13 Oct Cómo Enfrentar el Caos

Es imposible no enfrentarnos al caos en nuestra sociedad y en nuestros tiempos.  El caos es cuando las cosas en tu vida se salen de orden y comienzas a experimentar cosas inesperadas, la vida te sorprende y tu mundo se pone de cabeza.  Todos hemos experimentado el caos que existe en el mundo, y la realidad es que solo aquellos que son capaces de enfrentar esos momentos de confusión, y hacerlo con fe, con determinación y tomar ciertas decisiones importantes, son los que pueden obtener grandes resultados en su vida.  

No le tengas miedo al caos.  

Pero ¿cómo enfrentar un tiempo de caos, de complicación en tu vida en general, y específicamente en el área empresarial y financiera?  ¿Cómo tomar ciertos pasos y decisiones para trabajar con esta área específica, en los momentos donde te encuentras en esta situación?  El Dios al que tú sirves es experto en sacar del caos, algo maravilloso.  En Génesis 1, vemos principios que podemos aplicar para tornar el caos en bendición.  

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.”  Génesis 1:1-3  

Un solo verso nos habla del caos, mientras que el resto de este primer capítulo y el segundo, nos hablan de un proceso maravilloso que culminó en la creación de la tierra, del hombre y de todas las cosas.  Los que conocemos la palabra del Señor, sabemos que momentos de caos como este se repitieron de forma similar en el tiempo de Noé, por ejemplo, cuando llegó el diluvio.  Después de ahí, no vemos caos climáticos como este, pero sí sociales, económicos, familiares.  Y en todos estos momentos, los mismos principios permanecen.  

Lo primero que tú tienes que saber es que no puedes tenerle miedo al caos.  Tú no podrás emprender y avanzar en tu vida económica si, ante cualquier situación, ante cualquier noticia o dificultad, te rindes, pensando que no vas a salir de ese problema, encerrándote en una parálisis y no comienzas a tomar las acciones necesarias para el avance de Dios para tu vida.  Así que, no puedes tenerle miedo al caos.  Miedo te lleva a parálisis, a detenerte, a inacción.  Tú necesitas todo lo contrario.  Cuando ves un mundo lleno de caos, de problemas, tienes que saber que, por causa de lo que Dios ha puesto en ti, tú tienes la respuesta.  Como emprendedor, tienes que tener eso claro.  Ningún caos, ningún problema debe acabar con el plan de Dios para tu vida en tu área empresarial.  

Si estás experimentado parálisis ante el caos que ha venido a tu vida, oro por que hoy Dios te dé la capacidad para cambiar la situación y tener la victoria que Él te ha prometido.  

Además de perderle el miedo al caos, tú necesitas tener una visión clara.  Tú necesitas claridad en tu vida.  Lo primero que Dios hizo fue encender la luz.  Hay gente que piensa como dice el refrán “ojos que no ven, corazón que no siente.”  Y es verdad; si no ves algo, probablemente, no va a causar reacción emocional o sentimental en ti.  Pero eso no soluciona el problema; todavía sigue allí, y nadie se ha hecho responsable de solucionar la situación.  Por lo tanto, comienza encendiendo la luz en tu vida.  

Cuando entras a una habitación, lo primero que haces es buscar para encender la luz.  ¿Dónde se supone que esté el interruptor?  Al final del cuarto?  Al frente, al lado de la puerta.  Si te lo pusieron al final del cuarto, están pretendiendo que entres a oscuras, que recuerdes dónde está cada cosa, pero en medio del cuarto puede haber algo fuera de lugar.  

La realidad es que encender la luz puede traer algo de conflicto.  Si enciendes la luz en el cuarto de tus hijos y ves el reguero que tienen, puede traer conflicto.  Pero pensando así, podrías estar cohibiéndote de encender la luz en tus finanzas, por ejemplo.  Hay gente que nunca mira los números, las cuentas, que nunca observan la situación actual que están viviendo porque tienen miedo a ver la situación real, sin darse cuenta que no hay otra manera de solucionar el problema, de enfrentar la situación, empezar a caminar hacia la solución, avanzando en el reino de Dios hacia el futuro que Dios tiene para nosotros.  Así que, enciende la luz y comienza a ordenar las cosas.  

Dios dividió toda la creación en pequeñas etapas y agrupó ciertas cosas.  Divide el problema que tienes en pequeños pedazos, trozos, etapas.  En unas etapas solo se va a hacer una cosa.  En otras, harás dos, tres.  Puedes complementar ciertas cosas.  Por ejemplo, cuando el Señor creó la Luna y el Sol, también creó las Estrellas.  Aunque lo hizo de forma pausada, escalonada, no lo hizo de tal manera que el proceso durara más de lo que tenía que durar.  Él enciende la luz, y al mismo tiempo ese día, crea la noche.  Entonces, crea el mar, el cielo, el firmamento, dentro de los que hay diferentes dimensiones.  Luego, comienza a crear la tierra y la vegetación, y agrupa pequeñas tareas en un mismo día.  Él no hizo el Sol un día y la Luna el otro.  Eso sería alargar demasiado el proceso.  Es el balance entre no hacer nada y trabajar de más; es no hacer ni de más ni de menos.  Vemos gente tratando de hacer en un día toda la creación; otros, en vez de siete días, necesitan veintiuno.  Ni lo uno ni lo otro debe ser.  Busca cómo dividir en etapas estratégias la empresa que quieres levantar, el corregir el caos que tienes delante de ti, y comienza a funcionar en esa dimensión.  

Construye tu equipo.  Asóciate con personas que te ayuden a no tan solo salir del caos, sino que tú los puedas poner en autoridad para que dominen sobre el caos.  Es verdad que Adán falló, pero el propósito original de Dios fue poner a Adán, darle dominio, ponerlo sobre todas las cosas, pero el concepto de Dios fue levantar su equipo, formar a alguien que pueda llevar todo a otra dimensión.  De la misma manera, tú necesitas rodearte de personas a las que tú puedas empoderar.  Algunos de ellos te van a fallar, pero otros no.  y no puedes pensar que puedes gobernar por ti solo, que podrás tener resultados a largo plazo, si simplemente lo haces tú solo.  

Crea sistemas que te ayuden a mantener lo establecido, lo creado y lo formado.  Dios, en el libro de Génesis, creó varios sistemas; el día y la noche, por ejemplo.  Una de las razones por las que muchos nunca avanzan empresarial o financieramente es porque no tienen unas estructuras, unos sistemas de trabajo que les den la consistencia necesaria para que las cosas funcionen automáticamente.  Necesitamos automatizar ciertas cosas; en tu empresa, en tu propia vida.  Necesitas hacer ciertos hábitos.  Ir a la iglesia, por ejemplo, es un hábito que se forma.  Ahora, imagina que en tu iglesia cada semana el servicio fuese un día diferente y tú no supieras en qué momento va a ser.  De esa manera, no habría un sistema establecido.  Tiene que haber una manera en la que funcione, en la que corra; tiene que haber lo necesario para que todo funcione estratégicamente.  En tu vida, necesitarás esto también.  Necesitas automatizar, tomar decisiones que te permitan llevar una estructura para que, a largo plazo, puedas ver grandes resultados.  

Puede que estés enfrentando un momento de caos, un momento difícil, complicado, donde las cosas se te han trancado, pero hoy Dios te dice: enfrenta el caos, toma decisiones, mantente firme; yo te voy a dar la victoria.