Tu Altar Familiar
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Tu Altar Familiar

Cuando vemos la palabra del Señor, hay una actitud, una acción que todos tenemos que hacer para que realmente el compás funcione en nuestra vida, específicamente en el área de la familia: Reconocer la necesidad de pelear por tu familia.  No se tiene una buena familia si no hay lucha, si no hay batalla.  Tienes que pararte firme en la brecha a pelear por los tuyos, por tus hijos, por tus sobrinos, tus nietos.  

13 Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos. 14 Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.”  Nehemías 4:13-14  

Nehemías paró al pueblo completo con sus espadas y les dijo que pelearan por los suyos y por sus casas.  Si tú estás casado, pelea por tu cónyuge.  Siempre tienes que estar con la espada en la mano.  Tú no puedes tener una familia y no poner guardia alrededor de lo que se hace, de lo que se ve.  La Biblia dice que las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.  Todo lo que toma es una conversación errónea para desviar a tus hijos.  Tienes que pararte y pelear.  No hay tal cosa como no invertir tu tiempo y energía en defender a tu familia.  

Nehemías tuvo que hacer tres cosas:

  1. Reconstruir las murallas.  ¿Qué murallas estás tú construyendo para proteger a tu familia?  Él construyó las murallas, las puertas.  Las puertas representan lo que entra y lo que sale.  Reconstruye las puertas de tu casa, de tu familia.  Invierte tiempo en reconstruir tu hogar.  
  2. Armó a todos.  Que ninguno se quede atrás.  Que en tu casa, todos velen por todos; por el más pequeño, por el más débil.  Ármalos, dales herramientas para su defensa.  
  3. Puso guardia.  Tienes que poner guardia.  Tienes que poner hábitos, invertir tiempo en proteger tu familia.  

El compás de una familia, lo que dirige tus pensamientos, tus emociones, se llama altar.  El compás familiar es el altar familiar.  Es el lugar de consagración de toda la familia.  Si tú quieres tener una familia extraordinaria, tienes que crear un altar familiar.  Lo primero que hizo Noé, tan pronto salió del arca, fue edificar un altar y presentar holocausto a Dios.  Tu familia completa tiene que tener una estructura de un altar familiar.  

El altar familiar es todo lo que tú haces para que tu familia entienda que Dios es el centro de nuestra vida.  Es la oración que haces en la mañana, la que enseñas a tus hijos.  Lleva a tus hijos a la iglesia, a tus sobrinos, a tus nietos.  Que ellos sepan que el domingo se va a la iglesia.  Cada detalle es importante para que tu familia completa entienda el Dios al que creemos, que entiendan que tenemos una vida espiritual.  Tiene que haber esa estructura.  

¿Cuáles son las razones de un altar familiar?  Por qué todas estas cosas que llevan a tu familia a ver a Dios como el centro?  

  1. Juntos adoran a nuestro Creador.  Qué maravilloso ir juntos a adorar a Dios.  
  2. Fortalece tus lazos familiares.  Ir a la casa de Dios en familia, fortalece tus lazos familiares.  
  3. Interceden los unos por los otros.  No hay dinero o estudios que compensen el tú poder orar por los tuyos.  
  4. Formas el hábito de tomar tiempo para Dios.  Si tú no enseñas a tu familia a amar a Dios, no pretendas que te amen a ti.  El amor más grande que tenemos que enseñar a nuestra familia es amar a Dios sobre todas las cosas.  Si tus hijos aman a Dios, te amarán a ti.  

Hay tres resultados de tu altar familiar:

  1. Dios promete bendición.  
  2. Mantienes a la familia enfocada en lo espiritual, aun en tiempos difíciles.  
  3. Se experimenta la vida espiritual.  Es en el altar que se aprende a perdonar, a amar, a respetar, la vida espiritual.  

Tu altar familiar no puede faltar en tu casa, pero ¿cómo se hace un altar familiar?  

  1. Establece rutinas básicas espirituales para todos.  Que todos oren en el auto en la mañana, por ejemplo.  Tú no puedes depender de esa oración, pero como familia, esa oración no debe faltar.  Oren juntos antes de acostarse.  Que tu mañana y tu noche comiencen y terminen orando en familia.  
  2. Habla de las cosas de Dios.  La iglesia no puede ser el único lugar donde tu familia hable y se exponga a las cosas de Dios.  Háblales en la semana, comparte un verso, lee la Biblia.  Dedica tiempo a eso para que puedan moverse a otro nivel como familia.  
  3. Busca compartir con otras familias esta experiencia.  Si algo fortalece a una familia y la hace extraordinaria, es que lo que ellos están viviendo como familia lo compartan con otros y se fortalezcan esas relaciones.  Cuando tú puedes ver lo que Dios está haciendo en la vida de otras familias a través de la tuya, tu vida cambia.  

Organiza los hábitos, los pensamientos, las emociones, el tiempo, para que tengas una familia no perfecta pero sí extraordinaria, una dirigida por Dios y con fundamento firme en sus promesas.  

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