14 Jul La Familia, un Concepto Divino

“26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”  Génesis 1:26-28  

El plan original de Dios fue poner al hombre como la persona, la figura que tuviera autoridad, dominio sobre la tierra.  Cuando hablamos de hombre, no hablamos meramente de varón, sino de la familia, de esa pareja que Dios levantó, creó, formó para, a través de ellos, se reprodujera la imagen de Dios aquí en la tierra.  Esa fue la intención de Dios desde un principio.  No podemos hablar del plan de la Gran Comisión y separarnos de la intención original de Dios de que, a través de la familia con la iglesia y el estado se pudiera llevar a cabo su deseo de que la tierra fuera sometida al estrado de los pies de nuestro Señor Jesucristo.  Por eso, el gran ataque una y otra vez en contra de la familia.  

Cuando el hombre peca, Dios levanta a otra familia.  Levanta la familia de Noé; y cuando Noé falla, Dios llama a Abraham y levanta a otra familia.  Dios siempre ha querido usar la familia para poder, a través de esta institución, cumplir el plan y el propósito de Él aquí en la tierra.  

“Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. 2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño. 3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.”  Salmos 127:1-5  

El plan de Dios siempre ha sido con la familia.  Él dice: yo siempre he querido ser parte de lo que estás haciendo; si yo no soy quien edifica, de nada sirve, de nada funciona; mi plan se va a cumplir a través de la familia.  

El ataque más grande que vemos hoy es en contra de la familia.  A través de la prensa y todos estos grupos que se quieren levantar, hay tres instituciones siendo atacadas: la familia, la iglesia y el estado.  Todo el tiempo están siendo atacadas.  Comenzaron en el sistema educativo a cambiar la idea de que se enseñara creacionismo, y se enseña lo científico, la evolución; pero ahora no quieren ciencia, sino ideologías.  No se deciden.  Lo que vemos a diario es dirigido específicamente a destruir las instituciones de la familia, la iglesia y el estado.  Lamentablemente, suena bonito lo que expresan, pero van calando en nuestros corazones.  

Poco a poco, el mundo ha ido socavando lo que es el concepto de la autoridad, específicamente dentro de la familia.  

Hay ciertos conceptos que tenemos que promover para poder cumplir con el mandato de la Gran Comisión.  ¿De qué nos sirve que ganemos el mundo y perdamos nuestra alma?  De qué nos sirve ganarnos al mundo y que nuestra familia se pierda?  El primer discipulado tiene que ocurrir con nuestros hijos, en nuestro hogar.  Esto no te asegura que tus hijos vayan a ser perfectos.  Es más, uno de los problemas que tenemos hoy es que hay demasiados hijos pródigos en la iglesia.  Tenemos muchos padres, tíos, abuelitos que le han creído a Dios a través de toda su vida, pero sus hijos se han apartado, se han ido fuera del hogar, de la iglesia.  Es doloroso para muchos que en la universidad les dañen la cabeza y ahora estén como hijos pródigos.  Amas tu familia, pero no has podido ver manifestada en su vida la Gran Comisión.  Pero desde ahora te decimos que creemos contigo en oración que tus hijos pródigos regresan un día al hogar.  

Permanece en tu hogar, en tu casa, firme bajo tus principios; mantente engordando el becerro gordo como hizo el padre del hijo pródigo, porque él sabía que un día su hijo iba a regresar.  Permanece en la puerta del hogar, en un lugar donde ellos sepan que te pueden encontrar porque hay un día que van a tener que volver a tu casa y a la casa de Dios, en el nombre poderoso de Jesús.  No hablamos solo de hijos, sino también de esposos, hermanos, familiares en general.  Tienes que creerle a Dios y permanecer firme en tus convicciones porque cuando el hijo pródigo se perdió, sabía dónde encontrar a su padre.  Por eso el padre no sale corriendo a buscarlo.  Cuando vamos a algún lugar en familia, determinamos un lugar de encuentro; si nos perdemos, todos sabemos a dónde ir.  Porque lo peor que puede pasar es que mientras uno busca al otro, también se pierda.  Siempre tiene que haber uno que esté en el lugar fijo donde los demás puedan llegar.  Sé tú esa persona en tu familia que, mientras otros se pierden, ellos sepan a la puerta que tienen que tocar porque algún día tendrán que regresar a tu casa y a la casa de Dios, y allí tú podrás recibirles y decirles: aquí estaba esperándote.  

Hay varias ideas básicas acerca de lo que es la familia y la Gran Comisión, que tú debes tener claras.  

1. La familia es un concepto divino.  La familia no es un invento del hombre, así que nosotros no podemos estar inventando con ella.  Es una idea divina.  Dios la formó bajo unos parámetros, de una manera.  Y a través de toda la Biblia observamos cómo tenemos que trabajar dentro de ese concepto familiar.  A través de toda la Biblia vemos claros los roles de cada uno.  Se critica alegando que la Biblia dice que la mujer tiene que someterse al hombre, pero eso no es lo que dice.  Dice que la mujer se someta a su marido, que no es lo mismo.  No es que toda mujer se someta a cualquier hombre.  Si una mujer encuentra un hombre que la ame como Cristo amó a la iglesia, de seguro no tendría problema en sujetarse a su marido.  Pero todo lo sacan de contexto para atacar el concepto divino de la familia.  

Tú tienes que estar claro.  La familia es un concepto divino.  En la Biblia siempre ha habido consejo de cómo trabajar en diferentes situaciones.  Una mujer no podía heredar si sus padres morían, por ejemplo.  Pero un día, esto les pasó a cuatro mujeres y fueron ante Moisés, y la ley se cambió y se acomodó, y aquellas cuatro mujeres establecieron jurisprudencia y ahora la mujer podía heredar.  Dios siempre ha sido justo y le ha dado el lugar correcto tanto al hombre como a la mujer.