29 Oct Menospreciarte, el Peor Error

No hay que ser profeta para reconocer que estamos viviendo momentos sumamente difíciles en el mundo entero.  Dios es Soberano, y Él es un Dios de orden y poder, que siempre se ha encargado de tener personas, individuos en las posiciones correctas, para poder causar una transformación en el pueblo de Dios, y así alcanzar su propósito.  Tenemos que pedirle a Dios que levante en este tiempo, jóvenes como David, como José, como Daniel, como Sadrac, Mesac y Abed-nego; que se paren firme y en la brecha, y que se atrevan creerle a Dios en las peores temporadas, sabiendo que, a través de ellos, Dios cumplirá su propósito.  

Tenemos una gran ocupación porque entendemos que hemos fallado en instruir a nuestros jóvenes en cosas que son indispensables que las entiendan y que tengan las herramientas necesarias para provocar los cambios que el planeta necesita.  Es por esto que, en los pasados meses, hemos iniciado un programa donde adiestramos jóvenes en diferentes aspectos, para luego lanzarlos al mundo, pero listos para defender su fe, para defender los postulados y los valores de nosotros como creyentes, y entrar en los lugares más altos de nuestra sociedad, para poder proclamar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.  

La experiencia con estos jóvenes ha sido espectacular, maravillosa.  Y viendo todo lo que Dios ha hecho en este tiempo, hemos sentido el deseo de invitar a todos nuestros amigos de Centro y Sur América, de Estados Unidos, y aprovechando la experiencia virtual, poder levantar un grupo de jóvenes valientes, firmes y dispuestos a enfrentar los desafíos, pero no como lo hace el resto de los jóvenes; no con violencia y destruyendo nuestras naciones; sino jóvenes que sean capaces de transformar su carácter a través de la Palabra, y a su vez cambiar la cultura y la sociedad.  

Este proyecto comienza en el mes de enero y lo lanzaremos de manera virtual.  Junto a un equipo de trabajo, caminaremos junto a ti en esta nueva temporada, para ayudarte, educarte, enseñarte y darte las herramientas que te permitan ser un joven de impacto en nuestra sociedad.  Dios quiere levantar jóvenes pastores, evangelistas, profetas, maestros.  Nuestra sociedad necesita jóvenes como David, como José, jóvenes de gobierno, de autoridad, que entren en los diferentes círculos de influencia y que puedan y sepan cambiar con sus palabras y acciones el rumbo de nuestra sociedad.  

Te invitamos a un webinario completamente GRATIS, pero que es exclusivo para jóvenes.  Tenemos una experiencia virtual el viernes, 13 de noviembre, a las 8pm hora de Puerto Rico.  Por los últimos meses de este año comenzaremos a mostrarte la idea de lo que estaremos ampliando el próximo año.  Queremos que seas parte desde el comienzo, que será este webinario al que te invitamos y que se titula La victoria de los muchachos.  Este ha sido diseñado específicamente para jóvenes de 16 a 24 años.  Si eres padre y tienes un joven, una chica, un chico, que necesita escuchar esta palabra, o si eres joven, antes de que puedas recibir todo lo que te vamos a ministrar, es importante que tu corazón sea sanado; es importante que te prepares, que tengas la consciencia clara acerca de lo que Dios quiere hacer contigo, y que las experiencias de tu pasado no te limiten para poder tener la victoria que Dios tiene para ti, ante todo lo que enfrentes.  

Ese viernes, 13 de noviembre, te ministraremos acerca de por qué has pasado lo que has pasado, de manera que puedas superar aquellas heridas que han hecho que pienses que no podrás alcanzar algo grande para Dios.  La meta es alinear tu corazón, tus pensamientos, de manera que puedas recibir las palabras y las herramientas para que puedas enfrentar este mundo y cambiar nuestra sociedad.  

Hemos pedido a Dios que nos dé la oportunidad de ser parte del adiestramiento y desarrollo de una nueva generación que pueda alcanzar una verdadera revolución para nuestro Señor.  Jóvenes que se puedan meter en los lugares de influencia, atreverse a entrar en lugares de prominencia a traer las ideas que cambiarán nuestra sociedad, nuestra economía.  

Somos optimistas empedernidos, de los que creemos que este mundo no se va a perder.  Lo que Cristo hizo en la cruz del Calvario, no puede quedar en el olvido ante la cultura social que se ha tratado de imponer en nuestra mente.  En Génesis 3:15 se profetizó que vendría uno que le aplastaría la cabeza al diablo, y eso fue lo que hizo nuestro Señor Jesucristo.  Pero dice Salmos 110 que tenemos que poner a todos sus enemigos por estrado de sus pies.  Estamos creyendo que en este tiempo Dios levantará jóvenes que se pararán firmes en la brecha.  Pero tienen que ser llevados primero a un momento de sanidad de corazón.  La juventud experimenta rechazo, maltrato; unos más que otros, pero lamentablemente, la mente corrupta de nuestra sociedad provoca que la gente se desquite, muchas veces, con la juventud.  Por eso vemos jóvenes provocando disturbios para así tratar de llamar la atención, pensando que así lograrán un verdadero cambio.  Ante ciertos temas controversiales, hay ideas que incluso pueden parecer bonitas, pero son posturas cuestionables que nos llevan a preguntarnos qué piensan.  Pero todo esto puede cambiar.  Y es por eso que invitamos a los jóvenes a inscribirse y ser parte de lo que Dios ha de hacer.  

Estamos convencidos que de este esfuerzo saldrán futuros presidentes, gobernadores de nuestras ciudades, y Dios utilizará esta generación en este tiempo para marcar una nueva temporada.  Cuando abunda el pecado, sobreabunda la gracia de Dios.  Dios tiene jóvenes que va a estar preparando en este tiempo, y queremos ser parte de eso.  Iremos contigo de la mano en esta temporada, ayudándote a salir airoso, preparándote para defender tu fe para que cuando salgas a la calle tengas todo lo que necesitas para poder vivir la vida que Dios quiere que tú vivas y causemos una gran transformación en nuestra sociedad.  

La victoria de los muchachos nace de historias como la de David, a quien Goliat menospreció, llamándole muchacho.  Joven, el peor error del mundo ha sido menospreciarte.  Contigo, Dios tiene grandes planes, Él va a hacer grandes cosas.