03 Mar Tu Mente y tu Progreso

Varias cosas son vitales para tu mente en relación a la prosperidad, cosas que tú necesitas para que tu mente funcione al máximo y sea dirigida correctamente.  En la Palabra, lo vemos una y otra vez.  El apóstol Pablo, por ejemplo, en el libro de Romanos, capítulo 12, nos habla de la importancia de renovar nuestros pensamientos, nuestra manera de pensar, nuestras ideas.  En 3 de Juan 2, dice: Amado, yo deseo que tú seas prosperado, y que tengas salud, así como prospera tu alma.  Definitivamente, es vital que tu mente sea dirigida de forma correcta para que puedas progresar y alcanzar lo que Dios te ha prometido.  En Proverbios, ese verso clásico, dice que como eres en tu corazón, en tu mente, en tu interior, así tú eres.  Tienes que saber que tu mente es vital para tu desarrollo empresarial, espiritual, financiero y económico.  

¿Qué elementos necesitas para que tu mente esté dirigida correctamente y puedas canalizar todo de forma precisa para poder alcanzar progreso?  

1. Tu mente siempre va a necesitar algo en qué enfocarse.  Tu mente necesita algo a lo que apuntar, dirigirse; necesita enfoque.  Y tú decides el enfoque.  Dice en Isaías: Tú guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti ha confiado.  No puedes experimentar paz en tu vida, si no te enfocas en lo correcto.  Para que haya paz, tienes que enfocarte en Dios.  si te enfocas en Él, tendrás paz; si no, no lo vas a poder experimentar, no vas a tener paz.  En el mundo que vivimos hoy, donde somos tan fácilmente distraídos, necesitamos ese enfoque que cada uno de nosotros decidamos para dirigir nuestra fuerza, nuestra energía.  De lo contrario, vamos a ser influenciados por gente y situaciones externas, y nuestra mente, nuestra energía, nuestra fuerza y nuestra pasión se van a dividir. 
   
   Aún en el Antiguo Testamento, Abraham, en un momento de ansiedad y desesperación, pensaba que la promesa de Dios no se iba a cumplir en su vida, pero el Señor le da un enfoque para el día y otro para la noche.  De día, le dice: Mira la arena del desierto; así va a ser tu descendencia.  De noche, le dice: Mira las estrellas del cielo; así será tu descendencia.  Es vital que decidas en dónde enfocarte, a qué vas a apuntar.  Tú tienes que escoger en qué te vas a enfocar.  Tu mente no se va a enfocar en lo positivo de manera automática.  Si piensas que sí, vas a fallar.  Enfocarte requiere de fuerza, de esfuerzo, de energía, para tú poder mantener tu mente dirigida hacia lo correcto. 
   
   Para que tu enfoque sea el correcto, trata de hacerlo a través de imágenes, cosa que puedas ver.  Busca un dibujo o alguna revista donde tú puedas ver la casa que quieres, por ejemplo; busca los planos para lo que vas a construir.  Cuando te enfoques en esa imagen clara, tus esfuerzos y energías irán hacia ese lugar. 
   
2. Tu mente necesita instrucciones.  Tienes que darle dirección.  Tus hijos, por ejemplo, no van a escoger las cosas buenas por sí solos, hay que darles instrucciones.  No pienses que tu mente por sí misma va a dirigirse al lugar correcto; no funciona de esa manera.  Dios le dice a Josué: Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que hagas y guardes conforme a lo que en él está escrito, porque entonces harás proseguir tu camino y todo te saldrá bien.  Es la palabra de Dios la que te da la instrucción que tu mente necesita.  Qué instrucción tú le estás dando a tu mente?  El salmista decía: Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre; bendice, alma mía, a Jehová y no te olvides de ninguno de sus beneficios.  Esto no expresa un deseo, sino una instrucción.  Si tú dejas a tu mente divagar por sí sola, nunca podrás obtener los resultados que necesitas.  Escoge, decide las instrucciones que vas a darle a tu mente, para que puedas alcanzar el destino que Dios tiene para ti. 
   
3. Tu mente necesita héroes, mentores.  Pensamos que no, pero tenemos que ver proyectado en otros lo que deseamos alcanzar.  En la Biblia vemos los héroes de la fe, nos habla de ellos para que nos enfoquemos y sepamos que si ellos lo lograron, nosotros también podemos.  Es importante que tú veas personas que puedas emular.  El apóstol Pablo decía: Sed imitadores de mí, como yo lo soy de Cristo.  ¿Quiénes son tus héroes?  ¿Quiénes son tus héroes en el matrimonio, en las finanzas, en lo laboral?  ¿Quiénes son esos héroes que tú digas: me gustaría alcanzar lo que ellos han logrado?  Cuando tienes los héroes correctos, tu vida produce grandes resultados.  

Repasa estas tres cosas.  Tu mente necesita enfoque, y tú tienes que decidir en qué te vas a enfocar.  Tu mente necesita instrucciones claras y precisas para que puedas dirigir tus pensamientos.  Y tú necesitas escoger héroes, mentores, personas que tú puedas observar y celebrar, admirar.  Esto es importante porque puedes ver todo lo que atravesaron hasta llegar al lugar donde están y te pueden ser de testimonio y ejemplo para que tú sigas adelante hasta alcanzar todo lo que Dios te ha prometido.