16 Dec Tu Cuidado y tu Reposo

Para tener una vida extraordinaria, hay 5 cosas básicas que debes aprender a hacer para cuidar de tu cuerpo, para una buena salud física:  

1. Meditar.  Dios le dijo a Josué que meditara en la palabra de día y de noche, porque entonces haría prosperar su camino y todo le saldría bien.  En Salmos dice que es bienaventurado el varón que medita en la ley de Jehová de día y de noche.  La meditación es un proceso de conexión en oración con la palabra de Dios.  Es cuando lees la palabra de Dios, la estudias, oras.  Tu cuerpo necesita ese proceso de meditación, de contemplar la naturaleza y dar gracias a Dios.  Eso te da fuerza.  

“8 Porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.”  Proverbios 3:8  

Esto, en cuanto a la búsqueda de la sabiduría.  El recibir estos mensajes y leerlos a diario te añade años de vida.  Muchos estudios dicen que a una persona que pertenece a una comunidad de fe, se le añaden horas de vida.  Meditar en la palabra te ayuda a regular tu mente, a transformar tu ser.  

2. Tu alimentación.  

“8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. 9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.”  Génesis 2:8-9  

Desde un principio, Dios estableció lo que debemos comer y lo que no.  No todo lo que se dice que se puede comer tú lo debes comer.  Hay unas guías, hay ciencia que te ayuda de acuerdo a tu tipo de sangre, a tu metabolismo.  Hay cosas que te caen bien y otras que no, cosas que te funcionan que a otros no.  Tu alimentación va a depender mucho de restricciones.  Queremos grandes beneficios y resultados, sin restricciones, pero tu salud física la requiere.  Hay cosas que están restringidas para ti, por alguna alergia que tengas, por ejemplo.  Pero la mente está buscando siempre una excusa para quitar las restricciones porque siempre lo restringido nos parece mejor que lo permitido.  Lo que Dios les dijo que no comieran, eso era lo que les llamaba la atención.  Podían comer muchas otras cosas, pero esa que no podían, era la que les llamaba la atención.  Para alimentarte correctamente, tienes que aprender que hay restricciones.  

3. El ayuno.  Hoy hay muchos estudios acerca del ayuno intermitente.  Aprende a comer y a romper los ayunos.  Hay beneficios en hacerlo.  Para vivir una vida sana, debes aprender esto.  

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”  Romanos 12:1-2  

4. El movimiento o ejercicio.  Tu cuerpo fue hecho para moverse, para estar activo.  Uno de los momentos más tristes en la historia de Dios con el hombre fue cuando pusieron el arca del pacto dentro del templo de Salomón y le quitaron las varas con que la cargaban, queriendo decir que nunca más la moverían.  De ahí en adelante, todo comienza a decaer.  Porque Dios nunca pretendió dejar de moverse.  El tiempo en que el pueblo se volvió ocioso, fue cuando pecó.  Esto fue en Jueces porque no tenían que conquistar.  Josué es la conquista que Moisés no pudo hacer.  Siete años le tomó a Josué conquistar toda aquella tierra.  El resto de sus días, Josué los pasó repartiendo la tierra.  Y en Jueces, no tienen nada que conquistar.  Entonces, se vuelven al pecado.  Mientras hay que conquistar algo, tienes que creerle a Dios, tienes que tener fe.  El día que te sientas y no tienes nada que conquistar, lo que te resta es pecado.  Por eso Dios levanta un juez; no levanta conquistadores porque ya no había nada que conquistar.  Cuando dejas de conquistar, comienzas a pecar.  Tienes que estar en movimiento, hacer ejercicio, moverte, estar activo, caminando.  

“26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”  1 Corintios 9:26-27  

Pablo dice: Imagina ser luz para los demás, y no cuidarte.  Tienes que someter tu cuerpo, mantenerte en movimiento, activo.  

5. El reposo.  Es imposible tener buena salud sin aprender a reposar.  Reposar no es dormir, aunque dormir es importante.  Está el dormir físico, pero veamos el reposo desde el aspecto espiritual.  Ante ciertas situaciones, si te detuvieras a ver cuáles fueran tus errores, quizás te darías cuenta que uno de ellos ha sido no dormir bien.  Acuéstate temprano y no comas tarde.  Jesús dormía, descansaba.  

“2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”  Génesis 2:2-3  

En Génesis 1, Dios bendice lo que hace, lo que crea.  En el séptimo día, bendijo el día.  Porque lo que es bendecido en el día de reposo no es lo que se hace en el día, sino el día en sí mismo, es lo que se provoca en ese tiempo de descanso y de comunión con Dios.  

Hay 5 áreas que tú debes reposar: física, sensorial, emocional, mental y espiritual.  Esto es necesario para vivir una vida de balance.  No necesariamente tienes que dormir durante el día; hay momentos en que simplemente necesitas reposar.  Hay momentos en que tus sentidos no deben estar siendo estimulados.  Reposar no es ver televisión.  Para algunos, leer es reposar; para otros, es trabajo.  En lo emocional, tienes que desconectarte de personas.  Hay momentos para que tus emociones estén en paz.  De la misma forma mental y espiritualmente.  

De las cosas más importantes que tú tienes que aprender a hacer es reposar.  El reposo es confianza en que Dios sigue siendo Dios, y que Él te dará la victoria.  Aprende a reposar.