce alegría en tu vida; llega fe y esperanza a tu corazón y comienzas a ver su mano obrar en favor tuyo. Tú necesitas tiempo de adoración. Busca alguna alabanza que marque algo en tu corazón y comienza a alabarle, a creerle por ese milagro sobre tu vida.
La combinación de estas tres cosas es explosiva. Hay más, pero comienza con estas. Toma este espacio durante estas próximas semanas para hacer estas cosas. Juntos vamos a creerle a Dios que tu vida va a cambiar. Regístrate en otonielfont.com/enciende.
juan carlos ojeda cornejo
Posted at 12:53h, 26 Octobergracias por esta palabra Pastor Otoniel , Dios lo bendiga
Luzelly vivas
Posted at 17:33h, 26 OctoberAmén, estoy creyendole, a Dios. Por un avivamiento, personal, y para mi familia, en el noGrmbre Poderoso de Jesús 🙏 como puedo obtener la Capital? Gracias, Dios les Bendiga
Jhon Mario Rojas
Posted at 20:30h, 26 OctoberGloria a Dios
Nelson García
Posted at 04:37h, 27 OctoberAmén gracias Señor se que tú cambiarás mi vida y tu presencia estará en mi casa y mi familia
maribel alonzo
Posted at 16:56h, 30 Octoberpido por mi corazon y pensamientos obediencia
Posted at 13:07h, 31 October
Saludos, cuentas con mis oraciones. Estaré orando por tu petición de oración. Te bendigo